Surge una división digital en el uso de los pacientes de los registros médicos en línea

Un estudio muestra que los pacientes de más edad, blancos y más ricos son más propensos a acceder a sus antecedentes de salud a través de internet

MIÉRCOLES, 30 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Cuando se trata de sacar provecho a la información médica que se encuentra en internet en forma de "antecedentes personales de salud" en línea proporcionados por los médicos, algunos pacientes estadounidenses están más actualizados que otros, revela una investigación reciente.

Las diferencias raciales, de ingresos y de edad afectan las probabilidades de que los pacientes entren a internet para revisar sus propios antecedentes de salud, según muestra el estudio. Los pacientes blancos, de más edad y/o más ricos son más propensos a solicitar acceso a su historial médico en línea.

"Probablemente sea apenas en los últimos tres o cuatro años que el uso realmente se haya comenzado a popularizar", señaló el Dr. David W. Bates, coautor del estudio y jefe de la división de medicina general interna del departamento de medicina del Hospital Brigham y de Mujeres de Boston. "Crece con mucha rapidez, y seguro lo seguirá haciendo. Pero la moraleja es que la división digital realmente existe en cuanto a quién tiende a comenzar a usar los registros de salud personales en línea", señaló Bates.

"Pero la buena noticia es que cuando la gente realmente comienza a usarlos, el nivel de uso es básicamente el mismo en todos los pacientes, independientemente del estatus socioeconómico y la raza", añadió.

Bates, director médico de análisis clínico y de calidad y sus colegas del Partners HealthCare System en Boston informan sobre sus hallazgos en la edición del 28 de marzo de la revista Archives of Internal Medicine.

Los registros personales de salud son un conjunto de herramientas en internet que permiten a las personas ver los resultados de pruebas de laboratorio y comunicarse con sus proveedores de atención de salud a través de correo electrónico, entre otras cosas.

La administración Obama y muchos defensores de la atención de salud han estado fomentando los registros médicos electrónicos como forma de que la atención de salud sea más fácil y confiable, y los autores anotan que se calcula que ahora más de 70 millones de estadounidenses tienen acceso a alguna forma de sus antecedentes médicos electrónicos en línea.

Dicho esto, menos del diez por ciento de los estadounidenses parece usar los registros médicos electrónicos, y casi la mitad afirma no estar seguro ni siquiera de si sus médicos en realidad ofrecen acceso, según una encuesta de Harris Interactive/HealthDay con más de 2,000 adultos estadounidenses.

La investigación actual encontró que el 43 por ciento de los más de 75,000 pacientes que viven en la parte noroeste de los EE. UU. que habían asistido a un consultorio clínico que ofrecía registros personales de salud entre 2007 y 2009 habían, de hecho, optado (o "adoptado") el acceso al sistema de sus médicos.

Pero en un examen más minucioso, el panorama de la adopción de registros personales de salud reveló disparidades considerables. Por ejemplo, negros e hispanos tenían apenas la mitad de probabilidades de optar por el acceso a los registros personales de salud que los pacientes blancos, señalaron los autores. Así mismo, los pacientes más ricos tenían catorce por ciento más probabilidades de iniciar el uso de registros personales de salud que los pacientes más pobres.

Los pacientes mayores de 65 eran más propensos a inscribirse que los que tenían de 18 a 35, al igual que los que se enfrentaban a más de un problema grave de salud. Sin embargo, los que consultaban a su médico con mayor regularidad eran en realidad menos propensos a optar por acceso a los registros personales de salud.

Entre los que se inscribieron en el acceso, poco más de la mitad se consideraron "usuarios de poca frecuencia" (que los habían usado un máximo de una vez en los dos años anteriores), mientras que poco más de una cuarta parte se consideraron "usuarios de alta frecuencia" (por usarlos diez o más veces).

Los pacientes mayores, de entre los 51 y los 65, constituían la mayor parte del grupo de usuarios de alta frecuencia, encontraron, dando cuenta de cuatro de cada diez de estos pacientes.

Pero otros patrones de uso de los registros personales de salud plantean un panorama más complicado.

Por ejemplo, el nivel de ingresos no tuvo efecto en cuánto usaban los pacientes el sistema una vez inscritos. De forma similar, aunque ver a un médico con más frecuencia se relacionaba con menores tasas de inscripción, también se relacionaba con un mayor uso de los registros personales de salud entre los inscritos.

Entre los que accedían a sus registros personales de salud, el 70 por ciento utilizaba la característica de mensajes de paciente a médico con poca frecuencia. Entre los que lo hacían, los temas más populares eran preguntas sobre la atención y solicitudes de resurtir recetas. Cada una de estas categorías daba cuenta de alrededor de un tercio de los mensajes. Las referencias médicas eran otro tema popular de los mensajes, seguido por correcciones de la dirección y facturación.

Bates y sus colegas no pudieron determinar con exactitud qué parece impulsar las diferencias en la adopción y el uso de los registros personales de salud, y llamaron a más investigación sobre el tópico.

"Pero ya hay evidencia creciente de que usar un registro de salud en línea de esta forma debe mejorar las experiencias del paciente y la calidad de la atención", aseguró Bates. "Es muy útil entrar y ver las pruebas de laboratorio a conveniencia. Y la mayoría de proveedores considera que estar más informados sobre la atención que reciben realmente conviene a los pacientes", añadió.

"Así que es importante averiguar por qué tanta gente aún no lo hace", planteó Bates.

Mientras tanto, Erin Stevenson, asesor principal de atención digital de salud de Redwood Medical Consulting en Bayside, California, ve un futuro brillante para los registros personales de salud en línea, a pesar de cierta renuencia de los pacientes.

"Los que están en la veintena tienden a tomar su salud por dada y tienen cosas más interesantes que hacer, así que no los usan mucho. Y la pobreza, que con frecuencia se mezcla con la raza, es un motivo predominante de que la gente no se inscriba, porque la gente que está ocupada y enfocada en sobrevivir lo considera como un lujo que no pueden permitirse", observó Stevenson.

"Así que se trata de las clases media y alta, y las personas a partir de los 30, que se toman su salud en serio y usan estos registros", anotó Stevenson. "A partir de los 55 se hace más difícil, porque es gente que no sabe mucho de computadoras. Pero las personas que los usan les dicen a sus médicos que les gustan. Y el boca a boca importa. Así que es probable que veamos a mucha gente inscribirse, e incluso que el número se duplique entre los que están en la treintena en los próximos dos o tres años, a medida que la gente comience a contarle a sus amigos sobre los portales de acceso".

Más información

Para más información sobre los registros electrónicos de salud, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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