'Ahora, ella no tiene escapatoria': en EE. UU., los confinamientos desencadenan un aumento en la violencia doméstica

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VIERNES, 10 de abril de 2020 (HealthDay News) -- Las personas que están confinadas en casa para evitar la amenaza de la COVID-19 están atrapadas con una fuente más familiar de peligro: su cónyuge o uno de sus padres.

Los reportes de violencia doméstica se han disparado en todo el mundo mientras los confinamientos por el coronavirus obligan a las víctimas a tener un contacto cercano durante semanas con sus abusadores, señalan los expertos.

La situación es tan desesperada que NPR reportó que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo a principio de semana un llamamiento para que los gobiernos aborden la violencia doméstica como una parte clave de su respuesta a la pandemia.

"Para muchas mujeres y chicas, la mayor amenaza se esconde en el lugar en que deberían estas más seguras, en sus propios hogares", lamentó Guterres.

"Sabemos que los confinamientos y cuarentenas son esenciales para suprimir la COVID-19, pero pueden atrapar a las mujeres con parejas abusivas", siguió Guterres. "En las últimas semanas, a medida que han aumentado las presiones socioeconómicas y el miedo, hemos visto un aumento aterrador en la violencia doméstica".

Los departamentos de policía y las salas de emergencias están viendo de primera mano los resultados de la violencia doméstica durante la pandemia, aseguró Lori Post, profesora de medicina de emergencias y directora del Centro Buehler de Políticas y Economía de la Salud de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, en Chicago.

"La naturaleza de las lesiones que llegan al departamento de emergencias es distinta", dijo Post. "Estamos atendiendo menos casos de personas que reciben disparos en la calle o de violencia juvenil, pero observamos un aumento en la violencia doméstica".

La Línea Nacional Contra la Violencia Doméstica (National Domestic Violence Hotline) ha recibido más de 2,300 llamadas desde mediados de marzo en que la COVID-19 se citó como una condición del abuso, informó la organización a Forbes a principios de semana.

Irse de casa no es una opción

La pandemia de COVID-19 crea la tormenta perfecta para exacerbar la violencia doméstica, sobre todo al obligar a los familiares a estar en un contacto cercano con los abusadores.

"Cuando aumenta la exposición, aumentan las golpizas", lamentó Post. "Siempre que una familia pasa más tiempo junta, la violencia aumenta".

Verse obligado a recluirse en casa elimina muchas de las estrategias de afrontamiento que las víctimas usan para evitar la exposición a sus abusadores, comentó Barbara Paradiso, directora del Centro de Violencia Doméstica de la Universidad de Colorado, en Denver.

"Muchos supervivientes han encontrado formas de mantenerse seguros y mantener seguros a sus hijos", dijo Paradiso. "Muchas veces, esto tiene que ver con poder irse, ir al supermercado, ir a visitar a su mamá o a un amigo, o incluso esos descansos mutuos que tenemos, cuando el abusador va al trabajo, o los niños van a la escuela, o uno mismo va a trabajar".

Salir de casa "ofrece cierto descanso de la tensión que se acumula", dijo Paradiso. "Ya no tenemos acceso a ese descanso".

Las víctimas de violencia doméstica también podrían sentir que no pueden hacer de forma segura planes para irse y encontrar la seguridad, porque no tienen privacidad, añadió Post.

"Cuando las mujeres buscan ayuda, en general lo hacen solas. Esperan a que él vaya a trabajar o que salga. Ahora, eso no es posible", aseguró Post. "Las víctimas con frecuencia no tienen tiempo para hacer planes para irse. Ella no puede alejarse del perpetrador para hacer planes confidenciales".

Los factores estresantes aumentan

Encima, la pandemia ha creado una presionante atmósfera de incertidumbre, incluso en los hogares felices.

"La raíz de la violencia en las relaciones es el poder y el control, el deseo de establecer y mantener el poder y el control de su ambiente de parte del abusador", dijo Paradiso. "Cuando ese control se pierde, el riesgo de violencia se exacerba".

"Las personas que no son violentas no se vuelven violentas de repente. Las personalidades no cambian", señaló Post. "Pero si alguien tiene un problema con el control de los impulsos y ha sido violento en el pasado, ahora está experimentando unos tremendos factores estresantes. Las personas están perdiendo sus empleos, están estresadas, están encerradas en sus propias casas".

Las llamadas más comunes a la Línea Nacional Contra la Violencia Doméstica implican a abusadores que previenen que trabajadores de atención de la salud u otros empleados esenciales salgan de casa para ir a trabajar, declaró a Forbes la directora de mercadeo y desarrollo de la línea, Crystal Justice.

"Dicen que la persona intenta infectarlas a propósito con la COVID-19 al ir a trabajar, o lo ven como una oportunidad para que la persona pierda su trabajo y así obtener el control financiero", apuntó Justice.

También se han reportado casos en que los abusadores restringen el acceso de las víctimas al desinfectante de manos, el jabón y las duchas, dijo Justice.

Más consumo de alcohol, más violencia

El consumo de alcohol está aumentando en Estados Unidos, lo que empeora las cosas.

"Ha habido un aumento masivo en el consumo de alcohol", dijo Post. "Sin duda, esto puede aumentar la volatilidad de las personas. Puede agravar la violencia. Es como echar gasolina a un fuego".

Encima de todo, más personas acusadas de crímenes violentos están siendo liberados para que vayan a casa a espera del juicio, para limitar la transmisión de la COVID-19 en las prisiones, indicó Post.

"Los abusadores pueden volver a acabar su tarea", dijo Post.

Hay esperanzas para las víctimas de violencia doméstica. Las organizaciones de servicios para las víctimas y los refugios para víctimas se consideran servicios esenciales y siguen estando disponibles, enfatizó Paradiso.

"Las líneas de crisis están abiertas", dijo Paradiso. "Hay líneas de crisis disponibles no solo por teléfono, sino por texto y chats en línea".

"Si un superviviente tiene miedo, debe animarse a ponerse en contacto para pedir respaldo", continuó Paradiso. "Hay personas que pueden ayudarle a planificar su seguridad, y a llegar a un lugar seguro. Los refugios están abiertos".

Las personas que saben que un vecino o familiar es víctima de abuso deben hacer su parte y reportarlo a la policía, añadió Paradiso.

"Preste atención, escuche, no tenga miedo de ponerse en contacto si algo le preocupa", instó Paradiso. "Si escucha que algo está sucediendo en el apartamento de al lado, llame al 911".

Las víctimas pueden comunicarse con la Línea Nacional Contra la Violencia Doméstica llamando al (800) 799-7233, o enviando el mensaje de texto LOVEIS al 22522.

Más información

La Línea Nacional Contra la Violencia Doméstica ofrece más información sobre el chat en línea para las víctimas de la violencia doméstica.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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