Muchos pacientes con COVID-19 reciben unos antibióticos inútiles, según un estudio

patient in isolation
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MARTES, 4 de agosto de 2020 (HealthDay News) -- A principios de la pandemia del coronavirus en EE. UU., muchas personas que acababan en el hospital recibían antibióticos innecesarios, sugiere un estudio reciente.

Los hallazgos provienen de uno de los hospitales más afectados en la ciudad de Nueva York, el epicentro inicial de la pandemia en EE. UU. Allí, los investigadores encontraron que, de los pacientes con COVID-19 admitidos entre marzo y mayo, poco más del 70 por ciento recibieron antibióticos.

Esto es a pesar de que la COVID-19 es provocada por un virus, y muy pocos de esos pacientes en realidad tenían una infección bacteriana coexistente.

Los antibióticos matan a las bacterias, pero son inútiles contra las infecciones virales, como el resfriado común, la gripe y la COVID-19.

Sin embargo, alguien con un caso grave de la COVID-19 tiene todos los síntomas que caracterizan a la neumonía bacteriana, explicó la investigadora líder, la Dra. Priya Nori, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico Montefiore. El hospital tiene su sede en el Bronx, un distrito de la ciudad de Nueva York que experimento una tasa alta de hospitalizaciones y muertes por la COVID-19 en primavera.

"Al principio, todavía no entendíamos bien a la enfermedad", comentó Nori. Ni siquiera estaba claro si la COVID-19, por sí sola, era "suficiente" para provocar unos síntomas tan graves, o si esos pacientes con frecuencia tenían unas infecciones bacterianas coexistentes.

Para los médicos de emergencia que atendían a unos pacientes que estaban tan enfermos, y con los antibióticos "a la mano", darles los medicamentos podía parecer la decisión correcta, explicó Nori.

En el Montefiore, encontró su equipo, esto sucedió con frecuencia a principios de la pandemia. De los más de 5,800 pacientes con COVID-19 hospitalizados de marzo a mayo, un 71 por ciento recibieron al menos una dosis de antibióticos.

Pero un análisis de los pacientes admitidos hasta el 18 de abril encontró que menos de un 4 por ciento en realidad tenían una "coinfección" bacteriana o fúngica.

Los hallazgos, que se publicaron en una edición reciente de la revista Infection Control & Hospital Epidemiology, se basan en un solo hospital.

Pero el centro "no es un caso aparte", comentó el Dr. Cornelius Clancy, vocero de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (Infectious Diseases Society of America).

Dijo que los estudios han encontrado un patrón muy constante en otros hospitales, en que alrededor de un 70 por ciento de los pacientes con COVID-19 recibían antibióticos, a pesar de unas tasas bajas de infecciones bacterianas.

Pero esos números son del principio de la pandemia. Y es muy probable que ahora las cosas sean distintas, según Clancy, que también es jefe de enfermedades infecciosas del Sistema de Atención de la Salud de la VA de Pittsburgh.

Nori se mostró de acuerdo, y dijo que desde el periodo del estudio, el uso de antibióticos se ha "reconfigurado" a unos niveles más típicos en el Montefiore.

Nori comentó que una meta de este informe era documentar lo que había sucedido durante la ola de la COVID. "Si sucede de nuevo, no usemos los antibióticos de forma tan generalizada", planteó.

Más allá de esto, añadió Nori, "si los hospitales de otros estados pueden beneficiarse de esta experiencia, sería muy importante para nosotros".

Esto no significa que los pacientes con COVID-19 nunca deben recibir antibióticos antes de que una prueba confirme una infección bacteriana.

Clancy indicó que "una parte del uso empírico" de los fármacos continuará en los hospitales. Empírico significa basado en la experiencia clínica del médico. En algunos casos, afirmó, es razonable administrar antibióticos a un paciente enfermo de gravedad antes de contar con resultados.

Pero si al final esos resultados son negativos, añadió Clancy, se deben parar los antibióticos.

La principal preocupación por las recetas innecesarias es que fomenten la resistencia a los antibióticos, en que las bacterias desarrollan estrategias defensivas contra los medicamentos que las eliminan. Y, en este estudio, el equipo de Nori encontró que incluso en ese corto periodo, ciertas bacterias aisladas de los pacientes mostraban señales de una mayor resistencia.

La resistencia a los antibióticos ya es un inmenso problema en Estados Unidos, dijo Clancy.

Cada año, casi 3 millones de personas contraen una infección resistente a los antibióticos, y más de 35,000 fallecen por su causa, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Ahora, apuntó Clancy, hay una "importante preocupación" de que el uso excesivo de antibióticos durante la pandemia pudiera fomentar el problema.

Pero en realidad la mayor amenaza es el uso inadecuado de antibióticos fuera del hospital, anotó.

Muchas personas, observó Clancy, quieren un antibiótico cuando están enfermas y se sienten muy mal, con frecuencia sin saber que los medicamentos no pueden aniquilar a los virus.

"No vaya al médico previendo que le darán un antibiótico", dijo Clancy. "Si le diagnostican la COVID-19 y no le dan un antibiótico, su médico está haciendo lo correcto".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la resistencia a los antibióticos.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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