JUEVES, 1 de octubre de 2020 (HealthDay News) -- A pesar de la amenaza en ciernes de una "doble pandemia" de influenza y COVID-19, más o menos 2 de cada 5 adultos de EE. UU. no planifican ponerse una vacuna contra la gripe, muestra una nueva encuesta.
Apenas un 59 por ciento de los adultos encuestados dijeron que se pondrán una vacuna contra la influenza durante la temporada de gripe de 2020-2021, según los resultados publicados el jueves por la National Foundation for Infectious Diseases (NFID).
Se trata de un ligero aumento respecto al 52 por ciento que planificaban vacunarse contra la gripe en 2019, pero dista mucho de ser suficiente para evitar el potencial de que las epidemias de gripe y de COVID-19 coincidan, señaló el Dr. William Schaffner, director médico de la NFID.
"En la comunidad de las enfermedades infecciosas hemos estado hablando sobre una temporada potencialmente 'doble' de virus respiratorios, cuando la gripe y la COVID-19 converjan", advirtió Schaffner. "Hay un riesgo real de que, aunque la temporada de gripe sea solo moderada, nos esperen unos meses difíciles".
La renuencia generalizada a vacunarse contra la gripe es desconcertante, apuntó, porque otros resultados de la encuesta de la NFID muestran que los estadounidenses saben lo que está en juego esta temporada de gripe:
Pero un número significativo de las personas con el riesgo más alto de enfermarse de gravedad y fallecer por la influenza o por la COVID-19 planifican prescindir de la vacuna contra la gripe este año, mostró la encuesta.
"La gripe puede exacerbar a las afecciones subyacentes y conducir a complicaciones potencialmente letales, como un ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular, un deterioro físico permanente, neumonía, hospitalizaciones e incluso la muerte", comentó el Dr. Federico Asch, profesor asistente de cardiología de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C. "Los pacientes con diabetes o enfermedad cardiaca con los más vulnerables, y necesitan la protección añadida para sus sistemas inmunitarios".
Asch anotó que los estudios han mostrado que los adultos con enfermedad cardiaca tienen un riesgo seis veces más alto de ataque cardiaco en un plazo de una semana tras contraer la gripe. El riesgo de hospitalización relacionada con la gripe de los adultos con diabetes también es seis veces mayor, y los adultos con diabetes tienen tres veces más probabilidades de morir de complicaciones relacionadas con la gripe.
Aun así, un 22 por ciento de las personas en los grupos de alto riesgo de complicaciones relacionadas con la gripe planifican omitir la vacuna contra la gripe este año, muestra la encuesta.
Las personas negras se muestran mucho más renuentes que otras a vacunarse, revelaron los resultados de la encuesta. Alrededor de un 62 por ciento de los adultos negros dijeron que no estaban seguros o que no planificaban ponerse la vacuna. Al contrario, un 59 por ciento de los adultos blancos y un 65 por ciento de los adultos hispanos dijeron que se pondrán la vacuna.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. estimaron que alrededor de un 52 por ciento de las personas de a partir de 6 meses de edad se vacunaron en la temporada de gripe de 2019-2020.
La temporada pasada, las vacunas contra la gripe evitaron 7.5 millones de casos de gripe, 3.7 millones de visitas al médico relacionadas con la gripe, 105,000 hospitalizaciones y 6,300 muertes, aseguraron los CDC.
Estiman que la temporada pasada hubo 38 millones de casos de gripe, junto con 18 millones de visitas médicas relacionadas, 400,000 hospitalizaciones y 22,000 muertes.
Las personas deberían ponerse la vacuna contra la gripe ahora, enfatizó Schaffner.
"Octubre es el mejor mes. Vamos a hacerlo ahora mismo", planteó. "No lo pospongamos".
La vacuna contra la gripe es la mejor forma de evitar la doble pandemia, pero otras medidas que se han instaurado también podrían resultar útiles, apuntó el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU.
La temporada de gripe pasada terminó de forma abrupta, semanas antes de lo usual, debido a las medidas de cuarentena impuestas a principios de la pandemia de la COVID-19, reportaron los CDC.
"Las medidas para prevenir la gripe y la COVID-19 se solapan en gran medida", dijo Fauci. "No queremos que esas dos enfermedades se junten, pero una buena noticia es que las medidas de salud pública comúnmente practicadas son buenas para ambas".
Esas medidas incluyen el uso de máscaras, el distanciamiento social, evitar las reuniones bajo techo, lavarse las manos de forma regular, y no tocarse los ojos, la nariz ni la boca, enumeró.
El hemisferio sur, donde la temporada de gripe abarca de abril a agosto, muestra el impacto potencial de esas medidas de protección.
"Como los australianos del hemisferio sur hicieron muchas de esas cosas, tuvieron una temporada de gripe muy pero muy leve", apuntó Fauci.
Lamentablemente, Estados Unidos está entrando la temporada de gripe con una presión continua por reabrir las escuelas y los negocios que se cerraron durante la pandemia de la COVID-19, anotó el Dr. Daniel Jernigan, director de la División de la Influenza del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC.
"No creo que podamos confiarnos de la reducción significativa que observamos en el hemisferio sur, porque creo que en Estados Unidos observaremos cierta disminución de algunas de esas restricciones", añadió. "Tenemos que estar atentos y sacar a la gripe de la ecuación este año al ponernos la vacuna".
Más información
La National Foundation for Infectious Diseases ofrece más información acerca de la encuesta sobre la influenza de este año.
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