¿La violencia conformó la evolución del rostro humano?

Una nueva investigación descubrió que las manos se hicieron los suficientemente grandes como para cerrar el puño al mismo tiempo que cambió la estructura facial

LUNES, 9 de junio de 2014 (HealthDay News) -- Un nueva investigación sugiere que el rostro humano evolucionó para minimizar las lesiones producidas por los puñetazos en las peleas entre varones.

El estudio indicó que la evolución de los rostros humanos se produjo a medida que los ancestros de los hombres, llamados Australopithecus, evolucionaron de tal modo que llegaron a tener unas proporciones de las manos que les permitían cerrar el puño.

"Los Australopithecus se caracterizaban por una serie de rasgos que podrían haber mejorado la capacidad de lucha, lo que incluía unas manos con unas proporciones que permiten cerrar el puño, lo cual trasforma de manera efectiva el delicado sistema musculoesquelético de la mano en un mazo efectivo para golpear", afirmó el autor del estudio, David Carrier, biólogo de la Universidad de Utah, en un comunicado de prensa de la universidad.

"Si realmente la evolución de las proporciones de nuestras manos se asociaron con la selección de la conducta de lucha, podría esperarse que el objetivo principal, el rostro, haya evolucionado a fin de protegerse mejor de las lesiones al ser golpeado", indicó.

Los investigadores dijeron que sus hallazgos ofrecen más ideas nuevas sobre cómo y por qué los seres humanos evolucionaron con respecto a sus antecesores que vivieron aproximadamente entre hace 4 y 5 millones de años. Los hallazgos también sirvieron para aclarar en cierto modo si el pasado de los seres humanos fue violento o no, añadió.

"Lo que ha mostrado nuestra investigación es que muchos de los caracteres anatómicos de los grandes simios y nuestros ancestros, los primeros homínidos (como, por ejemplo, la postura bípeda, las proporciones de nuestras manos y la forma de nuestros rostros) sí mejoraron, de hecho, su capacidad para pelear", dijo Carrier.

El estudio, publicado el 9 de junio de la revista Biological Reviews, mostró que los huesos que más se rompen durante las peleas son las mismas partes del cráneo que muestran las mayores diferencias entre los varones y las mujeres tanto en los Australopithecus como en los seres humanos.

"En otras palabras, las caras de los varones y de las mujeres son diferentes porque los varones tienen más grandes las partes del cráneo que se rompen en las peleas", señaló Carrier. "Es importante indicar que estas características faciales aparecen en los registros fósiles aproximadamente en el mismo momento en que las proporciones de las manos de nuestros antepasados evolucionaron de tal modo que permitieron que se pudiera cerrar el puño", explicó.

"Juntas, estas investigaciones sugieren que muchas de las características que caracterizan a los primeros homínidos podrían haber evolucionado para proteger el rostro en las peleas en las que se usan los puños", añadió Carrier.

Más información

La Universidad del Sur de California, en Berkley, tiene más información sobre la evolución humana.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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