El tratamiento del alcoholismo puede ayudar a algunos pacientes con un trasplante de hígado

Un estudio encuentra unas tasas más bajas de recaídas y una mayor probabilidad de éxito de la cirugía

MIÉRCOLES, 9 de octubre (HealthDay News) -- Los beneficiarios de un trasplante de hígado con antecedentes de alcoholismo tienen muchas menos probabilidades de volver a beber si siguen un tratamiento contra el abuso de sustancias antes y después del trasplante, según una nueva investigación.

Y un segundo estudio muestra que el abuso de alcohol continuado después de un trasplante de hígado aumenta el riesgo de que el trasplante no funcione. Ambos estudios aparecen en la edición de octubre de la revista Liver Transplantation.

La enfermedad hepática alcohólica (EHA) es la segunda causa más habitual de trasplantes en Estados Unidos y en Europa, pero la investigación sugiere que entre el 10 y el 90 por ciento de los pacientes de EHA que reciben un nuevo hígado empiezan a beber de nuevo después del trasplante.

En el primer estudio, los investigadores hallaron que el 16 por ciento de los pacientes con un trasplante de hígado y con antecedentes de alcoholismo volvieron a beber si recibían un tratamiento para el abuso de sustancias antes y después del trasplante.

Las tasas de recaída fueron del 41 por ciento para los que recibieron un tratamiento para el abuso de sustancias antes del trasplante y del 45 por ciento para los que no recibieron ningún tratamiento para el abuso de sustancias, según James Rodrigue, del Instituto de Trasplantes del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, y sus colaboradores.

"Aunque muchos centros de trasplantes requieren que los candidatos con antecedentes de abuso de alcohol acudan a un tratamiento para el abuso de sustancias antes del trasplante, nuestros hallazgos enfatizan la importancia de continuar la terapia después del trasplante a fin de evitar la recaída en el alcohol", comentó Rodrigue en un comunicado de prensa de la revista.

El segundo estudio halló que los pacientes con la enfermedad hepática alcohólica que volvieron a beber de forma excesiva después de un trasplante de hígado tenían más probabilidades de sufrir una cicatrización del hígado y de que el trasplante fracasara.

"Nuestro estudio pone de relieve la necesidad de evaluaciones continuas del consumo de alcohol como parte de la atención después del trasplante. Dada la escasez de donantes de hígado disponibles, mantener la sobriedad es fundamental para maximizar el uso del órgano y los resultados de los pacientes después del trasplante", comentó en el comunicado de prensa el investigador principal, el Dr. John Rice, de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin.

Más información

El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y de los Riñones de EE. UU. tiene más información sobre el trasplante de hígado.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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