¿Los productos químicos de uso doméstico están dañando la tiroides de su gato?

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MIÉRCOLES, 26 de septiembre de 2018 (HealthDay News) -- Quizá su gato esté arañando el sofá por un buen motivo: una investigación reciente sugiere que unas sustancias químicas encontradas en el tapizado y las alfombras podrían estar dañando la tiroides felina.

Los compuestos se conocen como sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés). Eran de uso común hasta alrededor de 2000 en los muebles, los revestimientos para el suelo y la ropa, debido a su capacidad de repeler el agua y el aceite.

Estudios anteriores han sugerido que una exposición alta a las PFAS podría afectar negativamente a la tiroides en los humanos, y este nuevo estudio encuentra que lo mismo podría suceder con los compañeros de cuatro patas de las personas.

"Nuestro laboratorio ha estado investigando a las PFAS durante años", comentó la investigadora principal, la Dra. Miaomiao Wang, de la Agencia de Protección Ambiental de California. "Los gatos pueden ser buenos centinelas para examinar las consecuencias en el cuerpo de los contaminantes emergentes, incluyendo a las PFAS", explicó Wang.

Las PFAS pueden filtrarse de los objetos en el hogar, y se pueden ingerir a través de "la dieta, los materiales que tienen contacto con los alimentos, el agua potable, el polvo [y] el aire", anotó el grupo de Wang.

"Los gatos y los humanos, sobre todo los niños pequeños, comparten ciertas similitudes en sus exposiciones a los ambientes residenciales, incluyendo el polvo de las viviendas", dijeron los investigadores, aunque por supuesto son distintos de muchas otras formas.

Al mismo tiempo, apuntaron los investigadores, el hipertiroidismo (una actividad hormonal excesiva debido a una glándula agrandada) "es un trastorno endocrino muy común" en los gatos, sobre todo en los gatos de a partir de 10 años de edad.

¿Podría haber una conexión entre el hipertiroidismo felino y las PFAS en el hogar?

Para averiguarlo, el grupo de Wang evaluó los niveles de PFAS en la sangre de dos grupos de gatos que vivían en hogares del área de San Francisco. Un grupo de 21 gatos se muestreó entre 2008 y 2010, y un segundo grupo (distinto) de 22 gatos se muestreó entre 2012 y 2013. La mayoría de los gatos tenían a partir de 10 años de edad.

En un informe publicado en la edición de principios de mes de la revista Environmental Toxicology and Chemistry, el equipo de investigación encontró que a medida que los niveles de PFAS aumentaban en la sangre felina, lo mismo sucedía con las probabilidades de que un gato tuviera una tiroides hiperactiva. Los niveles en sangre de una subcategoría de las PFAS, el ácido perfluorooctanoico (PFOA) "fueron significativamente más altos en los gatos con hipertiroidismo", anotaron los investigadores.

Hubo algunas buenas noticias. En general, los niveles de las PFAS en sangre se redujeron en cierta medida entre los dos periodos de los muestreos. Esto concuerda con unos declives recientes en los niveles en sangre entre los humanos, señalaron los investigadores, a medida que más compañías dejan gradualmente de usar esos compuestos.

El grupo también enfatizó que la muestra del tamaño del estudio fue pequeña, y que este tipo de investigación no puede probar causalidad, sino solo apuntar a asociaciones.

"El estudio actual solo es preliminar", dijo Wang en un comunicado de prensa de la revista, "y unos estudios a mayor escala podrían ser útiles para confirmar nuestros hallazgos".

Pero dos expertos creen que podría haber un vínculo.

"Es imperativo comprender mejor cómo esas sustancias persistentes podrían afectar a todos los miembros de un hogar, incluyendo a las mascotas", planteó la Dra. Jacqueline Moline, vicepresidenta de medicina ocupacional, epidemiología y prevención en Northwell Health en Manhasset, Nueva York.

"Dado que las exposiciones químicas son ubicuas, y podrían tener efectos duraderos y negativos en la salud humana y en la salud animal, debemos realizar estudios adicionales para comprender mejor las conexiones entre la enfermedad de la tiroides y las PFAS", dijo Moline.

El Dr. Greg Nelson, director de cirugía de Central Veterinary Associates en Valley Stream, Nueva York, enfatizó que, igual que sucede a los humanos, los gatos pueden verse gravemente afectados por una tiroides descontrolada.

"En los gatos, esto puede resultar en enfermedad e insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca, hipertensión y un riesgo más alto de tromboembolismo [coágulos sanguíneos en los órganos internos]", explicó Nelson. "Es particularmente importante investigar estas sustancias, dado que se encuentran en muchos productos del consumidor".

Más información

Para más información sobre las señales del hipertiroidismo en los gatos, visite la Universidad Estatal de Washington.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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