Nueva vacuna contra la meningitis ofrece mayor protección

Hace parte del esfuerzo para proteger a más niños y adolescentes de esta mortal enfermedad

LUNES 8 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- Evan, el hijo de Lynn Bozof, era un estudiante de tercer año de la Universidad Southwestern de Georgia, sano, que jugaba como lanzador en el equipo de béisbol de su universidad.

Una mañana de marzo de 1998 llamó a su casa y se quejó de migraña. Su madre le recomendó que acudiera a la sala de emergencia. En pocas horas llegó el alarmante diagnóstico. Tenía enfermedad meningocócica, una infección potencialmente mortal que ocurre frecuentemente entre aquellos jóvenes confinados a espacios pequeños, como las residencias estudiantiles.

En cuestión de un mes, Evan murió.

Desde entonces, ha ocurrido mucho en la lucha por salvar a otros de la enfermedad, aseguró Lynn Bozof, directora ejecutiva de la National Meningitis Association, una organización sin ánimo de lucro fundada por los padres de quienes han muerto o han sufrido los efectos a largo plazo de la enfermedad.

Quizá el desarrollo más destacado fue la aprobación hace algunos meses por parte de la U.S. Food and Drug Administration de una nueva vacuna para la enfermedad meningocócica, la cual se cree es de mayor duración que la antigua vacuna.

Y en mayo, los U.S. Centers for Disease Control and Prevention fortalecieron y ampliaron las directrices en cuanto a quiénes deben ser vacunados.

La enfermedad meningocócica es una infección bacteriana que afecta hasta a 3,000 estadounidenses cada año y causa la muerte en unos 300 de esos casos. Los adolescentes y los adultos jóvenes son particularmente vulnerables y constituyen cerca del 30 por ciento de todos los casos en los EE.UU. Una reciente investigación reveló que uno de cada cuatro adolescentes infectados morirá. De los que sobrevivan, hasta el 20 por ciento sufrirá discapacidad permanente, como amputación de miembros, pérdida de la audición, e incluso daño cerebral, según la National Meningitis Association.

Estas infecciones pueden atacar la sangre (conocidas como meningococemia) o el fluido de la médula espinal o del cerebro, una afección llamada meningitis, según anotan los CDC.

La enfermedad afecta principalmente a los preadolescentes, adolescentes y jóvenes adultos. Los síntomas se pueden confundir con los de enfermedades menos graves. Entre los síntomas se encuentran fiebre alta súbita, dolor de cabeza, cuello entumecido, náusea, vómito y agotamiento. A veces aparece sarpullido. Si estos síntomas ocurren, la atención médica inmediata es crucial, incluyendo antibióticos.

Se piensa que ciertos factores del estilo de vida, incluyendo condiciones de vivienda en hacinamiento, una mudanza a una nueva residencia y asistir a una nueva escuela con estudiantes de áreas geográficamente diversas, pueden aumentar el riesgo de la enfermedad.

En el pasado, los CDC han recomendado que los estudiantes de primera año universitario, especialmente los que planeen vivir en una residencia estudiantil, se informen acerca de la vacuna.

Según las directrices dadas a conocer en mayo, los CDC recomiendan ahora vacunación rutinaria de niños entre los 11 y los 12 años. Si esto no se realiza, se deben vacunar al entrar a la secundaria. La agencia también recomienda que los estudiantes de primera año universitario que vivan en residencias se hagan vacunar. En cuestión de tres año, a medida que mayores cantidades de la nueva vacuna estén disponibles, los CDC esperan recomendar vacunación de rutina a partir de los 11.

La vacuna, comercializada como Menactra, fue aprobada por la U.S. Food and Drug Administration en enero para su uso en personas entre los 11 y los 55 años de edad. Se administra intramuscularmente en una dosis.

Las nuevas directrices de los CDC han sido aprobadas por la American Academy of Pediatrics, que emitió una declaración de política mostrando acuerdo con las directrices.

"Estas recomendaciones sí mejoran nuestra capacidad para prevenir la enfermedad meningocócica en adolescentes y niños mayores", aseguró el Dr. Joseph Bocchini, pediatra de Shreveport, Luisiana y miembro del Comité de Enfermedades Infecciosas de la academia.

Se informará a los padres sobre las nuevas directrices, entre otras maneras, a través de los pediatras de sus hijos, aseguró.

"Por el momento, no se piensa que haga falta un refuerzo", sostuvo. A medida que se obtenga mayor experiencia con la nueva vacuna, los expertos decidirán si hace falta un refuerzo posteriormente, agregó.

Se pensaba que la vacuna antigua, llamada Menomune, era eficaz entre tres y cinco años.

Los padres deben hablar sobre la nueva vacuna con el pediatra de sus hijos cuando éstos cumplan 11, recomendó Bocchini. Para ciertos niños, entre más pronto se reciba la vacuna, mejor. Entre éstos se encuentran los que tengan ciertas eficiencias inmunológicas y los nacidos sin bazo, aclaró.

Pero la nueva vacuna, aunque ofrezca inmunidad a más largo plazo que la antigua, sigue sin ser perfecta, advirtió Bozof.

"Ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva", sostuvo. "Es importante que los padres y sus hijos conozcan los síntomas de la enfermedad meningocócica y que hay cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo. Lo más importante es no compartir botellas de agua, lápiz labial, crema para los labios, cubiertos y bebidas", agregó.

Más información

Para saber más sobre la meningitis, visite la National Meningitis Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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