MIÉRCOLES 18 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Investigadores aseguran que el uso de una técnica de fertilidad conocida como inyección intracitoplásmica de espermatozoides, que consiste en inyectarlos directamente en el óvulo, ha aumentado dramáticamente en los EE.UU. desde 1995 a pesar de la incertidumbre acerca de su efectividad y sus riesgos.
Un estudio publicado en la edición del 19 de julio del New England Journal of Medicine analizó datos sobre los tratamientos de fertilidad entre 1995 y 2004. El estudio incluyó todos los ciclos de fertilización in vitro (FIV) con embriones frescos de óvulos no pertenecientes a donantes en mujeres menores de 43 años.
El equipo halló que aunque la proporción de pacientes que recibieron tratamiento para infertilidad de factor masculino se ha mantenido estable, el porcentaje de ciclos de FIV que se valió de inyección intracitoplásmica de espermatozoides (IICE) aumentó de 11 a 57.5 por ciento durante un lapso de 10 años.
"A pesar de su mayor costo, y sus riesgos y eficacia inciertos, el uso de la IICE incluye ahora a pacientes que no tienen infertilidad documentada de factor masculino", aseguró en una declaración preparada el Dr. Tarun Jain, profesor asistente de endocrinología reproductiva e infertilidad de la Universidad de Illinois en Chicago.
Cuando se compara con estados que no tienen cobertura obligatoria de seguro, los estados que tienen cobertura obligatoria para infertilidad (Illinois, Massachusetts y Rhode Island), tuvieron índices más altos de IICE por razones distintas a la infertilidad de factor masculino.
Jain aseguró que algunos médicos podrían pensar que la IICE es apropiada para los pacientes que tuvieron ciclos anteriores de FIV fallidos, para los que tienen pocos óvulos disponibles o para superar barreras del proceso normal de fertilización.
Sin embargo, según Jain, el mayor estudio para comparar la FIV tradicional con la IICE en pacientes que no tienen infertilidad de factor masculino halló que los pacientes que se sometieron a IICE tuvieron índices inferiores de implantación de embriones y embarazos que los que no se sometieron al procedimiento.
Existen pocas investigaciones que comparen el uso rutinario de IICE y la posibilidad de riesgos relacionados, como trastornos genéticos y anormalidades congénitas en los bebés concebidos con esta tecnología.
"Hacen falta más estudios para comprender mejor la función apropiada de la IICE. Quizá las directrices puedan ser útiles para determinar cuáles son las mejores indicaciones para el uso de esta tecnología en pacientes que no tengan infertilidad de factor masculino", aseguró Jain.
Además de sus hallazgos sobre la IICE, los investigadores hallaron que la cantidad de clínicas de fertilidad y de ciclos de embriones frescos ha aumentado, así como los embarazos y los índices de nacimientos vivos.
Más información
Para más información sobre la IICE, visite la Universidad de Cornell.
