Compartir las recetas médicas es perjudicial y no ayuda

Investigadores informan que una de cada cuatro personas que pidieron prestado un medicamento experimentaron un efecto secundario

MIÉRCOLES, 11 de noviembre (HealthDay News/DrTango) -- Compartir las recetas médicas con un miembro de la familia o amigo que necesita atención podría parecer lo correcto, hasta una obra de caridad. Pero una investigación reciente resalta los peligros potenciales de circular estos medicamentos.

De las personas que pidieron prestado un medicamento para otra persona, el 25.1 por ciento experimentó algún tipo de efecto secundario, según informaron investigadores el miércoles en la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Salud Pública en Filadelfia.

Aunque el 77.3 por ciento de los que tomaron prestadas recetas señalaron que habían mendigado medicamentos en lugar de acudir a un proveedor de atención de la salud y para muchos simplemente retrasó lo inevitable. Al final uno de cada tres buscó atención médica de todos modos.

Mucha gente se ha concentrado en "compartir medicamentos con fines recreativos" o abusar de los medicamentos recetados "por las sensaciones que producen", explicó Richard C. Goldsworthy, director de investigación y desarrollo de The American Edge, un productor de medios educativos con sede en Bloomington, Indiana.

"Lo que la gente no ha tenido en cuenta es lo que hemos empezado a llamar "compartir medicamentos de manera altruista", dijo. "Es cuando usted no se siente muy bien y resulta que un amigo tiene algo de medicamento de sobra de cierto tipo que trata síntomas similares a los que usted cree tener y se lo presta".

En un estudio anterior, Goldsworthy y sus colegas informaron que un veinte por ciento de los adolescentes estadounidenses aseguraron que intercambian medicamentos recetados como antibióticos y medicamentos para la alergia con sus amigos. El nuevo estudio corrobora la frecuencia con la que se comparten medicamentos en los EE. UU., en el que uno de cada cinco reconoce que toma medicamentos prestados.

Muchos creen que "no es gran cosa", explicó.

Sin embargo, un experto advirtió que según el medicamento, la dosis y otros factores, puede ser gran cosa.

"Siempre ha habido un problema, sobre todo con medicamentos como los analgésicos", señaló Allen J. Vaida, vicepresidente ejecutivo del Instituto de Prácticas Seguras de Medicación (Institute for Safe Medication Practices, ISMP) de Horsham, Pensilvania.

Los analgésicos vienen en dosis distintas y algunos combinan, digamos, un opioide con acetaminofén (el ingrediente activo del Tylenol), dijo. Si el que toma prestado ya está tomando un analgésico de venta libre como el mencionado Tylenol, podría estar duplicando la dosis de acetaminofén, advirtió Vaida.

En un caso trágico, una niña de seis años fue encontrada sin sentido en su cama al día siguiente de que su madre adoptiva le pusiera un parche de fentanil que le había sobrado, informó el ISMP. El niño murió antes de llegar a la sala de emergencias.

Pero los analgésicos no son la única causa de consecuencias no intencionales. Compartir las gotas para los ojos puede propagar la infección, anotó Vaida. Usar antibióticos sobrantes puede ser tratamiento innecesario o tratamiento con el antibiótico incorrecto, señaló. Además, tomarse el medicamento para la ansiedad de otra persona sin las advertencias apropiadas puede causar mareo inesperado o somnolencia al volante.

Hace una semana, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos lanzó una nueva campaña dirigida a reducir el "daño prevenible" del uso de medicamentos. Tomar medicamentos indicados para otra persona se encuentra entre los peligros potenciales que resaltaron.

"Demasiadas personas sufren lesiones innecesarias por el uso evitable de medicamentos, los errores otros problemas", señaló en una declaración la Dra. Margaret A. Hamburg, comisionada de la FDA. La FDA está lanzando la Iniciativa de uso seguro (Safe Use Initiative) para desarrollar soluciones dirigidas a la reducción de estas lesiones.

Para saber si compartir medicamentos perjudica a la gente, Goldsworthy había capacitado a agentes de campo para realizar entrevistas personalizadas de unas 2,800 personas de 11 mercados diferentes.

De los que reconocieron que tomaban prestados medicamentos recetados, muchos nunca recibieron advertencias o instrucciones escritas (el 54.6 por ciento) o verbales (el 38.2 por ciento) de la persona que les prestó el medicamento.

Entre la gente que retrasó buscar atención, la mitad nunca le dijo a su proveedor de atención de la salud que había tomado un medicamento prestado.

"No sabemos realmente qué tan graves fueron los efectos secundarios. Realmente es una limitación del estudio", afirmó Goldsworthy. "Tampoco sabemos, por el análisis que hemos hechos hasta ahora, cuántas de esas personas en realidad buscaron un efecto secundario".

Aún así, la prevalencia de efectos secundarios sugiere que el riesgo de daño es una posibilidad real.

Evitar consecuencias no intencionadas para la salud comienza con la educación, aseguró Vaida. Médicos, farmaceutas y enfermeros necesitan decirle a los pacientes que no deben compartir sus medicamentos con su familia o sus amigos, explicó.

La gente también debe adquirir el hábito de organizar sus armarios de medicamentos y devolver lo que sobre, lo que no se ha usado y lo que esté vencido a los programas comunitarios de devolución, agregó.

"Eso es algo que debería hacerse todo el tiempo en todas las comunidades", señaló Vaida.

Más información

Para más información sobre la prevención de errores con los medicamentos, visite el Institute for Safe Medication Practices.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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