Las etiquetas electrónicas podrían prevenir los errores quirúrgicos

Según los expertos, colocar localizadores electrónicos en las esponjas es útil, pero costoso

LUNES 17 de julio (HealthDay News/HispaniCare) -- Una empresa de Pittsburgh afirma haber desarrollado una nueva manera para evitar que los médicos dejen esponjas quirúrgicas dentro de los pacientes, colocar etiquetas equipadas con radiofrecuencia dentro de las esponjas.

Según las autoridades de la empresa, los cirujanos o enfermeras podrían tener detectores cerca de los pacientes al final de las operaciones para determinar si cualquier esponja se ha quedado en el cuerpo. Según un estudio reciente, ninguno de los ocho pacientes tuvo ningún problema cuando las esponjas etiquetadas se colocaron brevemente en sus cuerpos durante las operaciones.

"Nuestro estudio encontró que el dispositivo funciona el 100 por ciento de las veces", afirmó el Dr. Alex Macario, autor principal y profesor de anestesia de la Universidad de Stanford de esa ciudad de California.

Sin embargo, un crítico destacado de los dispositivos de identificación con radiofrecuencia (IDRF) cuestionó si unos dispositivos más sencillos y menos costosos podrían servir para el mismo fin.

El asunto es el poco común pero potencialmente fatal problema de los implementos quirúrgicos que se dejan dentro de los pacientes durante las operaciones.

Según Macario, se estima que 1,500 objetos al año se dejan dentro de pacientes después de la cirugía en los Estados Unidos. Los accidentes suceden en alrededor de una de cada 10,000 cirugías en las que hay una cavidad abierta.

Los procedimientos de emergencia hacen que tales accidentes sean más probables, al igual que las operaciones en personas obesas, apuntó Macario.

En cuanto a las esponjas, los cirujanos realizan lo que Macario llama esfuerzos "de labor intensiva" para contarlas antes y después de los procedimientos quirúrgicos, pero las esponjas todavía se quedan a veces dentro de los pacientes.

"Las dos terceras partes de todos los objetos que se quedan en las cavidades corporales son esponjas", apuntó y añadió que "las esponjas retenidas pueden no presentar síntomas y permanecer sin ser descubiertas por décadas". En los peores casos, pueden conducir a infecciones y muerte.

Según Macario, una enfermera quirúrgica tuvo la idea de las esponjas con etiquetas IDRF y la patentó. Los IDRF se han hecho bastante comunes en los últimos años, especialmente en el sector de las ventas al detalle. Entre otras cosas, ayudan a los fabricantes a dar seguimiento a la mercancía. Las etiquetas pueden ser programadas con una variedad de información.

Los IDRF también se usan para etiquetar a las mascotas con números de identificación personales para que puedan reunirse con sus dueños si se pierden. Hace poco, Pfizer Inc. anunció planes para etiquetar las botellas de Viagra con IDRF para ayudar a combatir la falsificación de medicamentos.

En el nuevo estudio, los investigadores evaluaron la llamada SmartSponge en ocho pacientes que se sometieron a operaciones pélvicas o abdominales en el Centro Médico de la Universidad de Stanford. Dos de los tres autores del estudio trabajan para ClearCount Medical Solutions Inc., que está desarrollando el producto. El estudio en sí fue parcialmente patrocinado por los U.S. National Institutes of Health.

Un cirujano colocó ocho esponjas regulares y 28 esponjas equipadas con IDRF en los pacientes y unió las orillas de las cavidades para esconder las esponjas. Entonces, otro cirujano intentó localizarlas con un detector de mano que funciona con baterías.

Los resultados del estudio aparecen en la edición de julio de la publicación Archives of Surgery.

Los investigadores informaron que las esponjas equipadas con IDRF se detectaron fácilmente, lo que no sucedió con las otras.

Macario reconoció que los potenciales riesgos de salud de que un IDRF se quede dentro de un paciente son "desconocidos", pero señaló que actualmente se implantan en las mascotas.

¿Qué sigue? "El desafío real es cómo incorporar el nuevo dispositivo al flujo de trabajo de la sala de cirugía", aseguró Macario.

El costo de un sistema de detección basado en IDRF todavía no está claro, pero el estudio informa que los cirujanos que lo usen tendrían que estar dispuestos a pagar un promedio de $144 por paciente.

Esa cifra llamó la atención a Katherine Albrecht, coautora de Spychips: How Major Corporations and Government Plan to Track Your Every Move With RFID (Chips espías: cómo planean las grandes corporaciones y el gobierno dar seguimiento a todo lo que hagas con la IDRF), quien está familiarizada con los hallazgos del estudio.

Señaló que los cirujanos transferirían los costos del sistema a los pacientes. "Simplemente están pasando el costo al consumidor o a la HMO", aseguró.

También cuestionó por qué el sistema utiliza chips de IDRF, que puede suministrar un código de identificación. Aseguró que dispositivos menos costosos, como los dispositivos de prevención de robo implantados en las ropas en las tiendas, funcionarían igual de bien.

"No necesito saber que es la esponja 248347", señaló Albrecht. "Sólo necesito saber que hay una esponja ahí dentro".

Sin embargo, Gautam Gandhi, fundador y director de mercadeo de ClearCount Medical Solutions, explicó que un sistema IDRF "permite no sólo detectar la presencia de las esponjas, sino también contarlas". Ghandi añadió que con IDRF "pudimos también diferenciar entre los distintos tipos de esponjas usados".

Más información

Para más información sobre los errores quirúrgicos, visite la American Academy of Orthopaedic Surgeons.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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