¿Están los hospitales de EE. UU. preparados para el ébola?

Tras el diagnóstico con el virus de una segunda empleada en un hospital de Dallas, los expertos enfatizan que se necesita una mayor vigilancia

MIÉRCOLES, 15 de octubre de 2014 (HealthDay News) -- A día de hoy, se han reportado dos casos confirmados de ébola contraídos por trabajadoras sanitarias en un hospital de Dallas, y los centros médicos de todo el país se apresuran a garantizar que sus medidas de control de infección protegerán al personal y al público.

¿Pero cuenta el personal de la mayoría de los centros con suficientes equipamientos y experiencia para manejar la amenaza de infección que plantea este nuevo, y altamente letal, virus?

El Dr. William Fischer pasó varios meses trabajando con la agencia de ayuda sanitaria Médicos Sin Fronteras en Guinea, uno de los tres países de África occidental que se enfrentan a la epidemia de ébola. Cree que la mayoría de personas que trabajan en las unidades de tratamiento de ébola intentan tomar las medidas necesarias para mantenerse seguras.

Pero los errores, como alguna violación en el protocolo que podría haber llevado a la infección de dos empleadas en el Hospital Presbiteriano de Texas, siempre son posibles, advirtió.

Ambas trabajadoras sanitarias infectadas se encontraban entre las docenas que ayudaron a atender al ciudadano liberiano infectado con el ébola, Thomas Eric Duncan, que murió de la enfermedad en el hospital el miércoles pasado.

La enfermera Nina Pham, de 26 años, fue diagnosticada con ébola en el fin de semana, y ahora la están atendiendo en aislamiento en el centro médico de Dallas. Una segunda enfermera, Amber Joy Vinson, de 26 años, fue diagnosticada a última hora del martes, y también está en una unidad de aislamiento.

Quizá hubo infracciones en el protocolo en el hospital de Dallas, pero "podría haber sucedido en cualquier lugar", según Fischer, profesor asistente de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte.

"Lo que tenemos que hacer ahora mismo es cambiar el juego, y la forma de cambiar el juego es aumentar la vigilancia de forma dramática", planteó. "Es el paso más importante".

Un punto clave de debilidad potencial ocurre en el momento en que una persona infectada y con síntomas se presenta en la sala de espera del departamento de emergencias de un hospital.

El primer paso es asegurar que los médicos y otros trabajadores de atención de salud sean entrenados para detectar con rapidez a una persona que podría estar infectada con ébola, según los expertos. Pero incluso ante la ausencia de un diagnóstico, ciertos pasos (como el uso de ciertos equipamientos de protección) son clave.

Según reportó el periódico The New York Times, el sindicato de enfermeros, National Nurses United, emitió el martes por la noche un comunicado preparado por unos enfermeros del Hospital Presbiteriano de Texas que solicitaron permanecer en el anonimato. Los enfermeros de Dallas dijeron que cuando Duncan llegó en ambulancia al hospital con síntomas de ébola el 28 de septiembre, "permaneció durante varias horas en un área donde había otros pacientes, no en aislamiento".

Cuando un supervisor de enfermería exigió que Duncan se reubicara a una unidad de aislamiento, "se enfrentó a resistencia por parte de otros funcionarios del hospital", señalaba la declaración, según el Times.

Además, los enfermeros que manejaron a Duncan inicialmente usaron solo batas de hospital estándar que "dejaban expuesto el cuello, la parte más cercana a la cara y la boca", señalaron los enfermeros en la declaración, reportó el periódico. "También dejaban expuesta la mayor parte de la cabeza y la bata por debajo de la rodilla. Al principio ni siquiera se les suministraron calzado quirúrgico, ni tampoco se les indicó qué cantidad de pares de guantes debían usar".

Todo esto sucedió mientras Duncan vomitaba y tenía diarrea, y mientras los enfermeros seguían atendiendo a otros pacientes según la declaración.

El ébola se transmite a través de contacto directo con los fluidos corporales como el vómito, la sangre y las heces.

El uso de la ropa protectora adecuada, "ya sea la recomendada por los CDC [los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.] o la OMS [la Organización Mundial de la Salud] probablemente sea efectivo" para evitar la transmisión del ébola, afirmó Fischer.

El punto con el riesgo más alto de infección es mientras se quitan la mascarilla, los guantes, las batas y las botas protectoras.

Katy Roemer, vocera de National Nurses United, declaró a HealthDay que un mejor entrenamiento podría haber ayudado a minimizar el riesgo para el personal y los otros pacientes en Dallas. Pero una encuesta de enfermeros llevada a cabo por su organización encontró que el 76 por ciento dijeron que no habían recibido entrenamiento sobre la admisión de los pacientes de ébola, señaló.

"Los hombres y las mujeres que están poniendo sus vidas en juego para atender a estas personas merecen tener el nivel más alto de protección y entrenamiento para que podamos estar seguros", planteó Roemer.

El Dr. Robert Glatter, médico de medicina de emergencias del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo en que los protocolos para tratar a los pacientes de ébola exigen una bata que sea impermeable a la sangre, el vómito, la diarrea y otros fluidos corporales, guantes dobles, una mascarilla facial y botas protectoras.

Pero el uso de ese equipamiento es algo que se debe practicar, dijo. "Es un asunto de equipo. Hay personas que le dicen qué hacer, supervisores que observan", señaló Glatter.

Fischer se mostró de acuerdo. Dijo que los riesgos para el personal de hospital se pueden minimizar, pero que la práctica y la repetición son esenciales. Esto comienza al cumplir las normas estrictas, sobre todo cuando se trata de quitarse el equipamiento potencialmente contaminado de la misma forma cada vez.

Anotó que la agencia de ayuda médica Médicos Sin Fronteras también insiste en que alguien les diga a los trabajadores de atención de la salud cómo quitarse el equipamiento de forma segura, cada vez que lo hacen.

"Es un proceso ritualizado", explicó Fischer. "Hay una persona cuyo único propósito es decirle qué hacer, ya sea la primera vez o la centésima".

Esas medidas de precaución son esenciales, enfatizó Fischer, porque a diferencia de otras enfermedades infecciosas, como la gripe o la tuberculosis resistente a múltiples fármacos e incluso el VIH, el ébola puede transmitirse fácilmente mediante el contacto directo.

Pero David Sanders, un profesor asociado de ciencias biológicas de la Universidad de Purdue que ha trabajado con el ébola durante una década, no cree que todos los hospitales estén preparados (ni que deban estar preparados) para afrontar los procedimientos especializados de aislamiento que requieren los pacientes de ébola.

En lugar de ello, plantea que los pacientes de ébola que sean atendidos en hospitales que no estén del todo equipados y entrenados para gestionar el virus se transfieran de inmediato a los hospitales que estén preparados.

"Sabemos que podemos hacerlo de forma segura, pero es cuestión de entrenamiento", señaló Sanders.

En la actualidad, dijo Sanders, los CDC piden a todos los hospitales de EE. UU. que estén preparados para gestionar a los pacientes de ébola.

"No creo que la mayoría de lugares cuenten con el entrenamiento. Quizá tengan el equipamiento de control de infecciones, pero no cuentan con el entrenamiento para afrontar este tipo de enfermedad infecciosa", advirtió.

"De verdad necesitamos un esfuerzo mucho más enfocado que el que hemos visto hasta ahora", comentó Sanders.

En una declaración publicada en la mañana del miércoles, los CDC afirmaron que aumentarían sus esfuerzos por ayudar al personal del hospital de Dallas y a cualquier otro centro de Estados Unidos que crea que podría tener un caso de ébola en las manos.

La agencia afirmó que actualmente está "estableciendo un equipo dedicado de los CDC que se desplegaría en unas pocas horas a cualquier hospital con un paciente confirmado de ébola. El Equipo de Respuesta de los CDC proveería respaldo y entrenamiento en persona y experimentado sobre el control de la infección, la seguridad de la atención de la salud, el tratamiento médico, el seguimiento de contactos, los desechos y la contaminación, la educación pública y otros temas".

El equipo especializado también "ayudaría a garantizar que los profesionales clínicos, y los practicantes de salud pública estatales y locales, sigan de forma coherente los estrictos estándares protocolares para garantizar la seguridad del paciente y de los trabajadores de la atención de la salud", enfatizó la agencia.

En declaraciones ante reporteros el martes, el Dr. Tom Frieden, director de los CDC, dijo que "desearía que hubiéramos tenido un equipo como ese disponible el día que se diagnosticó el primer paciente [en Dallas]. Esto podría haber prevenido la infección [de la empleada del hospital]".

Por su parte, Sanders dijo que, dado el creciente tamaño de la epidemia de ébola en África, es probable que se vean casos esporádicos de ébola en Estados Unidos. Eso significa que la mejor forma de proteger a los estadounidenses de la infección es suprimirla en África, planteó.

Más información

Para más información sobre el ébola, visite la Organización Mundial de la Salud.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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