Beber de manera moderada podría proteger contra la enfermedad de Alzheimer

Sin embargo, un estudio halla que solo entre los que no tienen problemas cognitivos
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LUNES, 13 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Una investigación reciente sugiere que los adultos mayores que no tienen antecedentes de demencia podrían reducir sus probabilidades de Alzhéimer y otros tipos de declive cognitivo al consumir alcohol de manera moderada y regular.

Los autores del estudio definieron "moderado" como entre una y dos bebidas diarias y observaron que beber en este rango se relaciona con una reducción de cerca de cuarenta por ciento en el riesgo de demencia, en comparación con los no bebedores.

Sin embargo, los que tienen antecedentes incluso de problemas moderados de salud cerebral no parecieron beneficiarse de ninguna cantidad de consumo de alcohol y parecieron enfrentarse a riesgos significativamente mayores de demencia frente a un hábito de consumo intenso de alcohol.

"Hallamos que para adultos mayores cognitivamente normales, el riesgo más bajo de demencia fue para los que bebieron en promedio de entre una y dos bebidas alcohólicas diarias", señaló la Dra. Kaycee M. Sink, profesora asistente de medicina del departamento de medicina interna de la sección de gerontología y medicina geriátrica de la Facultad de medicina de la Universidad Wake Forest de Winston-Salem, Carolina del Norte. "Sin embargo, para los adultos mayores que comenzaron el estudio con problemas cognitivos leves, el uso de alcohol no protegió".

Sink y sus colegas debían presentar sus hallazgos el lunes en la reunión anual de la Alzheimer's Association en Viena.

Los hallazgos se basan en el trabajo con 3,069 adultos libres de demencia mayores de 75 que vivían en la comunidad.

Casi todos eran blancos y todos se sometieron a pruebas iniciales para identificar a los que ya tenían formas leves de impedimento cognitivo. Durante los seis años del estudio, los participantes también informaron sobre su comportamiento de consumo de alcohol y se dividieron en abstemios, ligeros (entre una y siete bebidas a la semana), moderados (entre ocho y catorce) y empedernidos (más de catorce a la semana).

Sink y su equipo halló que 482 de los participantes tenían impedimento cognitivo leve cuando se lanzó el estudio. Para el final, se habían diagnosticado 523 casos nuevos de demencia.

Luego de tener en cuenta otras enfermedades, depresión, niveles de actividad y salud cognitiva, los autores concluyeron que el consumo moderado de alcohol confirió una reducción de 37 por ciento en el riesgo de demencia para aquellos cuya salud cognitiva era normal al comienzo del estudio.

"A partir de este estudio, no podemos recomendar que los adultos mayores que no beben deban comenzar a hacerlo", advirtió Sink. "Pero es razonable decir que si usted ya es un consumidor de alcohol entre ligero y moderado, podría reducir el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer y otro tipo de demencias. Sin embargo, si usted ya tiene problemas de memoria o de pensamiento, consumir alcohol podría acelerar el declive de la memoria".

La Dra. Laurel Coleman, médica geriatra del Centro médico Maine de Portland, señaló que los hallazgos "coinciden con lo que yo esperaría".

"Es muy creíble porque coincide con otros estudios sobre el tema y con el trabajo de prevención de la enfermedad cardiaca", anotó. "Además se ha demostrado que el uso moderado de alcohol protege contra la enfermedad cardiaca, por lo que tiene sentido para mí que también pueda proteger la salud cerebral".

Greg M. Cole, director asociado del Centro de investigación sobre la enfermedad de Alzheimer de la Facultad de medicina David Geffen de la UCLA en Los Ángeles, estuvo de acuerdo.

Anotó que aunque el efecto protector aparente del consumo moderado de alcohol parecía sorprendentemente elevado, "el hecho de que se viera una reducción relacionada del riesgo no resulta tan sorprendente",.

Cole agregó que "el Alzhéimer se traslapa intensamente con la enfermedad cardiovascular. Además, hay varios estudios que han relacionado el riesgo reducido de enfermedad cardiovascular con un riesgo en los niveles de HDL (el llamado colesterol 'bueno'), que pueden venir con el consumo de cantidades pequeñas de alcohol. Además, se ha pensado que esto podría afectar potencialmente de manera positiva el riesgo de demencia vascular y Alzhéimer. Entonces, hay justificación sólida para este hallazgo".

La conexión entre la salud cardiovascular y el Alzhéimer es, de hecho, tema de otro estudio que también se presentó en la reunión.

En este caso, un equipo de la Universidad de Connecticut halló que cerca de las dos terceras partes de los 690 adultos encuestados pensaba de manera incorrecta que no hay relación entre el Alzhéimer y la obesidad o la presión arterial alta, dos factores de riesgo significativos de complicaciones para la salud cardiaca. A la luz de esto y de otras concepciones erróneas resaltadas en la encuesta, los autores del estudio instaron a esfuerzos más intensos por promover que se mejoren los "conocimientos sobre demencia".

Además, un tercer estudio de la reunión revela que el trastorno por estrés postraumático (TEPT) aumentó el riesgo de desarrollar demencia.

Los investigadores de la Universidad de California en San Francisco llegaron a esta conclusión luego de examinar los registros de 2001 a 2007 suministrados por la Base de datos nacional sobre atención de pacientes de Asuntos de Veteranos acerca de más de 181,000 veteranos estadounidenses. La conclusión fue que, durante el estudio de siete años, los que tenían TEPT desarrollaron demencia a un índice cercano al once por ciento, mientras que los que no tenían antecedentes de TEPT desarrollaron demencia a un índice cercano al siete por ciento.

Más información

La Alzheimer's Association ofrece más información sobre los factores de riesgo del Alzhéimer.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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