La vitamina E ayuda a tratar la enfermedad hepática común

Un estudio halla que sólo es efectiva en menos de la mitad de los casos

MIÉRCOLES, 28 de abril (HealthDay News/DrTango) -- Un estudio reciente identificó la vitamina E como un tratamiento que puede proporcionar alivio a muchos de los más de 10 millones de estadounidenses que según las estimaciones sufren de la enfermedad hepática crónica más común.

"Esto demuestra claramente que la vitamina E es efectiva en el tratamiento de los pacientes de esteatohepatitis no alcohólica que no tienen diabetes activa", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Arun J. Sanyal, director de la división de gastroenterología, hepatología y nutrición de la Universidad Estatal de Virginia. En la edición en línea del 28 de abril de New England Journal of Medicine aparece un informe sobre el ensayo.

Un segundo medicamento probado en el ensayo, el medicamento para la diabetes pioglitazona (Actos), proporcionó alivio pero no cumplió con el estándar de comparación establecido en el estudio, agregó Sanyal.

El ensayo no evaluó ambos tratamientos cara a cara. En cambio, cada uno se comparó contra un placebo, una sustancia inactiva. Estos tratamientos se eligieron para el ensayo debido a que otros estudios anteriores habían indicado que la resistencia a la insulina era un aspecto importante de la afección, que de manera informal se conoce como enfermedad del hígado graso no inducida por el alcohol, aunque el estrés oxidativo también juega un papel importante, aseguró Sanyal. Actos reduce la resistencia a la insulina, mientras que la vitamina E es un antioxidante.

El estudio indica que quizá el 43 por ciento de las personas que tienen esta afección pero que no son diabéticas podrían beneficiarse de una dosis diaria de vitamina E, destacó Sanyal. Aunque algunos medicamentos se han mostrado promisorios en pruebas iniciales, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. no ha aprobado ningún medicamento para el tratamiento de la enfermedad de hígado graso no inducida por el alcohol.

La acumulación de depósitos grasos en el hígado, causados por la afección, a menudo crea sólo problemas de salud menores. Sin embargo, la enfermedad puede progresar a una cirrosis y al deterioro peligroso de la función hepática que puede amenazar la vida.

En el estudio de 96 semanas participaron 247 adultos con la afección, ninguno de los cuales tenía diabetes. Algunos pacientes recibieron 30 miligramos al día de Actos, otros 800 unidades internacionales (UI) de vitamina E cada día y otros un placebo. En el 43 por ciento de los que recibieron vitamina E se observó una tasa significativa de mejora en marcadores de la enfermedad, como la inflamación, en comparación con el 19 por ciento de los que recibieron el placebo. Así mismo, se observaron mejoras similares en el 34 por ciento de los que recibieron Actos, en comparación con el 19 por ciento de los que recibieron un placebo, una diferencia que no fue estadísticamente significativa.

Actos podría ser un tratamiento viable en algunas personas con enfermedad del hígado graso, pero el estudio encontró que su uso se asociaba a un aumento significativo de peso, algo que se mantuvo a lo largo del estudio, destacó.

Y la vitamina E "no debería verse como una panacea", dijo. "Esto no significa que todo el mundo debería empezar a tomar vitamina E".

Debido a que un alto porcentaje de personas no respondió a la vitamina E, el tratamiento sólo se debe administrar bajo la supervisión de un médico con un seguimiento continuo para determinar si funciona apropiadamente, dijo Sanyal.

Y aunque no se observaron efectos secundarios en el régimen de la vitamina E, el pequeño tamaño del estudio y su relativamente corta duración no constituyen una prueba definitiva de que no surgirán problemas, señaló.

"La vitamina E será un arma más dentro del arsenal del que disponen los médicos para tratar a los pacientes con esteatohepatitis no alcohólica", dijo Patricia R. Robuck, consejera del Instituto Nacional sobre la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y del Riñón de EE. UU., "pero se deben observar precauciones importantes".

El ensayo sólo incluyó a "una población relativamente sana que no tenía diabetes ni ninguna enfermedad cardiovascular", señaló Robuck. "Para estas personas, puede ser un tratamiento importante. Pero, ¿debería todo el mundo empezar a tomar vitamina E? No, en lo absoluto. Se debe hacer bajo la atención de un médico y una supervisión cuidadosa".

Más información

Para conocer más sobre la enfermedad del hígado graso, visite la American Liver Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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