MIÉRCOLES, 5 de abril de 2017 (HealthDay News) -- Los malos de las películas con frecuencia tienen un "aspecto", y no es uno bueno, informa un estudio reciente.
Los personajes aterradores y malvados en las películas tienden a tener ciertos rasgos faciales que no son exactamente atractivos, como narices protuberantes, verrugas y cicatrices, apuntaron los investigadores.
Pero aunque esos personajes malos son ficticios, su aspecto podría tener consecuencias en la vida real de las personas que sufren de problemas en la piel, advirtieron los autores del estudio.
"La representación negativa de las afecciones cutáneas en las películas sirven para perpetuar una tendencia a la discriminación en nuestra sociedad, que se dirige a los que sufren de ciertas enfermedades de la piel", explicó la investigadora, la Dra. Julia Croley, de la Rama Médica de la Universidad de Texas, en Galveston.
En el nuevo estudio, los investigadores evaluaron a los 10 principales antagonistas y protagonistas de la lista de los 100 mayores héroes y villanos del American Film Institute.
El equipo de Croley encontró similitudes en seis de los villanos: el Dr. Hannibal Lecter ("The Silence of the Lambs", 1991); Mr. Potter ("It's a Wonderful Life", 1947); Darth Vader ("The Empire Strikes Back", 1980); La Reina ("Blancanieves y los Siete Enanitos", 1938); Regan MacNeil ("The Exorcist", 1973); y La Bruja Mala del Oeste ("The Wizard of Oz", 1939).
Todos esos malos tenían características como:
Mientras que seis de los 10 principales malos de las películas tenían rasgos faciales específicos, solo dos héroes de películas los tenían. Tanto Indiana Jones ("Raiders of the Lost Ark", 1981) como Rick Blaine ("Casablanca", 1942) tenían cicatrices en el rostro. Pero sus cicatrices eran más sutiles y más cortas que las de los rostros de los villanos, dijeron los investigadores.
Según Croley, "las representaciones sesgadas de las enfermedades cutáneas tienen su origen en la era del cine mudo. En esa época, los cineastas dependían de claves visuales ante la ausencia de la palabra hablada, y así nació el sesgo del tipo malo/la piel mala".
Dijo que más allá de reforzar los prejuicios en el público general contra las personas con afecciones de la piel, esas representaciones en la pantalla "sirven para perpetuar una autoimagen negativa que quizá tengan las personas con enfermedades de la piel".
El informe aparece en la edición en línea del 5 de abril de la revista JAMA: Dermatology.
Más información
La Academia Americana de Dermatología (American Academy of Dermatology) explica cómo minimizar las cicatrices.
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