Un veterano lesionado de EE. UU. recibe el primer trasplante de pene/escroto del mundo

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LUNES, 23 de abril de 2018 (HealthDay News) -- El primer trasplante total de pene y escroto del mundo se realizó más o menos hace un mes en un veterano de EE. UU. lesionado en Afganistán, señalan los médicos.

"Tenemos la esperanza de que este trasplante ayude a restaurar unas funciones urinarias y sexuales casi normales en este hombre joven", dijo un miembro del equipo quirúrgico, el Dr. W.P. Andrew Lee, profesor y director de cirugía plástica y reconstructiva en la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.

Según un comunicado de prensa de la Hopkins, nueve cirujanos plásticos y dos cirujanos urológicos realizaron la cirugía de 14 horas de duración el 26 de marzo. El trasplante de un donante fallecido incluyó el pene completo, el escroto (sin testículos) y una parte de la pared abdominal.

La cirugía implicó trasplantar piel, músculos, tendones, nervios, hueso y vasos sanguíneos.

"Sufrir esta lesión es realmente sobrecogedor, y no es fácil de aceptar", dijo el recipiente, que desea conservar el anonimato. "Cuando me desperté por primera vez, me sentí más normal por fin, también [con] un nivel de confianza. Confianza en que por fin estaba bien", dijo en el comunicado de prensa.

El hombre se recuperó de la cirugía de trasplante, y se espera que le den de alta del hospital esta semana.

En declaraciones al The New York Times, el veterano describió el sufrimiento por sus lesiones, que ocurrieron después de que pisara una bomba oculta. Perdió ambas piernas por encima de la rodilla, pero la lesión genital fue incluso más devastadora.

"Sentí como que esa lesión me cerraba las puertas a una relación", le dijo la semana pasada al Times. "Pensé que se había acabado, que estaría solo el resto de mi vida. Durante mucho tiempo incluso tuve problemas para considerarme un hombre a mí mismo".

Pidió que no se publicara su nombre, dado el estigma que rodea a las lesiones genitales.

Lee declaró al periódico que "tenemos la esperanza de poder restaurar la función sexual en términos de las erecciones espontáneas y el orgasmo".

Pero el recipiente del trasplante no recibió los testículos del donante como parte del trasplante. Recibir esos órganos podría haber permitido al paciente engendrar hijos con el esperma del donante, algo que se considera médicamente poco ético.

Actualmente, el paciente recibe testosterona para compensar la falta de testículos, además del medicamento contra la disfunción eréctil Cialis, para fomentar la función eréctil.

Al igual que cualquier cirugía del trasplante, el rechazo del tejido recibido por el paciente es una preocupación, así que también está recibiendo fármacos inmunosupresores para reducir el riesgo de rechazo.

Es posible reconstruir un pene usando tejido de otras partes del cuerpo, pero se necesita un implante para permitir las erecciones, lo que plantea un riesgo mucho más alto de infección, explicó Lee.

Lee también anotó que debido a otras lesiones, los soldados con frecuencia no tienen suficiente tejido utilizable de otras partes del cuerpo como para permitir la reconstrucción del pene, de forma que el trasplante era la única opción buena. El veterano en este caso esperó más de un año para encontrar a un donante viable. Se estima que la cirugía costó entre 300,000 y 400,000 dólares, pero en este caso la Hopkins pagó la factura y el equipo quirúrgico trabajó gratis, según el Times.

La necesidad exacta de este tipo de cirugía sigue sin estar clara, pero el periódico apuntó que los datos del Departamento de Defensa muestran que más de 1,300 hombres han sufrido lesiones genitourinarias en Irak o Afganistán, y casi un tercio de las lesiones implicaban al pene.

El paciente dijo que pasó por épocas emocionalmente difíciles tras la lesión, y que mantuvo la pérdida de sus genitales como un secreto, salvo algunas excepciones.

"Hubo momentos en que estaba con los chicos, y hablaban sobre lesiones, y es una de las primeras cosas que haces cuando te hieren, revisarte ahí abajo, y decían cosas como 'si perdiera el mío, me suicidaría'", comentó al Times. "Y yo estaba ahí sentado. No lo sabían, y no lo decían con mala intención, pero era como una patada en el estómago".

A veces pensó en suicidarse, pero dijo que "cuando pensaba en acabar con mi vida, pensaba: '¿De verdad me voy a matar por un pene?'".

Así que se sometió a fisioterapia, aprendió a caminar con piernas prostéticas, e incluso obtuvo una licenciatura en los años tras la lesión. Ahora tiene planes de estudiar medicina.

Pero las relaciones íntimas parecían imposibles, porque temía revelar su lesión.

Pero ahora el futuro parece más prometedor, declaró el hombre al Times.

¿Cuáles son sus metas? "Que me vaya bien en la universidad, estudiar medicina y hacer carrera como médico, encontrar mi lugar en el campo y ser excelente en eso. Quizá sentar cabeza y tal vez algún día encontrar a alguien, y tener una relación, tal vez. Cosas normales".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más información sobre las lesiones causadas por explosiones y estallidos.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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