Las muertes por ataque cardiaco se redujeron en EE. UU. en los últimos 20 años

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Durante dos décadas, las muertes por ataques cardíacos en los Estados Unidos se redujeron en aproximadamente un 4% al año

Al mismo tiempo, la brecha racial en las muertes cardíacas se redujo a la mitad y se observaron mejoras significativas entre los afroamericanos

Se observó un ligero aumento en las muertes por ataques cardíacos en 2020, sin embargo, los investigadores sospechan que puede haber estado relacionado con COVID-19. Pero se necesita más estudios

JUEVES, 23 de febrero de 2023 (HealthDay News) -- Estados Unidos experimentó un declive significativo en la tasa general de muertes relacionadas con el ataque cardiaco en los últimos 20 años, y la diferencia en la tasa de muertes por ataque cardiaco entre las personas blancas y las negras se redujo casi a la mitad.

"Se trata de una buena noticia", aseguró el autor principal, el Dr. Muchi Ditah Chobufo, miembro de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia Occidental.

"Las personas deben saber que, aunque no hayamos llegado, estamos logrando progresos en la dirección correcta. Pienso que los motivos son multifactoriales, y que abarcan desde las actividades de promoción de la salud y de prevención hasta el tratamiento durante y después de un ataque cardiaco", enfatizó en un comunicado de prensa del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology).

En el estudio, los investigadores analizaron datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. de 1999 a 2020.

Las tasas de ataque cardiaco ajustadas por la edad se redujeron en un promedio de más de un 4 por ciento al año en todos los grupos raciales a lo largo de las dos décadas.

En 1999, hubo unas 87 muertes por ataques cardiacos por cada 100,000 personas. En 2020, hubo 38 muertes por cada 100,000 personas.

Los estadounidenses negros seguían teniendo las tasas más altas de mortalidad por ataque cardiaco, con 104 muertes por cada 100,000 personas en 1999 y 46 muertes por cada 100,000 en 2020. Las tasas de mortalidad por el ataque cardiaco más bajas fueron entre los asiáticos y los nativos de las Islas del Pacífico.

Es difícil determinar si el declive se debe a que haya menos ataques cardiacos o a unas mejores tasas de supervivencia debido a las nuevas estrategias diagnósticas y opciones de tratamiento, según los autores del estudio.

Un ejemplo de esto es que los hospitales hacen ahora pruebas frecuentes para la troponina en la sangre cuando se sospecha que se ha sufrido un ataque cardiaco. Esto puede ayudar a los profesionales clínicos a diagnosticar un ataque cardiaco antes, lo que conduce a una detección más temprana y sensible de los ataques cardiacos.

Los autores también anotaron que los estadounidenses se han vuelto más conscientes de la necesidad de reducir los factores de riesgo cardiacos, lo que incluye dejar de fumar y la gestión del colesterol.

Y los médicos comprenden mejor las señales de un ataque cardiaco. Los hospitales están equipados con dispositivos de respaldo mecánico para ayudar con el tratamiento de los ataques cardiacos. También hay disponibles nuevos medicamentos, por ejemplo unos potentes antiplaquetarios. Podrían haber mejorado las tasas de supervivencia, además de haber reducido las probabilidades de un segundo ataque cardiaco.

Los autores también anotaron las diferencias en las disparidades raciales en estas dos últimas décadas. Las diferencias en las tasas de ataque cardiaco eran de alrededor de 17 muertes por cada 100,000 entre las personas negras y las blancas en 1999. Esto se redujo a ocho por cada 100,000 en 2020.

"Es una reducción importante en la brecha", afirmó Chobufo. "No pensé que las disparidades se redujeran tanto, tan rápido".

Los investigadores notaron un ligero aumento en 2020, una excepción en un declive general constante en las muertes relacionadas con los ataques cardiacos. Es probable que esto se relacione con la pandemia de COVID-19, pero requiere más estudio.

Alrededor de un 80 por ciento de los ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares prematuros se podrían prevenir mediante un estilo de vida saludable para el corazón. Esto significa consumir una dieta saludable, hacer ejercicio y evitar el tabaco.

Más de 800,000 personas sufren un ataque cardiaco cada año en Estados Unidos, según los CDC. Entre las señales comunes se encuentran la falta de aliento, y dolor o incomodidad en el pecho, la mandíbula, el cuello, la espalda, el brazo o el hombro. Algunas personas podrían sentirse débiles, mareadas o desmayarse. Cualquiera que experimente esto debe llamar al 911 e ir a la sala de emergencias.

Los hallazgos del estudio se presentarán el 5 de marzo en una reunión del Colegio Americano de Cardiología y de la Federación Cardiaca Mundial (World Heart Federation), en Nueva Orleáns. Los hallazgos presentados en reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre el ataque cardiaco.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: American College of Cardiology, news release, Feb. 23, 2023

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