Un estudio cuestiona el valor de una cirugía común para la rodilla

El procedimiento para reparar un menisco roto no funcionó mejor que uno falso para el alivio del dolor persistente

JUEVES, 26 de diciembre de 2013 (HealthDay News) -- Las mejoras en el dolor de rodilla tras un procedimiento ortopédico común parecen deberse sobre todo al efecto placebo, sugiere un nuevo estudio finlandés.

La investigación, que aparece en la edición del 26 de diciembre de la revista New England Journal of Medicine, tiene implicaciones serias para los 700,000 pacientes que se someten a cirugía artroscópica cada año en EE. UU. para reparar una rotura de menisco. El menisco es una capa de cartílago en forma de C que protege a la articulación de la rodilla.

Para la reparación del menisco, los cirujanos ortopédicos usan una cámara e instrumentos minúsculos insertados a través de unas incisiones pequeñas alrededor de la rodilla para rasurar el tejido dañado. La idea es que limpiar los restos agudos e inestables de la articulación debería aliviar el dolor.

Pero una creciente evidencia sugiere que, para muchos pacientes, el procedimiento simplemente no funciona como se espera.

"Ya ha habido varios ensayos, que incluyen a este, en que los cirujanos han examinado si la cirugía para la rotura de menisco logra alguna cosa, básicamente, y la respuesta en todos esos estudios ha sido que no, que no lo logra", comentó el Dr. David Felson, profesor de medicina y salud pública de la Universidad de Boston. Felson no participó en la nueva investigación.

Para el nuevo estudio, los médicos reclutaron a pacientes de entre 35 y 65 años que habían sufrido una rotura de menisco y de dolor de rodilla durante al menos tres meses para que se sometieran a un procedimiento artroscópico a fin de examinar la articulación de la rodilla. Si un paciente no tenía también artritis, y el cirujano que observaba la rodilla determinaba que era elegible para el estudio, abría un sobre en el quirófano con más indicaciones.

En ese momento, se extirpó parte del menisco dañado a 70 pacientes, mientras que a otros 76 pacientes no se les hizo nada más. Pero los cirujanos hicieron todo lo que pudieron para que el procedimiento falso se pareciera al verdadero. Pidieron los mismos instrumentos, se movieron y presionaron la rodilla como lo harían de cualquier forma, y usaron instrumentos mecánicos sin las cuchillas para simular las vistas y los sonidos de la reparación del menisco. Incluso controlaron la duración de los procedimientos para que uno no durara menos que otro. No se dijo a los pacientes si su rodilla se había reparado o no.

"Fue un estudio maravillosamente diseñado, increíble", aseguró Felson.

Ambos grupos mejoraron tras la cirugía. Sorprendentemente, los que se sometieron al procedimiento falso reportaron mejoras en el dolor y en la función que fueron casi idénticos a los de los que se sometieron a una reparación real del menisco. La mejora promedio para ambos grupos varió entre 20 y 30 puntos en una escala del dolor de 100 puntos.

Además, la mayoría de pacientes de ambos grupos se mostraron satisfechos con los resultados. El estudio halló que el 77 por ciento del grupo de la cirugía dijeron que estaban contentos con el resultado, frente al 70 por ciento de los que no recibieron la cirugía, y el 89 por ciento del grupo de cirugía reportó mejora en el dolor de rodilla, en comparación con el 83 por ciento del grupo del placebo. Casi todos dijeron que estarían dispuestos a repetir el procedimiento: el 93 por ciento del grupo de cirugía frente al 96 por ciento de los que se sometieron al procedimiento falso.

"Espero escuchar los gritos de la comunidad ortopédica. Se trata del procedimiento ortopédico más común", apuntó el autor del estudio, el Dr. Teppo Jarvinen, residente del departamento de ortopedia y traumatología del Hospital Central de la Universidad de Helsinki, en Finlandia.

"No espero que la gente esté feliz de que alguien muestre que algo que han estado haciendo no funciona mejor que un procedimiento falso, ¿pero qué puedo hacer? Es la evidencia", señaló.

Un estudio publicado en la misma revista en marzo halló que la cirugía no era mejor para el dolor de rodilla que la fisioterapia para los pacientes con una enfermedad más avanzada, es decir, los que tenían una rotura de menisco que también sufrían de osteoartritis.

A pesar de esta última ronda de resultados desalentadores, varios expertos dijeron que era importante no generalizar demasiado los hallazgos más recientes.

"Creo que debemos tener cuidado de no plantear una conclusión general de que la cirugía del menisco no tiene un rol", señaló el Dr. Scott Rodeo, cirujano ortopédico encargado del Hospital de Cirugía Especial, en la ciudad de Nueva York.

Rodeo apuntó que la reparación del menisco podría seguir siendo útil para los pacientes que experimentan síntomas del menisco, como crujidos y molestias cuando mueven la rodilla.

Y Felson dijo que la reparación del menisco podría seguir siendo útil para las personas que se lesionan las rodillas de forma repentina, como las que juegan deportes.

Pero entre las que sufren de un dolor de rodilla que se presenta de forma gradual y que persiste sin alivio, Felson apuntó que el tratamiento médico con fisioterapia y antiinflamatorios parece ser la mejor opción.

"Creo que es lo indicado", aseguró.

Más información

El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de EE. UU. ofrece más información sobre el dolor de rodilla y la cirugía de rodillas.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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