MARTES, 1 de julio de 2014 (HealthDay News) -- Los médicos de algunos estados parecen ser más liberales al recetar unos potentes narcóticos, llevando a unas amplias variaciones en el uso de narcóticos entre los estados, reportaron el martes las autoridades sanitarias de EE. UU.
Los médicos de Alabama (el estado con el mayor número de recetas de analgésicos narcóticos) emitieron casi tres veces más de esas recetas que los médicos de Hawái (el estado con el menor número de recetas), según investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
"El mensaje final es que no observamos un uso consistente, efectivo ni adecuado de las recetas de analgésicos en el país, y eso es un problema debido a las muertes resultantes", apuntó en una conferencia de prensa el Dr. Tom Frieden, director de los CDC.
Frieden añadió que cada día 46 personas mueren de una sobredosis de analgésicos recetados.
En general, los proveedores de atención médica recetaron 259 millones de recetas de los potentes analgésicos en 2012, según datos sobre las recetas recolectados de las farmacias de venta al detalle por un distribuidor comercial, reportaron los CDC.
"Eso es suficiente para que cada adulto estadounidense tenga su propio frasco de pastillas", señaló Frieden.
El análisis de los CDC sobre las tendencias en la emisión de recetas también halló que:
Pero el análisis de los CDC también halló que los estados que se ponen estrictos con las recetas de los analgésicos narcóticos pueden limitar el número de muertes por sobredosis de forma dramática. Los CDC apuntaron a Florida como un importante ejemplo de un éxito.
"Florida muestra que la política y el cumplimiento importan. Cuando se toman medidas serias, se obtienen resultados alentadores", señaló Frieden.
La tasa de muerte por sobredosis de fármacos recetados de Florida se redujo entre 2010 y 2012, después de que los legisladores y las autoridades policiales tomaran medidas para controlar la amplia disponibilidad de analgésicos narcóticos, señalaron los CDC.
Los declives en Florida en las muertes vinculadas a analgésicos recetados específicos (oxicodona, metadona e hidrocodona) fueron paralelos a los declives en las tasas de emisión de recetas de esos medicamentos, apuntaron los investigadores.
Las autoridades de Florida tomaron medidas después de que las muertes por sobredosis aumentaran en un 61 por ciento entre 2003 y 2009, reportaron los CDC.
La epidemia de medicamentos recetados en Florida se hizo tan desenfrenada que otros estados se vieron involucrados en el drama, comentó el Dr. M. Fahad Khan, profesor asistente del Departamento de Anestesiología del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
"Practicar la medicina incluso tan lejos como Nueva York no significaba que se era inmune a los problemas de Florida, dado que los médicos de Florida iniciaron las recetas de opiáceos para muchos de los pacientes de este estado", apuntó Khan. "Como especialista en medicina del dolor, llamaba la atención de inmediato cuando se veía que el estado de residencia del paciente era Florida en el formulario de ingreso de la clínica".
La Legislatura Estatal de Florida implementó en 2010 unas leyes que fortalecieron la regulación de las clínicas del dolor, que habían sido una importante fuente de recetas cuestionables de narcóticos, según los CDC. Las clínicas tuvieron que registrarse en el estado, y se les prohibió despachar analgésicos narcóticos desde sus oficinas.
La policía dio seguimiento con una serie de redadas de alto perfil por todo el estado.
Todas las muertes por sobredosis en Florida (incluyendo los fármacos recetados y las drogas ilegales) se redujeron en un 18 por ciento entre 2010 y 2012. Y el dramático declive ocurrió aunque la tasa de muertes por sobredosis de heroína se duplicó o más en el mismo periodo.
Los CDC dijeron que los estados que desean comprometerse seriamente con el control del abuso de los medicamentos recetados pueden:
Pero algo incluso más efectivo sería una base de datos nacional de vigilancia de las recetas que cruce las líneas estatales, aseguró Khan. Khan tiene acceso a la base de datos de monitorización de las recetas de Nueva York, pero halla que es de uso limitado para revisar el uso de medicamentos de sus pacientes.
"Dado que una gran parte de mis pacientes residen en Nueva Jersey o en Connecticut, y por tanto también surten sus recetas en esos lugares, esos pacientes no aparecen en mi base de datos ahora", lamentó Khan.
Las facultades de medicina también pueden ayudar al proveer más entrenamiento sobre la adicción a los futuros médicos, apuntó Janina Kean, presidenta y directora ejecutiva del Centro de Recuperación High Watch en Kent, Connecticut.
"A veces tienen una sola clase sobre la adicción en la facultad de medicina, y eso es todo", lamentó Kean. "Deberían tener una rotación significativa en donde se les entrene en la medicina de la adicción, para que puedan detectar las señales de advertencia en sus pacientes".
Más información
Para más información sobre el abuso de drogas, visite los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
© Derechos de autor 2014, HealthDay