Medicamento para hipertensión ayuda a la recuperación de pacientes quemados

Detiene la adrenalina, ayuda a reconstruir la masa muscular

Miércoles, 24 de octubre (HealthDayNews) Un medicamento que mitiga la hormona corporal del miedo ayuda a los pacientes quemados y otras víctimas de trauma a preservar la tan necesitada masa muscular durante los primeros días y semanas de la recuperación, reflejó un nuevo estudio.

Los doctores indicaron que propranolol, un medicamento para la presión sanguínea que desacelera el corazón, puede detener la destrucción del músculo y la grasa causada por el flujo de la adrenalina (también llamada epinefrina) luego de quemaduras mayores que cubren áreas extensas de la piel de una persona.

"Cuando alguien se quema o tiene una gran lesión, el nivel de epinefrina se eleva masivamente", indicó el Dr. David Herndon, jefe personal de Shriners Hospitals for Children y autor principal del estudio. "Este medicamento sirve para rebajar el límite de ese ascenso". Un informe de los hallazgos aparece en la edición del 25 de octubre de "New England Journal of Medicine".

En respuesta al trauma, tal como heridas de quemaduras o múltiples fracturas óseas, el cerebro libera adrenalina, que provoca que el corazón lata más rápido. Para tener un ritmo de acción uniforme con este paso, el cuerpo quema músculos para abastecimiento en un proceso llamado catabolismo, que debilita a los pacientes y causa que pierdan cantidades significativas de peso.

Avances en la cirugía, antibióticos más potentes, y una mejor terapia nutricional han disminuido el impacto de la descomposición muscular para víctimas de quemaduras y pacientes con otras condiciones traumáticas. Pero los doctores continúan batallando con formas para prevenir el que los pacientes se auto-descompongan luego de la lesión.

Varios esteroides y hormonas de reconstrucción muscular han sido probados para detener el desgaste, con un éxito mixto. Pero aunque estos compuestos intenten mantener el cuerpo, el método más reciente toma un rumbo diferente, utilizar un bloqueador beta para reducir el apetito muscular de sí mismo.

Los beta-bloqueadores son medicamentos para la presión sanguínea que también se utilizan para prevenir ataques cardiacos en pacientes con enfermedades cardiovasculares quienes vienen al hospital para cirugía mayor. Estos compuestos, que desestabilizan la estimulación beta-adrenérgica que hace que el corazón se contraiga durante el estrés, puede calmar de forma segura el bombeo y recortar el gasto de energía.

Herdon, un profesor de cirugía en la Rama Médica de la Universidad de Texas en Galveston, y sus colegas suministraron propranolol a 13 de 25 niños quienes habían sufrido de quemaduras en al menos 40 por ciento de sus cuerpos. Pacientes con quemaduras tan severas típicamente pierden de 20 a 30 por ciento de su masa muscular, e incluso aún más si desarrollan infecciones, expresó Herndon.

Los investigadores intentaron dar a los pacientes suficiente medicamento oral para suprimir su frecuencia cardiaca a un 20 por ciento menos de un extenso ritmo de, más o menos, 160 latidos por minuto.

Luego de al menos dos semanas, los niños que tomaban propranolol tenían frecuencias cardiacas menores y utilizaron menos energía que una docena de pacientes que tomaban píldoras inactivas. Su balance proteínico muscular una medida de la construcción muscular aumentó a 82 por ciento, en promedio, mientras que los del grupo del placebo decayó un 27 por ciento durante el periodo. El medicamento también ayudó a que los pacientes quemados preservaran masas muscular, que disminuyó marcadamente en los niños no tratados.

"El medicamento hizo que los músculos produjeran más músculos por síntesis proteínica", indicó Herndon. En otras palabras, los pacientes que la tomaron son "significativamente más fuertes. Deben dejarlos salir de los ventiladores, salir a la escuela, ser más fuertes". Además de los pacientes quemados, los beta-bloqueadores deben también ayudar a proteger otras víctimas de traumas de pérdida muscular, recalcó Herndon. Los medicamentos podrían incluso probar ser beneficiosos para pacientes con SIDA y otros enfermedades debilitantes, aunque no han sido probados en estos casos, añadió.

Los beta-bloqueadores tienen algunos efectos secundarios, y tres de los 13 pacientes quienes tomaron propranolol tuvieron que detener el tratamiento brevemente porque la presión sanguínea en sus arterias disminuyó peligrosamente. Los medicamentos también son peligrosos para las personas con asma y otras condiciones respiratorias y estas personas lo deben tomar, advirtió Herdon.

El Dr. Robert Sheridan, un especialista de quemaduras de la Universidad de Harvard y autor de un editorial suplementario del artículo, expresó que es demasiado pronto para estar seguros de que los beta-bloqueadores son favorables para las víctimas de traumas.

"El problema con todas estas terapias es que el completo mecanismo biológico [de la descomposición muscular] es algo de lo que no sabemos mucho", indicó Sheridan, director clínico del servicio de quemaduras severas en Shriners Burns Hospital en Boston.

Debido a que cada animal experimenta una reacción severa a una lesión masiva, la respuesta probablemente contiene importancia evolutiva y es "poco probable que sea completamente dañino", argumentó. Deteniéndolo, "no sabemos si robamos a Pedro para pagarle a Pablo, mejorando un aspecto, pero perjudicando otro aspecto desconocido" de la recuperación.

Qué hacer

La Asociación Americana de Quemados informó que más de un millón de personas en este país sufre de lesiones de quemaduras cada año, y 4,500 mueren a causa de quemaduras o incendios. Aunque el número de admisiones a los centros de quemados se ha duplicado desde 1971, el índice de mortandad anda alrededor de 6 por ciento de pacientes quemados, de acuerdo con el grupo.

Para aprender más acerca del cuidado de quemados, visita Shrine and Shriners Hospital o la Asociación Americana de Quemados.

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