Hepatitis A mucho más predominante de lo pensado

Estudio calcula incidencia en 10 veces mayor que la taza reportada

Lunes, 6 de mayo (HealthDayNews) Diez por ciento de disparidades son fáciles de dejar pasar diez centavos de un dólar pero una diferencia de diez veces debe ser difícil de pasar por alto.

Aún así, científicos gubernamentales han encontrado ese mismo intervalo entre la incidencia reportada de hepatitis A en Estados Unidos y la cifra verdadera. Una nueva proyección matemática de los hábitos del virus hepático ha encontrado que el número anual de casos de hepatitis A entre 1980 y 1999 era probablemente 270,000 -- más de 10 veces el promedio de 26,000 casos que el gobierno registró cada año durante ese periodo.

Funcionarios de la salud indicaron que la subnumeración se deriva mayormente del resultado de infecciones no detectadas en niños pequeños quienes son un depósito del virus que infecta a adultos susceptibles, y vacunar estos niños debe resolver el problema.

"Inmunizar a los niños protegerá a otros niños y protegerá a los adultos" de hepatitis A, indicó el doctor Gregory Armstrong, un médico epidemiólogo en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y coautor del estudio, que aparece este mes en la edición de "Pediatrics".

La vacuna, que es hasta aproximadamente 98 por ciento eficaz, se recomienda actualmente para adultos con ciertos factores de riesgo de condiciones del hígado, tal como la infección con el virus de hepatitis C. También se promueve para niños quienes viven en áreas con al menos 20 casos de hepatitis A por 100,000 personas cada año, o el doble del promedio nacional.

Desde que se introdujo la vacuna la pasada década, 11 estados han cumplido ese criterio, indicó Armstrong. La vacunación de rutina contra el virus ha disminuido abruptamente la incidencia de la enfermedad, proveyendo un plan de acción eficaz.

Los CDC reciben informes de unos 26,000 casos de hepatitis A aguda cada año. La incidencia está disminuyendo en aproximadamente 4.5 por ciento al año, gracias en mejoras a la sanidad.

Epidemiólogos han creído durante mucho tiempo que la hepatitis A que pasa de persona a persona mediante transmisión oral-fecal es mucho más común que lo indicado por los informes. No obstante, cuánto más alto no ha estado claro.

Recientes encuestas a nivel nacional han encontrado que casi 47 millones de estadounidenses han sido infectados con el virus en algún punto en sus vidas. Así que, Armstrong y su colega, doctora Beth Bell, insertaron este número en una herramienta matemática llamada modelaje catalítico para estimar cuándo dichas infecciones ocurrieron.

Los investigadores concluyeron que la verdadera taza de infección con hepatitis A entre 1980 y 1999 comprendía de 190,000 a 360,000 casos al año. El número más probable era 270,000 ó 10.4 veces la cuenta promedio de casos reportados.

Más de la mitad de estos casos eran de niños menores de 10, el modelo proyectado. Otro aumento en casos ocurrió en adultos de edades de 20 a 29.

La potencial mortal hepatitis A es rara. En niños, la enfermedad es indistinguible de otras enfermedades virales, ocasionando fiebre, malestar y otros síntomas imprecisos. Sólo cuando conduce a ictericia la peculiar contextura amarillenta de la hepatopatía- se puede identificar típicamente.

Sin embargo, en adultos especialmente, la condición está muy lejos de ser benigna, y 85 por ciento de quienes contraen la infección se tornan extremadamente enfermos, planteó Armstrong.

El más reciente estudio sostiene el argumento de que cada vez más personas deben vacunarse contra el virus, manifestó la doctora Caroline Riely, especialista en el hígado de la Universidad de Tennessee en Memphis.

"La vacuna está ampliamente infrautilizada", argumentó Riely, quien también es directora médica asociada para la Fundación Americana del Hígado.

La vacuna de hepatitis A está autorizada sólo para niños mayores de 2 años de edad. Esto indica que el balón cae fuera del cesto cuando reciben la mayoría de las inyecciones. Pero evidencia ascendente indica que la vacunación es segura para niños tan jóvenes como un año de edad, que podría expandir su uso, indico Armstrong.

Qué hacer

Para conocer más acerca de la hepatitis A y sus parientes graves, B y C, visita los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Para más sobre el hígado, vista la Fundación Americana del Hígado o la Childrens Liver Disease Foudation.

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