De forma similar a los adultos, la obesidad aumenta el riesgo de los niños de una COVID-19 grave

Chinese patient who is ill
Chinese patient who is ill

MIÉRCOLES, 3 de junio de 2020 (HealthDay News) -- Si un niño se infecta con el nuevo coronavirus, ser obeso parece aumentar en gran medida las probabilidades de desarrollar una forma grave de la COVID-19, encuentra un estudio reciente.

El informe se basó en 50 casos de COVID-19 pediátrica suficientemente graves como para requerir admisión a un hospital de la ciudad de Nueva York.

De los 50 niños, 11 (un 22 por ciento) eran obesos, y seis de los nueve niños que requirieron un ventilador eran obesos, encontró el estudio.

Hace mucho que se ha notado que la obesidad es un factor de riesgo para los adultos con COVID-19, "así que fue interesante que muchos de los pacientes hospitalizados en este estudio fueran obesos y/o tuvieran sobrepeso", señalaron unos investigadores dirigidos por el Dr. Philip Zachariah, pediatra del Centro Médico Irving, de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. Publicaron sus hallazgos en la edición del 3 de junio de la revista JAMA Pediatrics.

Ninguno de los 50 niños desarrolló una enfermedad inflamatoria grave, similar a la enfermedad de Kawasaki, que se ha observado en casos raros entre otros niños infectados con el nuevo coronavirus.

Un médico que trabaja en primera línea de la pandemia dijo que su hospital ha observado unas tendencias similares en los niños.

"Encontramos unas tasas de obesidad incluso más altas en los niños que enfermaron de gravedad", comentó el Dr. Charles Schleien, pediatra jefe de Northwell Health en New Hyde Park, Nueva York. "En realidad no es distinto que en los adultos, en quienes la obesidad también tenía un rol clave en la gravedad de la enfermedad si contraían el virus".

En el nuevo estudio, el grupo de Zachariah observó los expedientes médicos de 50 niños y adolescentes de hasta 21 años, que recibieron pruebas de la COVID-19 por primera vez en marzo y en las dos primeras semanas de abril.

Nueve de los 50 casos fueron graves. Los niños más grandes (con una edad promedio de 14 años) fueron más propensos a desarrollar una COVID-19 grave, encontró el estudio.

Los bebés se libraron en gran medida, y ninguno desarrolló una enfermedad grave, mostró la investigación.

Entre los casos graves, la falta de aliento y la fiebre fueron muy comunes, y casi la mitad (un 44 por ciento) de los casos también implicaron síntomas gastrointestinales.

Hubo una buena noticia, Los niños con cualquier tipo de supresión del sistema inmunitario no parecieron tener un riesgo más alto de desarrollar la COVID-19, aunque "el tamaño de la muestra fue pequeño, y quizá no refleje el riesgo real", anotó Schleien.

En la mayoría de los pacientes jóvenes tratados en el hospital, el curso de la enfermedad grave no fue largo: un 76 por ciento fueron dados de alta en un plazo de tres días tras su admisión. Pero un tercio requirieron alguna forma de respaldo respiratorio, incluyendo nueve que fueron colocados en un ventilador, según el equipo de la Columbia.

En dos casos, la COVID-19 se volvió extremadamente grave, los niveles de oxígeno re redujeron y ocurrió un paro cardiaco súbito. Uno de esos casos resultó letal, y los investigadores dijeron que estaban investigando si un coágulo sanguíneo podría haber estado implicado. Se sabe que la COVID-19 fomenta el riesgo de coágulos.

La hidroxicloroquina, un antimalárico que ya se ha probado que no es efectivo contra la COVID-19 en ensayos clínicos, se probó en 15 de los pacientes. Pero pareció ser inefectiva, e incluso se vinculó con unos efectos secundarios potencialmente peligrosos, añadieron los investigadores.

Sí enfatizaron que "el tamaño pequeño de la muestra de este estudio descriptivo podría limitar incluso más que pueda ser generalizado" a una población más amplia de niños con COVID-19.

Los expertos creen que en la gran mayoría de los casos de infección con el coronavirus, los niños experimentan pocos o ningún síntoma. Pero en unos casos poco comunes, se puede desarrollar una enfermedad, y "esta descripción retrospectiva... añade información importante al conocimiento sobre las similitudes y las diferencias entre las infecciones pediátricas y las adultas", comentó el Dr. Michael Grosso, presidente de pediatría del Hospital de Huntington en Huntington, Nueva York.

"Gran parte de lo que los investigadores observaron confirmó experiencias anteriores", señaló Grosso. "Los niños son menos propensos a fallecer, a los bebés no les va peor [como sí sucede en la influenza] ni tampoco a los inmunocomprometidos. Sin embargo, la obesidad fue un factor de riesgo de una enfermedad grave y de la necesidad de ventilación mecánica".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre el nuevo coronavirus.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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