Con frecuencia, a los niños les recetan medicamentos para usos 'no aprobados', lo que plantea preocupaciones

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LUNES, 16 de septiembre de 2019 (HealthDay News) -- Cuando un niño enferma, los médicos confían cada vez más en lo que se conoce como un uso "no aprobado" (o "fuera de etiqueta") de los medicamentos, señala un estudio.

El uso no aprobado de un medicamento significa que no se ha estudiado y aprobado específicamente para la afección, el grupo de edad o el peso de la persona que recibe la receta.

Por ejemplo, a los niños con asma les pueden recetar antihistamínicos (aprobados para las alergias, pero no para el asma, en específico), porque podrían tener alergias que desencadenan su respiración sibilante, anotaron los investigadores.

El estudio encontró que los médicos recetan uno o más medicamentos para usos no aprobados a los niños en casi 1 de cada 5 visitas al consultorio.

"Que sea un uso no aprobado no significa que el fármaco sea nocivo. Con frecuencia hay buenas evidencias que respaldan el uso no aprobado de los medicamentos", comentó el autor sénior del estudio, el Dr. Daniel Horton, profesor asistente de pediatría y epidemiología en la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson de la Universidad de Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey.

"Pero a veces no hay evidencias buenas, así que es importante que los padres hablen con el médico del niño sobre qué se sabe y qué no se sabe sobre los medicamentos recetados para usos no aprobados, de forma que puedan intentar garantizar que los beneficios de un medicamento superen a los riesgos", indicó Horton.

Los médicos con frecuencia recurren al uso no aprobado de medicamentos porque no existen alternativas, dijeron los autores.

"Históricamente, los niños han sido excluidos de los ensayos clínicos de medicamentos. Esto dejó una gran laguna en el conocimiento. Con el tiempo, se han desarrollado leyes y políticas que requieren más investigación", apuntó Horton.

El estudio se publicó en la edición de octubre de la revista Pediatrics, que está disponible en línea desde el 16 de septiembre.

El Dr. Rudolph Valentini, director médico del Hospital Pediátrico de Michigan, en Detroit, se mostró de acuerdo en que los ensayos clínicos con niños pueden resultar difíciles.

Dijo que a veces los padres no quieren que sus hijos participen en ensayos de medicamentos. Anotó que otro problema es que "algunas enfermedades simplemente son menos comunes en los niños", por ejemplo la hipertensión. Valentini no participó en el nuevo estudio.

Horton y sus colaboradores usaron encuestas nacionalmente representativas de consultorios médicos, incluyendo unos 1.74 mil millones de visitas de niños y adolescentes menores de 18 años. Durante esas visitas, un 18.5 por ciento de los niños recibieron una receta de uno o más medicamentos para usos no autorizados.

Eso significa que cada año se prescribieron más de 41 millones de medicamentos para uso no autorizados, apuntaron los investigadores.

El uso no autorizado de los medicamentos más común fue entre los adolescentes, y el menos común entre los recién nacidos. Pero cuando los recién nacidos necesitaban medicamentos, se recetó un medicamento para un uso no autorizado un 83 por ciento de las veces.

Las chicas eran más propensas a recibir recetas para usos no autorizados, al igual que los pacientes del Sur. Los niños y los adolescentes con afecciones crónicas y los que necesitaban más de un tipo de medicamento también eran más propensos a recibir una receta para un uso no autorizado.

Los tipos de medicamentos más comúnmente recetados para un uso no autorizado a los jóvenes menores de 18 años fueron los antihistamínicos (medicamentos para las alergias), los antibióticos y los antidepresivos. Los antihistamínicos y los antibióticos con frecuencia se recetaron para infecciones respiratorias, señalaron los investigadores. Con frecuencia, los antidepresivos se recetaron para tratar el trastorno de déficit de atención.

"Los pediatras y otros médicos que atienden a niños hacen lo mejor que pueden con las mejores evidencias disponibles. Casi todos los medicamentos utilizados para usos no autorizados en los niños tienen un largo historial en el mundo adulto", explicó Valentini.

Y, dijo, los médicos recetan los medicamentos porque creen que su beneficio supera al riesgo.

Por ejemplo, si un bebé está en una unidad de cuidados intensivos y necesita un sedante para un uso no autorizado debido a una afección dolorosa, Valentini dijo que a los médicos les preocupa que un medicamento pudiera afectar al cerebro en crecimiento, pero no tratar el dolor tampoco sería bueno para el niño.

"Cada decisión que tomamos sopesa el riesgo contra los beneficios. Si no está claro, tenemos una conversación seria con la familia. Los padres siempre deben hacer preguntas y ser los defensores de sus hijos. El médico de su hijo debería estar contento de explicar por qué ha elegido un medicamento en particular", aseguró Valentini.

Horton añadió que los hallazgos resaltan la necesidad de que se realicen más investigaciones y de unas políticas más efectivas para fomentar la investigación.

Más información

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. ofrece más información sobre el uso no autorizado de medicamentos.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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