Lunes, 22 de octubre (HealthDayNews) -- Si eres propenso a malestar intestinal, las frutas y la miel podrían ser tus enemigos gastronómicos.
Reacciones adversas al azúcar simple y natural encontrado comúnmente en las manzanas, los jugos, la miel y los dulces pueden estar detrás de algunos casos del síndrome del intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés), sugirió un reciente estudio.
Cuando investigadores del Centro Médico de la Universidad de Iowa evaluaron a 219 personas quienes se quejaban de gases inexplicables, inflamación y dolor estomacal, encontraron que cuando ingirieron una mezcla de fructosa, la mayoría de ellos mostró intolerancia a la fructosa y muchos también presentaron síntomas del IBS.
Lo que esto implica es que alejarse de la fructosa puede ser una forma simple de disminuir el dolor del IBS para algunos de los 15.4 millones de pacientes de la enfermedad, indicaron los investigadores.
"Puede ser un herramienta útil para intentar identificar la enfermedad", señaló el autor principal, Dr. Young K. Choi, un experto en gastroenterología de la universidad. "Es algo para analizar más adelante".
Los hallazgos fueron presentados hoy en la asamblea anual del Colegio Americano de Gastroenterología en Las Vegas.
Un experto dijo que la teoría tenía sentido.
"Es un trabajo bueno e interesante que apoya lo que ya habíamos presentido", comentó la Dra. Lucinda A. Harris, profesora auxiliar de medicina clínica en el Departamento de Gastroenterología en Weill Medical College de la Universidad de Cornell en la ciudad de Nueva York.
"La fructosa es famosa porque causa gases. Creo que ha habido evidencia en el pasado de que las personas con descendencia europea pueden tener intolerancia a los carbohidratos y a la fructosa. Es útil saber que aún existe otro aspecto de posible tratamiento para el IBS", añadió.
En el estudio, 219 pacientes quienes se quejaban de inflamación inexplicada y dolor por gas fueron seleccionados para realizar una prueba de aliento de fructosa. También llenaron un cuestionario y se les evaluó para el IBS. Con la prueba, los pacientes tomaron 50 miligramos de fructosa en 25 miligramos de agua. Muestras de aliento se recogieron cada 30 minutos durante cinco horas. Se evaluaron las muestras de hidrógeno y gas metano. Estos gases no se reflejan en el aliento a menos que la fructosa no haya sido digerida apropiadamente.
De los examinados, 170 ó 78 por ciento dio positivo. De los que dieron positivo, 130 ó el 82 por ciento mostraron síntomas del IBS. Y 128 ó el 58 por ciento de los pacientes experimentaron problemas gastrointestinales durante la prueba.
"Yo estaba bastante sorprendido de un hallazgo tan altamente positivo", expresó Choi. "Está allá afuera, y sin realizar la prueba nunca lo hubiéramos sabido. No es parte del desarrollo normal. Pudimos equivocarnos con algunos pacientes. Esto puede ser importante para personas quienes han sido diagnosticadas erróneamente y padecieron durante mucho tiempo".
El IBS es una condición crónica en la que el paciente puede oscilar de la diarrea a la constipación y regresar de nuevo, experimentando dolores por gas, en todo el transcurso. Afecta aproximadamente 20 por ciento de todos los estadounidenses, y 70 por ciento de sus pacientes son mujeres. Es difícil de diagnosticar, pero la dieta, el ejercicio y la reducción de estrés puede mejorar los síntomas de la enfermedad.
Muchos doctores recomiendan una dieta libre de lactosa, alta en fibra, con mucha agua, que tampoco contenga grasa, cafeína, alcohol ni dulces. Y ejercitarse con regularidad, aproximadamente de tres a cinco veces en semana, ayuda a mejorar la regularidad intestinal.
Las enfermedades digestivas en general presentan una gran carga en términos de costo y sufrimiento en los Estados Unidos, indicó la Asociación Gastroenterológica Americana. Hay más de 283 millones de casos de enfermedades gastrointestinales cada año.
En los Estados Unidos, hay más de 200 millones de casos de diarrea cada año. Las otras condiciones más comunes son enfermedad de la vesícula bilar, GERD, síndrome del intestino irritable y enfermedad de úlcera péptica.
Qué hacer
Para más información, visita la Asociación Gastroenterológica Americana o la Fundación Internacional para Trastornos Gastrointestinales Funcionales.
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