LUNES 15 de noviembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Las variaciones producidas por influencia genética sobre la manera en que las personas perciben el sabor del alcohol, podría interactuar con otros factores para determinar el riesgo de una persona de desarrollar un problema con la bebida.
Los investigadores examinaron la relación entre un recientemente descubierto gen receptor de sabores (TAS2R38), la intensidad percibida de un compuesto amargo llamado 6-n-propiltioracil (PROP) y la intensidad percibida del alcohol.
Concluyeron que tanto el genotipo como la percepción del sabor amargo hacen contribuciones independientes pero simultáneas al sabor cuando una persona consume alcohol. Los hallazgos aparecen en la edición de noviembre de Alcoholism: Clinical and Experimental Research.
"No todos tenemos las mismas experiencias sensoriales orales con los alimentos y bebidas. Algunas de las diferencias en las sensaciones orales están bajo control genético y estas diferencias pueden explicar algo de la variabilidad en lo que nos gusta y finalmente escogemos comer y beber", aseguró en una declaración preparada la autora del estudio, Valerie B. Duffy, nutricionista registrada y profesora asociada de la Escuela de Disciplinas Aliadas con la Salud de la Universidad de Connecticut.
"Ya es tiempo de que las diferencias individuales en la percepción de los sabores sean consideradas, pues hay importantes diferencias individuales en el gusto por el sabor de las bebidas alcohólicas", aseguró en una declaración preparada Julie A. Mennella, biopsicóloga del Centro para los Sentidos Químicos Monell.
"Nuestro sentido del gusto, junto con el sentido del olfato, hace parte importante del proceso para determinar qué alimentos y bebidas aceptamos o rechazamos. También son nuestros sentidos del placer", explicó Mennella.
Más información
La Society for Neuroscience tiene más información sobre el sabor.
