La asfixia con la comida, un peligro en la niñez, persiste

Cada día, unos 34 niños son admitidos a las salas de emergencias de EE. UU., mientras los expertos instan a una mayor concienciación

LUNES, 29 de julio (HealthDay News) -- Unos 34 niños son tratados en las salas de emergencias de EE. UU. cada día por asfixiarse con la comida, según un informe reciente, a pesar de las campañas educativas y otros esfuerzos de prevención.

"Se trata de algo muy común", apuntó el investigador, el Dr. Gary Smith, director del Centro de Investigación y Políticas de Lesiones del Hospital Pediátrico Nacional en Columbus, Ohio.

Con sus colegas, Smith observó una base de datos nacional, comparando el número de lesiones por asfixia por año. En 2001, unos 10,400 niños de EE. UU. fueron tratados en los departamentos de emergencia por asfixias con comida que no resultaron letales. Entre 2001 y 2009, el estimado anual fue de unos 12,400 niños, de 14 años o menores, halló Smith.

Los investigadores rastrearon solo las lesiones no mortales, apuntó Smith, porque la base de datos no provee una información adecuada sobre las muertes relacionadas con la asfixia por comida.

La edad promedio de los niños tratados fue de 4.5 años. El grupo de edad que abarcaba desde los recién nacidos hasta los niños de 4 años conformó alrededor del 62 por ciento de los episodios.

Los alimentos comunes involucrados fueron los dulces, la carne, los huesos, las frutas y las verduras. El nuevo estudio aparece en línea el 29 de julio y en la edición impresa de agosto de la revista Pediatrics.

Se cree que este es el primer estudio nacionalmente representativo en enfocarse solo en las asfixias infantiles no letales relacionadas con la comida tratadas en los departamentos de emergencia de EE. UU. durante un periodo de muchos años.

"Creemos que se debe prestar más atención a la asfixia con la comida", planteó Smith. Señala las medidas de protección utilizadas para los juguetes, como incluir la edad adecuada para el uso de los juguetes en la etiqueta y otras medidas educativas, y afirma que algunas de esas estrategias pueden ayudar a reducir las asfixias con la comida en la niñez.

Entre las estrategias que Smith propone se incluyen etiquetas en los alimentos, la educación pública y rediseñar algunas comidas. Las etiquetas de los alimentos podrían advertir a los padres del peligro de asfixia para los niños pequeños, de forma muy parecida a los juguetes.

Un ejemplo de un nuevo diseño que ha supuesto un cambio, señala, es el rediseño de las paletas estándares para aumentar su seguridad mediante un mango curvo y otras características.

Combinar estrategias siempre ofrece un mejor resultado, enfatizó. "Sabemos que las etiquetas son una cosa que podemos hacer, pero sabemos a partir de la experiencia con otros [esfuerzos] de salud pública, que el etiquetado solo no es efectivo".

Los hallazgos del estudio verifican lo que los médicos de emergencias ya saben, aseguró el Dr. Rodney Baker, director de la división de medicina de emergencia del Hospital Pediátrico de Miami. "Hay un número significativo de niños que tienen que ir a emergencias porque se asfixiaron con la comida", advirtió.

La lista de alimentos comunes vinculados con la asfixia hallada por el equipo de Smith suena bastante familiar, aseguró Baker. Baker dijo que con frecuencia trata a niños que se han asfixiado con frutos secos, y que a veces necesitan un procedimiento llamado broncoscopia para eliminar la comida que se ha inhalado a las vías respiratorias.

Baker planteó que lo que se necesita para reducir la asfixia con comida entre los niños es "más entrenamiento, más enseñanza y más concienciación". Algunos de los incidentes de asfixia son difíciles de prevenir, dijo, pero los padres pueden tomar unas precauciones sencillas. Por ejemplo, "si le va a dar una salchicha a su hijo, córtela a lo largo", aconsejó. Esto eliminará la forma cilíndrica, que puede ser peligrosa cuando los niños pequeños comen alimentos con ese diseño.

A los padres y a los abuelos les gusta dar a los niños comida en trocitos, apuntó Baker, porque es cómodo y para los niños comérsela resulta fácil. Sin embargo, sugirió tomar precauciones y evitar los alimentos con los que es fácil asfixiarse, como las uvas y los frutos secos.

Smith dijo que los padres y otros cuidadores pueden también tomar una clase de primeros auxilios o RCP que incluya instrucciones sobre cómo manejar a una víctima de asfixia.

Más información

Para más información sobre cómo prevenir la asfixia en los niños, visite la Childhood Injury Prevention Alliance.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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