Jueves, 5 de febrero (HealthDayNews) -- La exposición a ciertas toxinas en el neurodesarrollo, incluyendo el aditivo de vacuna timerosal, podría incrementar el riesgo de autismo y trastorno de déficit de atención, según un estudio en la edición de abril de Molecular Psychiatry.
Esta investigación es la primera en ofrecer una posible explicación para las causas de estos dos trastornos infantiles cada vez más comunes.
Los investigadores encontraron que la exposición a las toxinas tales como etanol y metales pesados (incluyendo plomo, aluminio y timerosal, un preservativo que contiene mercurio etílico) interrumpen el detectar el factor de crecimiento. Esto impacta adversamente las reacciones de metilación tales como la transferencia de átomos de carbón. La metilación es crítica para el desarrollo neurológico apropiado en niños y adolescentes.
"Los científicos ciertamente reconocen que la exposición a las neurotoxinas como etanol y metales pesados pueden causar trastornos del desarrollo pero, hasta ahora, se desconocen los mecanismos precisos subyacentes a las toxinas", dijo en una declaración el investigador y profesor de farmacia Richard Deth de Northeastern University.
"El reciente aumento en la incidencia en la incidencia de autismo nos llevó a especular que la exposición ambiental, incluyendo aditivos de vacuna, podría contribuir a desencadenar este trastorno", informó Deth.
Comenzando en el 2000, los Estados Unidos y Europa establecieron timerosal por etapas, a menudo utilizada como un preservativo en unidades de múltiples dosis de vacunas para enfermedades como hepatitis, tos ferina, tétano y difteria.
Hoy día, la mayoría de las vacunas en los Estados Unidos y Europa contienen sólo cantidades pequeñas de timerosal. No obstante, vacunas de influenza de múltiples dosis contienen timerosal. Lo mismo es aplicable para frascos de múltiples dosis, más grandes de vacunas empacadas para países en desarrollo y usadas en estos.
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