Vinculan el smog con el rechazo del órgano y la muerte en pacientes de trasplante de pulmón

Pero algunos antibióticos parecen reducir el riesgo, según unos investigadores

MARTES, 29 de septiembre de 2015 (HealthDay News) -- Vivir cerca de carreteras transitadas con unos niveles altos de aire contaminado aumenta el riesgo de rechazo del órgano y de muerte de los pacientes de trasplante de pulmón, pero algunos antibióticos reducen ese riesgo, muestra un estudio reciente.

Los investigadores examinaron datos recolectados de más de 5,700 pacientes de trasplantes de pulmón en diez países europeos entre 1987 y 2013.

El análisis reveló que los pacientes que vivían en áreas donde el aire contaminado superaba los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tenían un 10 por ciento más de probabilidades de morir que los que vivían en áreas con unos niveles más bajos de contaminación.

Pero ese aumento en el riesgo de muerte no se observó entre los pacientes que tomaban una clase de antibióticos conocidos como macrólidos, que incluyen a la azitromicina (Zithromax) y a la claritromicina (Biaxin), según el estudio, presentado el martes en una reunión de la Sociedad Europea de la Respiración (European Respiratory Society), en Ámsterdam.

"La exposición a corto y a largo plazo a la contaminación atmosférica se ha asociado con un aumento de las muertes por enfermedades respiratorias, en particular en las poblaciones vulnerables. Los pacientes de trasplante de pulmón están entre los más vulnerables, porque sus sistemas inmunitarios están debilitados debido a los inmunosupresores que tienen que tomar para prevenir el rechazo del órgano", señaló en un comunicado de prensa de la European Lung Foundation el autor del estudio, el Dr. David Ruttens. Ruttens es un especialista en medicina respiratoria de la Universidad de Lovaina, en Bélgica.

Durante un seguimiento de casi seis años, alrededor del 45 por ciento de los pacientes murieron y el 47 por ciento sufrieron un rechazo del órgano. Alrededor del 62 por ciento de los pacientes tomaron macrólidos en algún momento.

El rechazo del órgano ocurrió en más del 61 por ciento de los que tomaban macrólidos. Casi el 30 por ciento de los pacientes que tomaban macrólidos murieron, frente a más del 54 por ciento de los que no tomaban macrólidos.

Típicamente, los macrólidos solo se administran cuando ocurre un rechazo del órgano o inflamación, dijo Ruttens. Dado que menos pacientes que tomaban macrólidos murieron, los medicamentos parecen estar protegiendo contra la aparición de complicaciones posteriores y la muerte, añadieron.

Los resultados muestran que tanto las muertes como el rechazo crónico de los pacientes de trasplantes de pulmón se asocian con la contaminación del aire y la exposición al tráfico, apuntó Ruttens.

Si se redujera la contaminación atmosférica por debajo del nivel recomendado por la OMS, según Ruttens, "habría una reducción del 9.9 por ciento en las muertes de los pacientes de trasplante de pulmón que no toman macrólidos, y una reducción del 6.4 por ciento para todos los pacientes, independientemente de si toman macrólidos o no".

El uso de macrólidos parece proteger a los pacientes de los efectos devastadores del aire contaminado, concluyó.

Los estudios presentados en reuniones médicas por lo general se consideran como preliminares, porque no se han sometido a la misma revisión rigurosa que la investigación publicada.

Más información

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. ofrece más información sobre los trasplantes de pulmón.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2015, HealthDay

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