El coronavirus en EE. UU.: que no cunda el pánico

coronavirus 2019
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MIÉRCOLES, 12 de febrero de 2020 (HealthDay News) -- Un letal virus que afecta a un país extranjero llega a Estados Unidos, portado por un viajero sin saberlo.

En respuesta, los estadounidenses entran en pánico, convencidos de que pronto el patógeno asolará al país, aunque apenas unas cuantas personas de Estados Unidos han enfermado.

Eso suena a lo que está sucediendo ahora con el nuevo coronavirus. Aunque ha acabado con las vidas de 1,113 personas e infectado a más de 44,653 en China continental, solo 13 personas han enfermado en Estados Unidos, y no ha habido fallecimientos.

Pero este es en realidad un patrón recurrente en Estados Unidos, donde la cobertura mediática de una nueva amenaza de salud global provoca angustia y miedo entre los estadounidenses, aunque el riesgo sea bastante limitado, señalan los expertos.

"Mientras un brote es pequeño y está en ciernes no recibe mucha cobertura, pero entonces sucede algún evento que crea una oleada de cobertura, parte de la cual es sensacionalista, y abandona el contexto de lo que está sucediendo y al final realmente hace que la gente entre en pánico", comentó el Dr. Amesh Adalja, experto sénior del Centro de Seguridad de la Salud Johns Hopkins, en Baltimore.

El ejemplo más reciente antes del coronavirus es el brote de ébola de 2014-2016 en África Occidental, dijo Roxane Cohen Silver, profesora de psicología de la Universidad de California, en Irvine.

El pánico por el coronavirus es igual que las reacciones al brote de ébola

El virus del ébola mató a 11,310 personas en Guinea, Liberia y Sierra Leona durante su devastación, pero se convirtió en una fuente de miedo para los estadounidenses solo después de que un viajero de Liberia se enfermara mientras visitaba a familiares en la parte norte de Texas, observó Cohen Silver.

Al final, solo cuatro personas enfermaron de ébola en Estados Unidos. En este país hubo una sola muerte, la del primer paciente de Liberia, Thomas Eric Duncan.

Sin embargo, el miedo al ébola caló entre los estadounidenses, sobre todo los que prestaban mucha atención a las noticias sobre el virus, reportaron Cohen Silver y sus colaboradores en un estudio que se publicó en 2017 en la revista Clinical Psychological Science.

El aumento en las horas de exposición diaria relacionada con el ébola en los medios de comunicación se asoció de forma significativa con un aumento del sufrimiento psicológico y una reducción en la capacidad de la persona de manejar las actividades sociales y laborales, encontraron los investigadores.

"La crisis de ébola de otoño de 2014 recibió una enorme atención mediática, y los individuos que consumieron más medios sobre el tema fueron más propensos a estar preocupados de contraer el ébola", dijo Cohen Silver.

Los estadounidenses se apresuran a comprar máscaras para protegerse

Cohen Silver informa de inmediato que la amenaza global del nuevo coronavirus es real, igual que fue con el ébola. Pero simplemente no es una amenaza activa en Estados Unidos de momento.

"Sospecharía que los individuos de Estados Unidos que están prestando mucha atención a los medios de comunicación cuando hablan sobre el nuevo coronavirus tienen unas probabilidades similares de sentir una mayor preocupación", dijo Silver Cohen. "En este momento, esa preocupación parece ser desproporcionada respecto al riesgo".

Cohen Silver puede ver los efectos de este miedo simplemente al pasear la vista por el campus de su universidad, donde los estudiantes se han puesto máscaras faciales para protegerse del coronavirus.

"He visto que la mayoría de los mensajes señalan que usar las máscaras faciales probablemente no sea necesario en Estados Unidos ahora mismo, pero en mi campus hay muchos estudiantes que llevan máscaras faciales", contó Cohen Silver.

A veces, los informes de los medios exageran de forma sensacional la amenaza de una crisis de salud, dejando fuera un contexto importante, anotaron Adalja y Cohen Silver.

Por ejemplo, el conteo de las muertes por el coronavirus recibió mucha atención en los medios esta semana: primero, que el número de muertes ha superado a las que ocurrieron en el brote de SRAS de 2002, y luego, que el conteo de muertes había superado a las 1,000, apuntaron los expertos.

Los chocantes titulares llamaron mucho la atención, aunque apenas 20 personas de Norteamérica han enfermado del nuevo coronavirus: 13 en Estados Unidos y siete en Canadá, indicó Cohen Silver.

El coronavirus no es tan terrible como parece

La mayoría de las personas que han enfermado en Estados Unidos son viajeros que contrajeron el virus en China y que luego volvieron al país. Solo ha habido dos casos de transmisión de un humano a otro del coronavirus en Estados Unidos, y ambos implicaron a un cónyuge infectado que pasó el virus a su pareja.

El enfoque en el número de muertes por el coronavirus también puede ser engañoso, porque no toma en cuenta cuántas personas infectadas han fallecido, añadió Adalja.

"Este virus ha infectado a cinco veces más personas que el SRAS, así que por supuesto habrá un número más alto de muertes", explicó Adalja.

El nuevo coronavirus tiene una tasa de mortalidad de apenas un 2 por ciento en todo el mundo, muy por debajo de la tasa de un 9 a un 12 por ciento del brote de SRAS de 2002, y la tasa de mortalidad de un 40 por ciento del brote de ébola de 2014-2016.

De hecho, la tasa de mortalidad de un 2 por ciento es similar a la de otro virus con que los estadounidenses se sienten un poco más cómodos: la gripe.

Para ser justos, parte de la preocupación sobre el coronavirus ha surgido por la falta de comunicación clara originada en China, dijo Cohen Silver.

"Hay información limitada que provenga de fuentes fiables sobre este nuevo virus", aseguró Cohen Silver. "Ante la ausencia de información, los rumores y las teorías de conspiración pueden diseminarse con facilidad, porque hay una información fiable limitada para disputarlos. Es una situación muy ambigua".

Lori Freeman, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud de los Condados y Ciudades (National Association of County and City Health Officials), se mostró de acuerdo en que "es probable que haya momentos en que la cobertura mediática pueda hacer que las personas tengan más miedo y piensen que están en un riesgo más alto de lo que en realidad están".

Los medios de comunicación y las autoridades de la salud pueden informar, no recurrir al sensacionalismo

Pero Freeman cree que la cobertura sobre el coronavirus ha estado relativamente libre de sensacionalismo.

"No creo que sea nocivo mantener al público alerta sobre las precauciones que deben tomar para prevenir la propagación de cualquier enfermedad", planteó Freeman. "El riesgo de infección es bajo en la población general, pero el motivo de esto es que nuestro país está adoptando un método más bien agresivo para prevenir y retrasar la propagación en este país, y nuestras tácticas están funcionando".

Las autoridades de salud pública pueden mantener a las personas adecuadamente informadas sobre el riesgo que plantea un patógeno como el coronavirus, aseguró Freeman.

"Los departamentos de salud locales se esfuerzan mucho por comunicar de forma precisa y ayudar a calmar a las personas, y lo hacen al mismo tiempo que se preparan tras bastidores para una transmisión doméstica más amplia", añadió Freeman.

Más información

Johns Hopkins ofrece más información sobre los casos de coronavirus en todo el mundo.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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