(HealthDayNews) -- Si estás embarazada, ya probablemente estás al tanto de que tu gato puede portar un parásito que podría perjudicar al feto.
La toxoplasmosis es una enfermedad causada por la exposición al parásito toxoplasma gondii, el cual los gatos recogen de comer presa o carne infectadas, o al entrar en contacto con las heces infectadas. En humanos adultos, la toxoplasmosis usualmente sólo causa glándulas inflamadas, pero si una mujer embarazada entra en contacto con el parásito, puede conducir a hidroencefalitis fetal (inflamación del cerebro), lesiones en la retina o en el cerebro.
Pero los veterinarios dicen que probablemente no es necesario deshacerte de tu mascota querida para proteger la salud de tu bebé. La Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de California en Davis ofrece el siguiente consejo:
Si estás embarazada, evita todo contacto con las heces felinas, mantén los gatos adentro, aliméntalos con una dieta de comida comercial, y cocina la carne al menos 151 grados Fahrenheit (aproximadamente 66.11 C). También debes usar guantes de goma cuando trabajes en el jardín en terreno al aire libre que pudiera estar contaminado con excremento de gato, y siempre lava bien los productos agrícolas.
