El dolor grave puede provocar el suicidio en las salas de emergencias de los hospitales

Urgen a los cuidadores que estén atentos a las señales en personas sin enfermedad psiquiátrica

MIÉRCOLES, 15 de diciembre (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un grupo que acredita muchos hospitales de EE. UU. urge a los cuidadores de hospitales y salas de emergencias que estén atentos a intentos de suicidio en pacientes sin antecedentes de problemas psiquiátricos.

La nueva alerta, publicada por la Comisión Conjunta, enfatiza que los pacientes psiquiátricos no son los únicos que se suicidan y cita como ejemplo a alguien a quien se diagnosticó recientemente cáncer que acude a la sala de emergencias porque el dolor relacionado con el cáncer se ha vuelto insoportable.

"Un paciente que intenta suicidarse en la sala de emergencias, o en la unidad médica o quirúrgica de un hospital, con frecuencia presenta un conjunto distinto de quejas o un diagnóstico diferente que un paciente hospitalizado en una unidad psiquiátrica", comentó el Dr. Robert Wise, consejero psiquiátrico y médico de la división de evaluación de la calidad de la atención de salud de la comisión.

La alerta sugiere estrategias para ayudar a los hospitales y salas de emergencia a reducir el riesgo de suicidio entre pacientes como éstos.

De los 827 suicidios reportados a la comisión desde 1995, casi el 25 por ciento ocurrió en ámbitos no psiquiátricos, como salas de emergencias, unidades oncológicas y de cuidados intensivos, y hospitales de atención a largo plazo, anotó la comisión. Los métodos de uso más común fueron ahorcarse, ahogarse, sobredosis intencionadas de drogas y estrangulación.

Dado que se informó sobre los suicidios voluntariamente, no hay forma de saber qué tan común es el acto, señaló Wise. Pero un hospital donde ocurre un suicidio examina las circunstancias para determinar las causas potenciales, "y probablemente eso sea más importante que la prevalencia real, pues puede ayudar a evitarlo en el futuro", aseguró.

Las personas con enfermedades que causan dolor crónico, como el cáncer, o un deterioro mental lento, como la demencia, podrían comenzar a pensar en el suicidio, dijo.

"Un paciente al que se ha diagnosticado cáncer que sufre de un dolor intenso e intratable podría sentirse cansado y desesperanzado, aunque tal vez no hable de los problemas emocionales asociados con la enfermedad", dijo Wise, y añadió que los cuidadores tal vez no piensen en preguntarle al paciente dado que ese no es su enfoque inicial.

"El personal de salas de emergencias y hospitales tienden a ver la enfermedad médica, como la fiebre alta o el dolor de pecho que sugieren problemas médicos graves", aseguró. "Podría ser menos probable que piensen en cómo se siente un paciente de cáncer que tiene dolor incesante cuando se le dice que es probable que el dolor aumente porque la enfermedad avanza".

Elana Premack Sandler, especialista en prevención del suicidio del Centro de Recursos para la Prevención del Suicidio de EE. UU., comentó que la alerta de la comisión subraya que no toda persona que muere de suicidio tiene antecedentes psiquiátricos. Logra que proveedores de atención de salud en ámbitos hospitalarios "piensen de forma no tradicional sobre su papel, sobre estar equipados para reconocer las señales de advertencia del suicidio y responder de forma adecuada", enfatizó.

Dichas señales incluyen irritabilidad, agitación, quejas de dolor incesante, rehusarse a recibir visitas o medicamentos, y solicitar el alta temprana, anotó la comisión. La demencia, el dolor o la enfermedad crónicos, el cáncer terminal, las señales agudas de depresión y la intoxicación con drogas o alcohol también pueden aumentar el riesgo de suicidio.

"Estas son señales de las que cualquiera, como los amigos, la familia y los compañeros de trabajo, puede darse cuenta", aseguró Sandler. Y cualquiera que note esas señales, afirmó, debe comunicarse con el personal del hospital u otros profesionales de salud mental que podrían ayudar.

Enseñar a los miembros del personal de hospitales y salas de emergencia sobre los factores de riesgo del suicidio y las señales de advertencia de un intento inminente es el primer paso, según la alerta. Otras estrategias incluyen:

  • Hacer pruebas preventivas de suicidio en la sala de emergencias.
  • Evaluar a todos los pacientes por depresión cuando son admitidos a un hospital.
  • Revisar a cualquiera que se considere en riesgo por artículos que podrían usar para hacerse daño.
  • Animar al personal a llamar a un profesional de salud mental para evaluar a los pacientes considerados en riesgo.

El suicidio es la décima causa principal de muerte en EE. UU. En 2007, hubo 34,598 suicidios reportados, según el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU.

Más información

El Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU. tiene más información sobre la prevención del suicidio.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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