Brindemos por la salud de las arterias

Beber con moderación previene el endurecimiento arterial, especialmente en las personas mayores

Martes, 13 de noviembre (HealthDayNews) -- Adelante, toma un trago, o hasta dos. Sólo no pases más allá de eso.

Investigadores del Instituto Nacional de Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés) han encontrado que el tomar de leves a moderadas cantidades de alcohol bien sea vino, cerveza o licor fuerte puede reducir el endurecimiento de las arterias que ocurre como una parte natural del envejecimiento. El beneficio fue más del 20 por ciento en personas mayores de 70 años.

El estudio, presentado ayer en la conferencia Sesiones Científicas 2001 Asociación Americana del Corazón en Anaheim, California, también encontró que ni la abstención ni el exceso de licor tienen los mismos efectos beneficiosos. "Un poquito puede ser bueno, pero demasiado puede ser desastroso", indicó el co-autor del estudio, el Dr. Jerome Fleg, cardiólogo titular en el Centro de Investigación de Gerontología del NIA en Baltimore. "Nuestros hallazgos siguen otros datos epidemiológicos de que grandes cantidades de alcohol en realidad incrementan la presión sanguínea".

Junto a otras cosas, el endurecimiento de las arterias causa que la presión sistólica aumente. Arterias más flexibles se traducen en mejor salud cardiovascular en general y menos mortandad. "Una de las consecuencias del envejecimiento es el endurecimiento de las arterias, y esto hace que el corazón trabaje más fuerte", explicó Thomas Johnson, profesor de genética del comportamiento molecular de la Universidad de Colorado en Boulder.

Los investigadores no están seguros de por qué, o incluso si el es responsable del efecto beneficioso. "Como todos los estudios epidemiológicos, la relación de causa y efecto no está clara, pero en este caso creo que hay una razón para sospechar que esto puede ser de alguna forma causal", indicó Johnson. "El alcohol no es un tóxico moderado. Es ciertamente perjudicial en dosis altas, pero cuando uno consume uno o dos tragos al día, existe suficiente abundancia de que se asocia con mortandad disminuida".

Los mecanismos subyacentes son desconocidos. "Puede ser que el alcohol tenga algunos efectos dilatadores", comentó Fleg. "Mi presentimiento es que el alcohol esencialmente mantiene el sistema cardiaco limpio. Tiene moderadas acciones limpiadoras que ayudan a prevenir el aumento de plaquetas", dijo Johnson. El efecto fue el mismo sin importar cual era la fuente del alcohol.

Los investigadores examinaron 563 voluntarios, cuyas edades fluctuaban entre los 20 y los 90 años, quienes participaron en el Estudio Longitudinal de la Edad de Baltimore, un estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud que comenzó en 1958. Los investigadores utilizaron el ultrasonido para dos medidas de las arterias carótidas (cuello) de los participantes: el índice del endurecimiento arterial (la relación entre las presión sanguínea arterial y sus dimensiones) y la densidad media interna (el grosor de las capas internas de una arteria).

Los participantes también llenaron cuestionarios acerca de cuánta cerveza, vino o licor fuerte consumían, y se dividió en cuatro grupos basados en sus respuestas: los abstemios; tomadores ocasionales (menos de una unidad a la semana); tomadores leves a moderados (entre una y 9.0 unidades a la semana), y tomadores pesados (10 a más unidades semanalmente). Una unidad se definió con una copa de vino de cuatro a cinco onzas (.113 a .142 kg), una cerveza de 12 onzas (.34 kg) o dos onzas de licor fuerte.

El efecto beneficioso del alcohol fue mayor en los participantes de mayor edad en el estudio. Tomadores leves a moderados menores de 50 años tuvieron aproximadamente 15 por ciento de menor rigidez que los abstemios. En aquellos mayores de 70 años, sin embargo, la rigidez fue casi 30 por ciento menor que en aquellos quienes era tomadores leves a moderados. Esta diferencia se debe probablemente al hecho de que las personas menores de 55 años no tienen arterias endurecidas en primera instancia, indicó Fleg. Individuos mayores ya han experimentado endurecimiento arterial, así que el efecto del alcohol comienza a reflejarse. Quizás el grupo de mayor edad también tuvo un historial más prolongado del consumo de alcohol para tener un impacto, dijo.

Además del hallazgo de la rigidez, luego de ajustar otras variables, no se encontró asociación entre la densidad media interna y el consumo de alcohol.

Fleg indicó que el próximo paso es dar seguimiento a los participantes del estudio según pasa el tiempo para ver si los resultados se mantienen siendo ciertos.

Qué hacer

Si no tomas, no comiences. Si tomas, que tu consumo sea leve. Para más información sobre la salud cardiaca y el alcohol, visita Asociación Americana del Corazón. El Instituto Nacional de la Sangre, Corazón y Pulmones tiene más información sobre prevenir cardiopatías.

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