MARTES, 16 de octubre de 2018 (HealthDay News) -- Un virus parecido a la polio, poco común pero devastador, parece haberse abierto paso en Estados Unidos, paralizando parcialmente a cientos de niños.
Hasta ahora, este año ha habido 127 casos reportados en 22 estados, y se ha confirmado que 62 son mielitis flácida aguda (MFA), señaló la Dra. Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Anunció las cifras el martes en una conferencia de prensa.
El brote de este año marca la tercera oleada de la MFA que ha afectado a Estados Unidos desde 2014, y esta oleada está en camino de convertirse en la peor de todas, aseguran los expertos.
Algo incluso más preocupante es que la cantidad real de casos podría ser incluso más alta. Un informe reciente de CNN encontró que 30 estados estaban investigando 47 casos confirmados y otros 49 casos sospechosos.
Los casos de MFA tienden a comenzar en agosto, llegar a su punto máximo en octubre e ir disminuyendo hasta diciembre, según los CDC.
"Debemos prestar atención a esto, porque las consecuencias a largo plazo que los niños y sus padres sufren son inmensas", comentó el Dr. Carlos Pardo-Villamizar, experto en enfermedades neurológicas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore. "No se pueden ni imaginar el nivel de sufrimiento que esos niños tienen en sus vidas".
¿Son los virus culpables?
La mielitis flácida aguda apareció por primera vez en 2014, cuando 120 niños de 34 estados fueron víctimas de una misteriosa debilidad muscular.
En 2016 atacó otra oleada, y hubo 149 pacientes afectados en 39 estados.
Se sospecha que el síndrome es provocado por uno o más virus. El enterovirus (EV) D68, un virus de la misma familia que la polio, es el sospechoso principal, ya que se vinculó íntimamente con el brote de 2014, dijo Pardo-Villamizar.
Pero según el Dr. Keith Van Haren, "hay probabilidades de que esté asociado con otros virus". Van Haren es profesor asistente y neurólogo pediátrico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. Un equipo de investigación dirigido por Van Haren fue el primero en vincular la mielitis flácida aguda con el EV D68 en 2015.
Pero un brote del síndrome que está ocurriendo ahora en Colorado se ha asociado con el enterovirus A71, una cepa que es mucho más común en el suroeste de Asia, apuntó el Dr. Samuel Domínguez, experto en enfermedades infecciosas pediátricas en el Hospital Pediátrico de Colorado.
Las autoridades de los CDC no han confirmado ninguna causa específica de la MFA. Las muestras de algunos pacientes revelaron la presencia de enterovirus, pero otros han sido infectados por un rinovirus.
Los CDC tampoco han descartado las toxinas ambientales o algún tipo de trastorno autoinmune como causas potenciales de la MFA, añadió Messonnier.
"Me frustra que a pesar de todos nuestros esfuerzos no hayamos podido identificar la causa de esta enfermedad misteriosa", dijo Messonnier.
Unos síntomas devastadores
Usualmente, la mielitis flácida aguda provoca debilidad en los brazos y en las piernas, pero puede afectar a otros grupos musculares. En los casos más graves, los pacientes sufren insuficiencia respiratoria cuando los músculos implicados en la respiración se debilitan, apuntan los CDC.
El seguimiento a los pacientes de las oleadas de 2014 y 2016 ha mostrado que la mayoría de los niños no se recuperan de la mielitis flácida aguda, para la cual actualmente no hay una cura.
En septiembre, Pardo-Villamizar y sus colaboradores publicaron un seguimiento de 16 de los pacientes afectados en 2016 que concluía que "la mayoría de los niños con MFA tienen una recuperación motora limitada y una discapacidad continua". El estudio se publicó en la revista Developmental Medicine and Child Neurology.
Los médicos en Colorado tuvieron la misma experiencia con los niños que se enfermaron en 2014, apuntó Domínguez.
"Seguimos a los niños durante más de un año", dijo Domínguez. "Varios niños se recuperaron, pero la mayoría de ellos seguía teniendo déficits permanentes un año más tarde".
La cepa particular del virus podría tener algo que ver con la gravedad de la MFA y la duración de sus efectos.
"Este año hay una mejor recuperación en los niños que vemos con el EV A71", comentó Domínguez, al contrario que con el EV D68.
Los médicos todavía no están seguros sobre cómo los virus provocan la mielitis flácida aguda.
Pardo-Villamizar comentó que "no sabemos si el virus ataca directamente a la médula espinal, o si la respuesta inmunitaria contra el virus produce el daño en la médula espinal".
Sigue siendo poco común
Los expertos enfatizaron que aunque la MFA está pasando por Estados Unidos de forma regular, sigue siendo una enfermedad poco común.
La mayoría de los niños que contraen un enterovirus solo sufren una infección respiratoria superior, apuntaron Pardo-Villamizar y Domínguez. Solo unos pocos niños progresan a la debilidad muscular asociada con la MFA.
No hay una vacuna que pueda proteger de los enterovirus que causan la MFA. Los padres que deseen proteger a sus hijos deben animar al mismo tipo de buena higiene que protege a los niños de los resfriados y la gripe, como lavarse las manos con frecuencia y cubrirse al toser y estornudar, dijo Domínguez.
"Los buenos consejos de ahora son buenos consejos a medida que la temporada de influenza se avecina", señaló Domínguez.
Los padres de un niño enfermo deben estar atentos a cualquier señal de debilidad en los brazos o las piernas, aconsejó Pardo-Villamizar.
"Si los niños desarrollan una infección respiratoria superior y hay cualquier señal de debilidad muscular, esos pacientes deben ser evaluados rápidamente por un pediatra y un departamento de emergencias", enfatizó. "Se les debe dar un seguimiento cuidadoso, porque se trata de una enfermedad muy agresiva. En cuestión de horas, los niños quedan paralizados. Podrían necesitar un soporte respiratorio".
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la mielitis flácida aguda.
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