En cuanto a un estilo de vida sano, los estadounidenses puntúan bajo

Demasiados dependen de fármacos para solucionar cosas que una vida sana curaría, afirman investigadores

MIÉRCOLES, 27 de mayo (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los beneficios de comer bien, hacer ejercicio y controlar el peso son bien conocidos, pero pocos estadounidenses viven ese estilo de vida sano, informan investigadores.

De hecho, durante las últimas dos décadas, los índices de ejercicio se han reducido, al igual que la ingesta de frutas y verduras, y mientras tanto los índices de obesidad han aumentado aceleradamente, encuentra un estudio reciente.

"Esto es como una tarjeta de calificaciones de qué tan bien nos va en cuanto a los estilos de vida sanos en comparación con hace 18 años", apuntó la investigadora principal, la Dra. Dana E. King, profesora del departamento de medicina familiar de la Universidad Médica de Carolina del Sur. "Los resultados indican una C baja".

No hay ningún misterio tras los crecientes índices de diabetes y presión arterial alta, ya que se relacionan directamente a hábitos sanos, afirmaron los investigadores. Pero nunca es demasiado tarde para cambiar. Vivir un estilo de vida sano puede producir profundos efectos en la salud en general, e incluso extender la visa, añadieron.

King considera que muchos estadounidenses dependen demasiado de los medicamentos, y no de la dieta y el ejercicio, para reducir la presión arterial y el colesterol, y para prevenir la diabetes y la enfermedad cardiaca.

"Me pregunto si nos hemos convertido en una sociedad demasiado medicada", planteó. "Me tomo una pastilla y puedo comer lo que quiero. La realidad es que ninguna pastilla es tan potente como un estilo de vida sano", aseguró.

El informe aparece en la edición de junio de la revista American Journal of Medicine.

Para el estudio, el equipo de King recolectó datos sobre más de 15,000 personas entre los 40 y 74 años de edad. Entre esas personas, 7,340 habían participado en la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición de 1988 a 1994, y 7,811 habían participado en la misma encuesta para los años 2001 a 2006.

En los 18 años que pasaron entre los estudios, el porcentaje de personas obesas aumentó de 28 a 36 por ciento. El número de personas que hacían ejercicio doce veces al mes o más se redujo de 53 a 43 por ciento, y el número de personas que comían cinco o más porciones de frutas y verduras al día disminuyó de 42 a 26 por ciento, encontraron los investigadores.

Los índices de tabaquismo apenas se movieron, pasando del 26.9 al 26.1 por ciento, encontró el grupo de King. Más personas sí informaron beber moderadamente en la encuesta de 2001 a 2006 frente a la anterior (40 por ciento frente a 51 por ciento), dijeron los investigadores.

En general, el número de personas que practican todos los cinco hábitos de un estilo de vida saludable se redujo de 15 por ciento en 1988 a ocho por ciento en 2006, señaló King. Este bajo porcentaje se observó tanto en personas sanas como en personas que tenían problemas de salud crónicos como enfermedad cardiaca, diabetes y presión arterial alta.

"No estamos comiendo frutas y verduras", apuntó King. "Hacemos menos ejercicio, estamos más obesos. No es una buena tarjeta de calificaciones de fin de año. Pero en el próximo semestre nos puede ir mejor. Necesitamos volver a lo básico de los estilos de vida sanos y dejar de tomar atajos con pastillas, porque no son tan eficaces como un estilo de vida sano en la prevención de la enfermedad cardiovascular ni para mantener la vitalidad en la mediana edad y posteriormente".

El Dr. David L. Katz, director del Centro de investigación sobre la prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, considera que se deben efectuar cambios en la sociedad que fomenten estilos de vida sano para ayudar a revertir esas tendencias.

"Un cuerpo de literatura científica coherente y convincente pone en claro que una lista muy corta de conductas de estilo de vida, dominadas por el patrón dietético, el nivel de actividad física y el uso de tabaco, influencian prominentemente tanto el número probable de años de vida como la calidad de vida en esos años", aseguró Katz.

El estudio actual es desalentador, "o hasta deprimente", enfatizó Katz. "De todas las maneras concebibles, desde el costo hasta la facilidad, la cadena alimentaria moderna favorece el consumo de alimentos altamente procesados, pobres en nutrientes y ricos en calorías. Cada aspecto de la vida moderna, desde los ocupados horarios, el estrés constante y la tecnología que ahorra trabajo, favorece el sedentarismo", advirtió.

Estas lamentables tendencias son una dosis de realidad, dijo Katz. "No podemos, si tenemos alguna esperanza de tener éxito, crear un mundo que fomente la mala salud, y animar a la gente a que navegue como si no estuviera allí. Comer bien, ser activo, y en general cuidar bien de uno mismo y de la familia debería poder lograrse mediante vías de menos resistencia".

Más información

Para más información sobre los beneficios de una vida sana, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com