Las minorías son menos propensas a recibir analgésicos potentes en las salas de emergencias

Un estudio halla que los blancos reciben más opioides recetados que los negros y los hispanos

MIÉRCOLES 2 de enero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Si llega a una sala de emergencia con mucho dolor, es menos probable que le receten un narcótico para aliviar el dolor si no es blanco, según muestra una investigación.

Las razones para esa disparidad no están claras, pero no hay duda de que las minorías no reciben un tratamiento efectivo para el dolor en las salas de emergencia con la misma frecuencia que los blancos, según el Dr. Mark Pletcher, autor del estudio y profesor asistente de epidemiología y bioestadística de la Universidad de California en San Francisco. "No hay diferencia en cuanto a la intensidad del dolor o el tipo de dolor que presentan los pacientes, pero la diferencia en cuanto a la prescripción de opioides es consistente".

Para llegar a esa conclusión, Pletcher y sus colegas examinaron los informes de una encuesta nacional sobre las visitas a las salas de emergencia entre 1993 y 2005. Las visitas relacionadas con el dolor ascendieron a 156,729, o el 42 por ciento, de las 374,892 visitas registradas por la encuesta.

Los hallazgos aparecen en la edición del 2 de enero del Journal of the American Medical Association.

Los investigadores sí hallaron que los médicos habían empezado a recetar analgésicos potentes, incluidas la morfina, la codeína, la oxicodona y Vicodin con más frecuencia en los últimos años. El 37 por ciento de los casos relacionados con dolor fueron tratados con narcóticos en 2005, un incremento de 23 por ciento respecto a 1993.

El uso generalizado de medicamentos opioides ha aumentado debido, según anota el estudio, a que los médicos empezaron a prestar más atención al mal tratamiento del dolor en la década de los noventa.

Sin embargo, esa mayor atención parece estar matizada por la raza del paciente. Los pacientes blancos recibieron medicamentos opioides el 31 por ciento de las veces, en comparación con una menor tasa entre los negros (23 por ciento), los hispanos (24 por ciento) y otros grupos como los asiáticos (28 por ciento).

En 2005, los blancos recibieron estos medicamentos el cuarenta por ciento de las veces, mientras que todos los demás lo hicieron el 31 por ciento de las veces.

Aunque existen preocupaciones sobre la adicción a los opioides, es correcto recetarlos cuando el dolor es significativo, apuntó Pletcher. Aún así, sólo se prescriben alrededor de la dos terceras partes de las veces para los cálculos renales y la mitad de las veces para las fracturas serias, apuntó, cuando esas cifras deberían ser de al menos el noventa por ciento.

Los pacientes podrían mostrarse renuentes a tratar el dolor de manera agresiva debido a las preocupaciones por el abuso de los opiáceos, agregó. También, los pacientes tienen que pasar por muchos procesos para conseguir la receta.

"Deben visitarnos y decirnos que tienen dolor, además deben convencer a la enfermera y al médico que tienen un dolor que amerita un opioide. Este medicamento debe ser recetado y administrado", apuntó Pletcher. "Hay suficientes barreras para que no ocurra con la frecuencia con que debería".

¿Por qué es menos probable que los médicos receten estos medicamentos a las minorías? El estudio no responde a esa pregunta, pero Pletcher señaló que existen varias razones potenciales.

"Podría tratarse de puro prejuicio racial", destacó. "Pero es probable que sea algo mucho más sutil e insidioso que eso. La interacción que ocurre entre un paciente y el médico es compleja en términos de comunicación interpersonal y podría ser menos probable que los pacientes de los grupos minoritarios se quejen y exijan un buen control del dolor. También podrían ser menos propensos a mostrar debilidad al pedir un analgésico".

Además, "es posible que exista una mala comunicación en general y barreras del idioma", destacó. "Son muchos los factores que pueden incidir en el camino de la atención ideal".

Según Pletcher, los hallazgos deberían ser un "llamado a la acción" para mejorar el sistema.

Más información

Para saber más sobre los opioides como tratamiento para el dolor crónico, visite la American Pain Society.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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