La exposición fetal al abuso de sustancias cambia la estructura del cerebro

Un estudio muestra que el uso de tabaco, alcohol y medicamentos podría afectar a los niños hasta el comienzo de la adolescencia

LUNES 7 de abril (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un estudio señala que los bebés cuyas madres usan cocaína, alcohol o tabaco durante el embarazo podrían sufrir cambios en su estructura cerebral que persisten hasta principios de la adolescencia, según señala un estudio reciente de EE.UU.

Los investigadores del Hospital infantil de Boston y del Centro Médico de Boston utilizaron escáneres por IRM para estudiar los cerebros de 35 niños de edad promedio de 12 años que fueron expuestos a esas sustancias mientras estaban en el vientre.

"Hallamos que las reducciones en la materia gris cortical y el volumen total del cerebro estaban relacionados con la exposición prenatal a la cocaína, el alcohol o los cigarrillos", dijo en una declaración preparada el Dr. Michael Rivkin, autor principal del estudio y neurólogo del Hospital infantil de Boston.

Mientras a más sustancias resultaba expuesto un niño, mayor era la reducción en el volumen del cerebro.

El estudio, publicado en la edición de abril de la revista Pediatrics, es el primero en documentar los efectos a largo plazo de la cocaína prenatal, el alcohol y la exposición al tabaco sobre la estructura cerebral, dijo Rivkin.

Los estudios anteriores han documentado que los efectos cerebrales de la exposición del alcohol prenatal estaban limitados principalmente a los niños que tenían síndrome de alcoholismo fetal. Los niños que tenían esa afección no participaron en el nuevo estudio.

Rivkin anotó que su estudio era demasiado pequeño para encontrar efectos estadísticamente significativos de sustancias individuales tras factorizar la exposición a otras sustancias y fue demasiado pequeño para documentar los efectos de diferentes niveles de exposición prenatal.

Sin embargo, Rivkin dijo que los hallazgos generales eran sumamente sugestivos y tanto él como sus colegas desean seguir investigando este problema de la salud pública. Se calcula que más de un millón de bebés que nacen cada año en los Estados Unidos han estado expuestos al menos a una de estas sustancias mientras están en el vientre.

Los proveedores de atención de la salud ofrecen atención integral a las mujeres embarazadas para ayudarlas a reducir el uso de sustancias nocivas. Y las campañas de salud pública no deberían ignorar los riesgos de algunas sustancias mientras se enfocan en otras, mientras mayor sea el número total de exposiciones prenatales, es probable que sean más perjudiciales y sus efectos más duraderos sobre el cerebro en desarrollo de un bebé, señalaron los autores.

Más información

La American Pregnancy Association tiene más información sobre el bienestar del embarazo.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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