Medicamento ayuda a los bebés a combatir el mortal botulismo

Investigadores aseguran que 'BIG-IV' ofrece nuevas esperanzas contra esta enfermedad mortal y poco común

MIÉRCOLES 1 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- Los bebés amenazados por la inusual pero potencialmente mortal infección del botulismo ahora cuentan con una opción de tratamiento eficaz.

Un reciente estudio halla que el medicamento, inmunoglobulina botulínica humana (BIG-IV), puede reducir la estancia promedio del bebé en el hospital por botulismo en unas tres semanas y ahorrar unos $88,600 en costos hospitalarios por bebé.

Antes de la BIG-IV, "no existía un tratamiento específico, sólo tratamiento de apoyo. Los médicos podrían ofrecer apoyo respiratorio con respiradores y apoyo alimentario con tubos estomacales, pero los bebés combaten la enfermedad por sí mismos", explicó el Dr. Stephen Arnon, autor del estudio y jefe del Programa de tratamiento y prevención del botulismo infantil del Departamento de servicios de salud de California.

Ahora, existe "un tratamiento completamente autorizado y seguro para esta enfermedad paralítica e inusual, pero potencialmente mortal", aseguró.

Los hallazgos de su equipo aparecen en la edición del 2 de febrero del New England Journal of Medicine.

El botulismo es una infección poco común. De hecho, la enfermedad es tan inusual que ha adquirido el estatus de huérfana en la U.S. Food and Drug Administration. Las enfermedades huérfanas son aquellas que afectan a menos de 200,000 personas cada año. La FDA aprobó una ley en 1982 que permite a los laboratorios, que fabrican medicamentos para tratar enfermedades crónicas, realizar ensayos clínicos más reducidos, aunque todos los medicamentos de todos modos siguen el proceso estándar de desarrollo y los laboratorios deben probar la seguridad y eficacia de los mismos.

El botulismo definitivamente cae dentro de esta categoría, aseguró Arnon. "El botulismo infantil es una verdadera enfermedad huérfana-huérfana, porque apenas entre 80 y 100 niños deben ser hospitalizados cada año", dijo.

La única fuente prevenible de botulismo infantil, según Arnon, es la miel. Las esporas del botulismo se encuentran en el polvo y en la tierra. También se hallan en cantidades muy pequeñas en la miel. Por esa razón, a los bebés menores de 1 año nunca se les debe dar miel. Los adultos generalmente pueden defenderse de las esporas del botulismo de la miel por las bacterias "buenas" que hay en los intestinos que evitan que proliferen.

Sin embargo, la miel probablemente sigue siendo responsable por menos del 10 por ciento de las hospitalizaciones de bebés por botulismo, aseguran los autores, y la mayoría de los bebés probablemente inhalan las esporas de esta enfermedad del polvo o tierra contaminados.

"La enfermedad es causada por tragar la esporas de una bacteria común", aseguró Arnon. "Algunos bebés tienen la mala suerte de tragar las esporas en un momento de su vida en el que su intestino es vulnerable a la colonización. Otros bebés las tragan pero tienen suficientes bacterias favorables para evitar que las esporas germinen".

De un grupo de 180 bebés de los que se creía tenían la enfermedad, Arnon y sus colegas lograron enrolar a 122 con sospecha (que luego se confirmó en laboratorio) de botulismo para su estudio. Cincuenta y nueve recibieron tratamiento con BIG-IV y 63 recibieron un placebo. La edad promedio de los bebés era de 105 días en el grupo del placebo y de 131 en el grupo de tratamiento.

El medicamento fue bien tolerado por los bebés y los resultados fueron dramáticos.

La permanencia hospitalaria promedio fue de 5.7 semanas para los bebés no tratados y de 2.6 semanas para los bebés que recibieron BIG-IV. El tiempo en la unidad de cuidados intensivos se redujo de un promedio de 5 a 1.8 semanas para los bebés que recibieron el tratamiento. Los bebés que recibieron BIG-IV tuvieron menos eventos adversos y lograron permanecer menos tiempo con ventilación mecánica o alimentación con tubo.

"Con el nuevo tratamiento, se evitaron más de 20 años paciente de estadías hospitalarias y se ahorraron más de $34 millones", anotó Arnon.

Arnon agregó que es importante recordar que "este progreso no se habría podido lograr sin la voluntad de los padres de estos bebés de inscribirlos en estos ensayos clínicos aleatorios de etiqueta abierta".

El Dr. Stanford Shulman, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Children's Memorial de Chicago, aseguró que una de las desventajas de este medicamento podría ser el costo, el cual es significativo.

Sin embargo, agregó que su estudio "muestra el beneficio que justifica la necesidad de algo así de costoso. Si se puede reducir significativamente la permanencia en cuidados intensivos o el tiempo que el bebé debe permanecer entubado, o se puede demostrar claramente que a los pacientes de esta enfermedad que fueron tratados con BIG-IV les va mejor y mejoran más rápido, entonces se busca una manera de pagarlo".

Más información

Para más información sobre el botulismo, visite los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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