Grupos de doctores publican guía sobre migrañas

Martes, 19 de noviembre (HealthDayNews) -- Los dos grupos más grandes de la nación de doctores de cuidado primario están publicando su primer conjunto de indicaciones para la prevención y tratamiento de la migraña.

La guía, formulada por el Colegio Americano de Médicos-Sociedad Americana de Medicina Interna, y la Academia Americana de Médicos de Familia (ACP-ASIM y AAFP, por sus siglas en inglés, respectivamente) y dirigida a los doctores, recomienda la aspirina o el ibuprofén como el primer curso de tratamiento.

Normalmente, la guía de migrañas es publicada por neurólogos. Cuando la ACP-ASIM condujo una encuesta a mediados de los 1990 en cuanto a los temas que sus miembros les gustaría ver en una guía, las jaquecas encabezó la lista.

"Es una queja muy común en el cuidado primario", indicó el doctor Vincenza Snow, asociado médico titular en el departamento de política científica de ACP-ASIM. El cuidado primario es el primer encuentro con el sistema de salud de la mayoría de los pacientes de migraña.

De acuerdo con la nueva guía, publicada en la edición de hoy de "Annals of Internal Medicine", 28 millones de estadounidenses sufren de estas severas jaquecas recurrentes, que representan 19 por ciento de las mujeres y 6.5 por ciento de los hombres. Aproximadamente la mitad de estas personas no han sido diagnosticadas o permanecen sin tratar.

La guía se basó en una revisión extensa de la literatura médica existente por parte de los representantes de los campos de emergencia médica, medicina interna, neurología y otras disciplinas.

"Estas directrices están en realidad basadas en evidencia, que implica que fueron trabajadas sólo luego de una revisión verdaderamente rigurosa de la literatura médica", sostuvo el doctor Eric Wall, médico de familia de Pórtland, Oregon, quien representó la Academia Americana de Médicos de Familia en el desarrollo de la guía. "En realidad tuvimos que trabajarla arduamente".

La guía puede ser más conservadora de lo que piensa mucha gente, admitió Wall, pero ésta es la única reflexión de la literatura disponible.

"Algunos dirán que no van muy lejos, que no se dirige a nuevos tratamientos, a nuevas terapias", indicó. "Es bastante conservadora en sus recomendaciones, pero, desafortunadamente, esto refleja el estado de la ciencia en estos momentos".

Conservadora o no, he aquí lo que el grupo multidisciplinario ha recomendado:

• La primera línea de tratamiento debe ser drogas antiinflamatorias no esteroídicas (NSAIDS, por sus siglas en inglés), en la que los más confiables resultan ser la aspirina y el ibuprofén, medicamentos expedidos sin receta. NO existe prueba de que el acetaminofén por sí solo sea eficaz para combatir las migrañas. "Las personas necesitan tomar el tipo apropiado de medicamentos sin receta", dijo Snow. "No todos son buenos para la migraña".
• Si estas drogas no funcionan, los pacientes y doctores deben cambiar a medicamentos específicamente desarrollados para las migrañas, tales como triptanos o un atomizador nasal de DHE.
• Si los pacientes tienen náusea y vómitos, remedios no orales deben tratarse por primera vez. La náusea y el vómito deben también tratarse directamente.
• Las personas con migrañas repetidas deben evaluarse para una posible terapia preventiva. Generalmente, buenos candidatos para medidas preventivas son pacientes quienes sufran de dos o más migrañas en los últimos tres días o más cada mes; no poder responder al tratamiento contra la migraña; usar medicación más de dos veces por semana; o tener condiciones de migraña "poco comunes" tal como el aura (sensaciones visuales).
• Pacientes de migraña deben estar involucrados en formular su propio plan de tratamiento, indica la guía. Y deben clasificar sus jaquecas e identificar y evitar productos que la provoquen como el alcohol, el chocolate, la cafeína, alimentos que contengan aditivos (nitratos, tiramina o glutamato monosódico), pérdida de sueño, estrés y perfumes.

Qué hacer

Para más sobre las migrañas, visita el Centro de Información de la Migraña de la JAMA o la Biblioteca Nacional de Medicina.