Las limitaciones al contacto social ayudaron a combatir la pandemia de gripe

Un estudio de la epidemia de influenza de 1918 encuentra que las cuarentenas y cerrar las escuelas podría resultar valioso en una amenaza futura

MARTES 7 de agosto (HealthDay News/Dr. Tango) -- En un hallazgo que podría salvar innumerables vidas en la próxima pandemia de gripe, investigadores de los EE.UU. han descubierto que medidas de salud pública como las cuarentenas, cerrar las escuelas y prohibir las reuniones públicas redujo la carga de muertes en el gran brote de influenza de 1918-19.

Se teme una pandemia si una cepa de gripe, tal como la gripe aviar, que ha matado a algunas personas en brotes aislados principalmente en Asia, mute de manera que se transmita con facilidad de una persona a otra. Las vacunas actuales y los sistemas inmunitarios de los humanos no están preparados para proteger contra un nuevo virus infeccioso como ese, exactamente la situación que ocurrió cuando una nueva cepa llamada gripe española atacó al mundo entre 1918 y 1919 y mató a 40 millones de personas, 550,000 de ellas en los Estados Unidos.

"La gente de salud pública ha estado hablando sobre el riesgo de una pandemia de gripe por algún tiempo", afirmó el principal autor del estudio, el Dr. Howard Markel, director del Centro de historia de la medicina de la Universidad de Michigan. "Aunque estamos en el siglo 21, cuando comience una pandemia tardaría alrededor de seis meses fabricar y distribuir suficientes vacunas".

Los especialistas de la Universidad de Michigan trabajaron con expertos de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention sobre las medidas no médicas de protección tomadas en 43 ciudades. Estudiaron los registros de salud pública, artículos de periódicos y otras crónicas de la actividad desde el 8 de septiembre de 1918 hasta el 22 de febrero de 1919.

"Nos unimos a los CDC para determinar si cosas como las cuarentenas y cerrar las escuelas podían hacer algo por reducir la carga", apuntó Markel. "Viajamos por el país, estudiamos archivos estatales, reunimos dos periódicos por día en cada ciudad y obtuvimos información de fuentes federales y estatales, escudriñamos todo para crear una base de datos sobre la incidencia. Y, oh sorpresa, encontramos que a las ciudades que respondieron más rápido y sostuvieron sus respuesta les fue mejor".

Por ejemplo, San Luis cerró las escuelas y canceló las reuniones públicas al principio de la pandemia y mantuvo esas medidas por 10 semanas. Las estadísticas mostraron que San Luis tuvo una cantidad marcadamente inferior de muertes por gripe que otras ciudades.

Los hallazgos aparecen en la edición del 8 de agosto del Journal of the American Medical Association.

"Se trata de algo que podríamos aplicar", afirmó Markel. "Esperamos que esos métodos anticuados nos den el tiempo para poder crear una vacuna y hacerla llegar a la gente que la necesite".

Pero lo que funcionó en los Estados Unidos entre 1918 y 1919 podría no funcionar hoy en día, advirtió Phillip Alcabes, profesor asociado de la Facultad de salud pública del Colegio Hunter de la ciudad de Nueva York.

"El mundo es un lugar dramáticamente distinto", apuntó Alcabes. "No hay gente trabajando en grandes fábricas con mucha gente bajo el mismo techo. Usamos transporte privado comúnmente. Tenemos familias más pequeñas. Vivimos en los suburbios, donde no es probable que el patógeno se transmita tan rápidamente como entonces".

El nuevo estudio se trata de "un trabajo de epidemiología histórica muy, muy bueno", afirmó Alcabes. Pero añadió que "no está claro si las intervenciones que fueron efectivas contra la gripe en 1918 sean relevantes para las preparaciones que estamos haciendo ahora".

Markel replicó y afirmó que el mundo no es tan distinto en aspectos básicos. Los niños siguen teniendo narices que gotean y malos hábitos respiratorios, la gente sigue pasándose los virus entre sí de la misma manera. El estudio arroja evidencia de que las medidas básicas de salud pública pueden retrasar la transmisión de gérmenes, dijo.

"En el pasado, nadie había obtenido ninguna evidencia de que funcionara", señaló Markel. "Nadie quiere implementar una política de varios miles de millones de dólares a menos que se sepa que funciona".

Markel apuntó que las directrices sobre tales medidas serían recomendadas por el gobierno federal e implementadas por los estados. Los estados están trabajando con el gobierno federal para cubrir la implementación, dijo.

Más información

La Universidad de Stanford ofrece una historia vívida de la pandemia de gripe española.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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