Panel de la FDA considerará parche sexual para las mujeres

El medicamento de testosterona Intrinsa tiene personas que lo apoyan y críticos

JUEVES 2 de diciembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Dependiendo a quién le pregunte, el nuevo parche de testosterona para las mujeres de Procter & Gamble es o una maravilla médica que cambiará las vidas de las mujeres o un medicamento potencialmente peligroso e innecesario que quieren vender al inocente público.

Expertos en ambos bandos del problema se enfrentaron el jueves en una audiencia de la U.S. Food and Drug Administratrion sobre la posible aprobación del medicamento, llamado Intrinsa, para su uso por mujeres a quienes se han extirpado sus ovarios.

Si se aprueba, Intrinsa sería el primer medicamento sancionado por la FDA diseñado para solucionar los problemas sexuales de las mujeres. Terapias parecidas, tales como Testosterone MDTS de VIVUS Inc., un aerosol de testosterona que se absorbe de manera cutánea, se encuentran actualmente en desarrollo.

El Comité de Asesoría para Medicamentos de Salud Reproductiva de la FDA que se reunió para discutir sobre Intrinsa "marca la primera vez que el gobierno ha reconocido la existencia de problemas de salud sexual en las mujeres y está pensando en soluciones farmacéuticas para resolverlos. Es un importante momento para los que estamos practicando en el campo", afirmó el Dr. Irwin Goldstein, profesor de urología y ginecología de la Universidad de Boston y director del Instituto de Medicina Sexual.

Considera que medicamentos como la Intrinsa "darán a las mujeres el poder de preguntar a sus médicos sobre la atención y finalmente motivarán a los investigadores a comprender mejor la fisiología de lo que sucede cuando una mujer tiene una disfunción sexual".

Sin embargo, otra experta en salud sexual femenina, la profesora de psiquiatría de la Universidad de Nueva York Lenore Tiefer, tiene un punto de vista diferente. Hablará frente al panel de la FDA el jueves.

"Pienso que es peligroso. Simplemente no sabemos mucho al respecto", señaló. Tiefer apuntó hacia la marcada historia de los complementos de estrógeno, en los que el uso a largo plazo de la hormona se asoció con aumentos en el riesgo de enfermedad del corazón y cáncer de mama. Las ventas de la terapia de reemplazo de estrógeno cayeron luego de que los datos fueran publicados.

"Tenemos muchas historias de terror sobre el uso de las hormonas a largo plazo", dijo Tiefer, "y los estudios que tenemos ahora sobre la testosterona en las mujeres fueron a corto plazo. Resulta que las hormonas tienen efectos a largo plazo que no tienen a corto plazo".

Comúnmente, se piensa que la testosterona es la hormona masculina, pero de hecho "está presente en el cuerpo, de manera fisiológica, en todas las mujeres", explicó Goldstein. Dijo que los estudios animales comenzaron a sugerir hace décadas que cuando los niveles de testosterona se reducen, esto podría traducirse en una libido disminuida en las mujeres. Investigaciones posteriores han apoyado la idea de que aumentar la testosterona no sólo aumenta el deseo sexual femenino, sino que también los aspectos fisiológicos del sexo, como la lubricación genital, la hinchazón, e incluso la calidad y la frecuencia del orgasmo, apuntó Goldstein.

De hecho, afirmó, él y muchos de sus colegas en el campo de la salud sexual han estado recetando complementos de testosterona a sus pacientes femeninas durante años.

"Un deseo sexual bajo se traduce, en las vidas de muchas mujeres, en una molestia y en angustia", declaró. "Si se tienen relaciones sexuales es por obligación y culpa. Se convierte en solamente otra tarea más. La paciente siente que ya no es la misma, que está enviando el mensaje incorrecto a su pareja, a la vez que tiene una autoestima baja o se deprime".

Goldstein dijo que "miles" de mujeres tratadas en su clínica de Boston durante los años han recibido ayuda de la terapia con testosterona. "Realmente lo aprecian", dijo.

Coincidió en que hacen falta datos sobre la seguridad de la testosterona a largo plazo en las mujeres. Pero dijo que la espera por los datos no debería descartar un uso prudente de la testosterona en las mujeres hoy en día.

"Hemos tenido Viagra por tan sólo siete años", anotó. "¿Deberíamos haber esperado 20 años por los datos sobre el Viagra y no haber permitido su uso?".

Pero Tiefer afirmó que cualquier comparación entre Intrinsa y Viagra no es acertada, ya que el Viagra abandona el sistema apenas algunas horas después de su uso, mientras que el parche de testosterona está diseñado para emitir un nivel fijo de la hormona a través del tiempo. "Con las hormonas, hay que tomarlas durante semanas o meses antes de que incluso comiencen a tener un efecto", señaló.

Como parte del proceso de aprobación, Procter & Gamble envió los resultados de dos estudios en los que participaron casi 1,100 mujeres a quienes se extirparon los ovarios y el útero por razones médicas. Un estudio encontró que, en comparación con las mujeres que tomaron placebos, las que usaron Intrinsa experimentaron un aumento del deseo sexual de un 56 por ciento y un aumento de los encuentros sexuales satisfactorios del 74 por ciento, lo que se traducía en cerca de un episodio sexual satisfactorio más por mes por mujer.

"Entonces, es un evento por mes", apuntó Tiefer. "Eso no es insignificante, pero para mi, las preocupaciones que tengo sobre los peligros de la testosterona a largo plazo tienen más peso". También se preocupa por el uso del medicamento fuera del contexto de la receta, en que los médicos potencialmente la receten a mujeres jóvenes, embarazadas o lactantes u otros tipos de pacientes que aún no se han incluido en ensayos clínicos.

El Dr. Sidney Wolfe, director del grupo de defensa del consumidor sin fines de lucro Public Citizen, hizo eco de esta opinión. En una declaración, su grupo "se opone fuertemente a la aprobación [por parte de la FDA] de este parche de testosterona teniendo en cuenta las preocupaciones sobre su seguridad".

Sin embargo, Goldstein considera que los complementos de testosterona ya están ayudando a miles de mujeres a luchar (y a vencer) un problema que habían escuchado, durante mucho tiempo, que se encontraba en sus mentes.

"Los datos muestran, de manera epidemiológica, que el 43 por ciento de las mujeres estadounidenses han tenido este problema" en algún momento de sus vidas, añadió.

Si la Intrinsa recibe la aceptación de la FDA, agregó, "los médicos en las oficinas de todo el mundo conocerán a mujeres que ahora tienen el poder de decir 'caray, he tenido este problema durante años. ¿Será posible que este medicamento me ayude? De verdad me gustaría una mejor calidad de vida y siento que hasta ahora me han ignorado'".

Más información

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Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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