El despliegue de las bolsas de aire podrían causar pérdida auditiva permanente, según plantea un estudio

Los investigadores encontraron que el 17 por ciento se enfrenta a un mayor riesgo, sobre todo con las ventanas abiertas

VIERNES 16 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- El 17 por ciento de personas expuestas al despliegue de las bolsas de aire en los automóviles vendidos en los Estados Unidos sufrirá de pérdida auditiva permanente, según sugiere una investigación reciente.

El Dr. G. Richard Price, asesor de Auditory Hazard Analysis de Charlestown, Maryland, sólo evaluó automóviles que tenían bolsas de aire frontales y laterales vendidos en los Estados Unidos, que tienen que tener bolsas de aire más grandes y potentes que las de los automóviles vendidos en Europa y otros lugares del mundo. Es probable que los automóviles que tienen bolsas de aire más pequeñas representen una menor amenaza auditiva, apuntó Price.

También encontró que, contrario a una creencia generalizada, los ocupantes del vehículo tienen más probabilidades de sufrir daño auditivo cuando las ventanas están abiertas.

Los expertos habían considerado que tener las ventanas cerradas era más peligroso para la audición porque habría más presión dentro del coche. Price aseguró que encontró que la presión superior causada por el despliegue de las bolsas de aire en automóviles cuyas ventanas estaban cerradas en realidad prevenía un mayor daño a los oídos.

Según Price, la presión superior con las ventanas cerradas en realidad causa un desplazamiento en el oído medio que endurece el estribo, un huesecillo en el exterior del oído interno. El endurecimiento del estribo limita la transmisión de energía al oído interno, donde ocurre el daño auditivo.

De hecho, algunos experimentos demostraron que el daño auditivo se reduce aún más cuando la cabina del pasajero está completamente sellada, lo que causa una presión incluso mayor cuando las bolsas de aire se despliegan, señaló Price.

En una presentación programada para el viernes en Savannah, Georgia, durante la reunión anual de la National Hearing Conservation Association (NHCA), se espera que Price también discuta el peligro a la audición representado por los ruidos "de impulso" cotidianos, es decir pequeñas explosiones de sonido como un martillo que golpea un clavo o incluso el sonido del sonajero de un bebé.

El trabajo de Price le echa un vistazo a un aspecto de las nuevas tecnologías sobre el que las personas raras veces piensan, afirmó Brian Fligor, director de educación de la NHCA.

"Con frecuencia sólo consideramos los beneficios de la tecnología de seguridad, en lugar de los desafortunados efectos secundario potenciales. Este tipo de estudio subraya cómo los acontecimientos cotidianos comunes presentan un peligro muy real para nuestra audición", afirmó Fligor en una declaración preparada.

Más información

La American Academy of Otolaryngology-Head and Neck Surgery tiene más información sobre el ruido y la protección del oído.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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