¿Embarazada? No olvide hacer ejercicios

Un ejercicio moderado puede asegurar un embarazo y parto más saludables y sin complicaciones

MARTES 15 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- No hace mucho tiempo que cuando una mujer se enteraba de que estaba embarazada, el ejercicio se abandonaba y se optaba por los mimos y el descanso.

Se creía que era imperativo que la futura madre no hiciera nada que arriesgase el desarrollo de su bebé.

Hoy en día, los médicos dicen que no sólo está bien que se ejerciten, sino que las mujeres deben permanecer activas como una manera de asegurar un embarazo y parto más saludables y sin complicaciones, al mismo tiempo que reducen el riesgo de diabetes gestacional.

La Dra. Mary Jo O'Sullivan, una ginecóloga y profesora emérita de la Universidad de Miami en Florida, dijo que en el pasado "a las mujeres las atendían muy bien cuando quedaban embarazadas", porque se asumía que la actividad física haría daño al feto.

Sin embargo, investigaciones recientes han encontrado que el ritmo cardiaco y el peso al nacer del feto no sufren cuando la mujer se ejercita moderadamente. El ejercicio tampoco daña la placenta, el órgano que crece en la pared del útero y suple sangre y nutrientes al bebé, apuntó O'Sullivan.

"En una mujer básicamente sana, un programa moderado de ejercicios no parece tener un impacto significativo en el embarazo en lo que respecta al feto", dijo.

Karen Fehr, presidenta de la división de ciencias de la salud y el ejercicio en la Universidad Comunitaria de Paradise Valley en Phoenix añadió que "El ejercicio ayuda a las mujeres a tener los niveles de energía y la resistencia para mantenerse fuerte durante los cambios en sus cuerpos debidos al embarazo".

Lo que es más, el ejercicio puede ayudar a reducir algunas de las incomodidades típicas del embarazo, como el dolor de espalda, el estreñimiento, la fatiga, la hinchazón y la inflamación. Y eleva el estado de ánimo, el nivel de energía y la autoimagen de la mujer, al mismo tiempo que mejora su postura y sueño, de acuerdo con el American College of Obstetrics and Gynecology.

Sin embargo, Fehr añadió que el ejercicio debe personalizarse a la mujer embarazada. Por ejemplo, las mujeres embarazadas no deben ejercitarse en sus espaldas ya que el peso del bebé puede presionar demasiado sus pulmones y arterias. Además, los ejercicios tienen que tener en cuenta los cambios en el balance y mecánica del cuerpo dado el peso extra del estómago y el centro de gravedad más bajo. También, es importante la técnica apropiada del ejercicio, añadió.

Durante el embarazo, una hormona llamada relaxina se libera en el cuerpo para relajar el útero y crear espacio para el feto en crecimiento. Pero esta hormona también relaja todos los demás tejidos conectivos del cuerpo, como los ligamentos y tendones alrededor de las articulaciones.

"Estas hormonas pueden causar que las articulaciones estén laxas", apuntó Fehr, por lo cual las mujeres tienen que tener cuidado cuando pongan estrés en sus articulaciones.

Hace tres años, en respuesta a preguntas sobre el ejercicio durante el embarazo, el American College of Obstetrics and Gynecology publicó una serie de directrices para ayudar a las mujeres y a los médicos.

En general, dijo O'Sullivan, quien ayudó a preparar las directrices, se recomienda nadar y caminar, así como actividad aeróbica a la mitad del nivel de antes del embarazo.

Lo que no se recomienda, de acuerdo con las directrices, son los deportes de contacto o las actividades que conllevan el riesgo de caídas, ya que ambas cosas pueden causar daño al feto. Estos incluyen deportes como fútbol y básquetbol, deportes rigurosos con raquetas, y actividades como esquiar cuesta abajo o montar a caballo, señaló.

Las directrices también mencionan problemas físicos que hacen que el ejercicio no sea posible, como los embarazos de alto riesgo, sangrado en el segundo o tercer trimestre y enfermedad del corazón, y problemas que urjan tener cuidado al ejercitarse, como anemia severa, control alta sanguínea pobremente controlada o diabetes tipo 1, obesidad, o un estilo de vida previo sedentario.

O'Sullivan dijo que, a pesar del creciente interés en el ejercicio entre las mujeres, muy pocas en realidad se ejercitan durante el embarazo.

"Este es un estimado muy poco refinado, pero no más del 15 por ciento de las mujeres embarazadas se ejercitan", dijo, "y aquellas que lo hacen están en el grupo socioeconómico más alto, que son generalmente delgadas, y que se ejercitaban antes del embarazo".

Además del corazón hay tres grupos musculares en que las mujeres se deben concentrar durante el embarazo: los músculos de la espalda, la pelvis y el abdomen, de acuerdo con el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan:

  • Fortalecer los músculos abdominales hace más fácil soportar el creciente peso del bebé. Y estará mejor equipada para pujar con más fuerza y efectividad durante el parto.
  • Aumentar el músculo pélvico permitirá a la vagina ensancharse de manera más fácil durante el nacimiento. También podría ayudar a prevenir los problemas urinarios luego del parto.
  • Trabajar en los músculos de la espalda los hará más fuertes, mejorando la postura y disminuyendo la carga del embarazo en su espalda inferior.

Fehr, quien diseñó por primera vez una clase de ejercicios para mujeres embarazadas hace unos 15 años, dijo que una gran tendencia en el ejercicio hoy en día son las clases de yoga.

"El yoga se ha vuelto tan popular que lo ofrecemos en vez de las clases regulares de buena forma física. El yoga ofrece reducción del estrés y anima al bienestar mental, pero hay que complementarlo con ejercicio cardiovascular", apuntó.

Más información

Para más información sobre el ejercicio durante el embarazo, visite el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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