Descienden índices de episiotomías en los EE.UU.

Menos de un tercio de la mujeres hoy día con incisiones durante el parto

Martes, 7 de mayo (HealthDayNews) El índice de episiotomías en Estados Unidos ha descendido de casi 60 por ciento de los partos vaginales en hospitales a finales de los 1970 a menos de un tercio, ha descubierto un nuevo estudio.

Los cortes quirúrgicos del periné el parche de piel entre la vagina y el recto tienen la intención de hacer espacio para la cabeza del bebé según va saliendo por el canal de parto. Durante décadas han sido rutinarios en las salas de parto estadounidenses, basados en la teoría de que un corte de bisturí es más fácil de coser que un desgarre arbitrario.

Eso es generalmente cierto. Pero en años recientes doctores y mujeres por igual han rechazado los procedimientos, permitiendo que el periné se desgarre de manera natural, si se desgarra . La tendencia es un cambio en la cultura del parto y los hábitos de los doctores, motivada mayormente por evidencia de demuestra que las episiotomías pueden conducir a problemas rectales e incontinencia fecal con poca si alguna ventaja para la madre y su bebé.

La investigación más reciente, realizada por investigadores de la Universidad de Pittsburg, analizó datos de personas dadas de alta del hospital de 1979 a 1997. Encontró que el número de episiotomías ejecutadas en los hospitales de la nación disminuyó de un máximo de más de 1.9 millón en 1981 a un pequeño y tímido 1.1 millón en 1997.

El índice disminuyó para ambos partos espontáneos y quirúrgicos, aunque entre éste último, el procedimiento permaneció frecuente (69 por ciento en 1997, de 87 por ciento en 1979).

Las mujeres quienes pasaron por el procedimiento tendían a ser madres blancas, jóvenes, con seguro privado. Los investigadores presentaron sus hallazgos ayer en la asamblea del Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras en Los Angeles.

La doctora Anne Weber, una obstetra de Pittsburg y colaboradora del estudio, indicó que la tendencia descendiente en las episiotomías probablemente ha continuado desde finales de los 1990. Sin embargo, no está claro, a dónde llegará en última instancia.

"Nadie sabe cuál sería el índice perfecto para mejorar los resultados de la madre y los resultados del bebé", expuso Weber.

Estudios por parteras han demostrado que practicantes con índices de episiotomía en dígitos simples no son más probables de tener resultados negativos sugiriendo que quienes realizan incisiones de manera más frecuente lo hacen innecesariamente. "Es seguro decir que [la taza] todavía es demasiado alta. Se puede reducir mucho más", planteó.

Weber manifestó que según entran doctores jóvenes a la obstetricia, se reduce el número de episiotomías. En un estudio en Magee-Womens Hospital de Pittsburg, por ejemplo, tanto ella como sus colegas encontraron que entre 1995 y 1999, los residentes y doctores de la facultad tenían una taza de episiotomía de 17 por ciento. Pero entre los doctores en la práctica privada, el índice era 66 por ciento.

"Creo que eso refleja la gran dificultad que existe en cambiar la practica clínica una vez se establece, incluso frente a evidencia creciente de que no está en los mejores intereses de las mujeres", argumentó Weber.

La episiotomía no tiene lógica, sino deficiencias.

"Realmente pensábamos que estábamos protegiendo el periné y evitando que [las mujeres] tuvieran daño tisular", dijo el doctor Gerald Joseph, Jr., un obstetra de Springfield. Mo., y portavoz para el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras. "Estábamos enfocados en el daño tisular que podíamos ver, no lo que no podíamos ver y lo que habría sucedido de forma independiente".

En adición al asunto de curar y reparar heridas, la intención de la práctica era acelerar partos lentos. Aunque los bebés obtienen oxígeno mediante el cordón umbilical hasta que se corta, el cordón puede pincharse en el canal de parto, poniendo en peligro al infante. En teoría, la incisión da al bebé saliente una apertura más amplia y acelera el parto.

Susan Moray, partera certificada de Portland, Ore., y portavoz de la Asociación de Parteras de Norte América, expresó que aunque las parteras son adiestradas para ejecutar episiotomías, su campo ha estado renuente a hacer cortes.

Algunos libros de embarazo abogan por el masaje perineal durante las últimas etapas del embarazo. Pero Moray dijo que la investigación demostró que la técnica no prevendrá el desgarre y puede de hecho que lo haga más probable debido al debilitamiento del tejido. No se necesita realizar hasta que la abertura [de la vagina] sea bastante amplia durante el parto, explicó.

El tejido se desgarra porque es débil, indicó Moray. "Existe la filosofía que las parteras han tenido de que se está cortando lo desconocido. Algunos tejidos son saludables, algunos son débiles. Un pequeño desgarre es un tejido débil, pero no queremos destruir un tejido saludable con una incisión".

Nadie puede predecir por adelantado cuál mujer sufrirá un desgarre durante un parto. Moray señaló que una vez atendió un parto de un bebé de 11 libras (4.99 kg) de una madre cuyo periné resultó en buen estado.

Pero hay algunas cosas que las mujeres pueden hacer durante el embarazo para reducir el riesgo de desgarres, comentó Moray. Entre éstas, usar faldas sueltas sin ropa interior cuando estén en casa para permitir que el aire circule en la región vaginal. Comer una dieta saludable e ingerir grandes cantidades de agua también son buenos hábitos para el tejido perineal.

Qué hacer: Para saber más sobre la episiotomía, vista Childbirth.org o Pregnancy Today.

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