Un exceso de agua embotellada podría resultar nocivo para los dientes de los niños

A medida que los estadounidenses consumen menos agua de la llave, la falta de flúor podría convertirse en un problema, señalan expertos
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MIÉRCOLES, 1 de agosto (HealthDay News) -- Tanto en los estantes de las tiendas como en las cocinas de los hogares, el agua embotellada se ha convertido en un producto básico del panorama dietario estadounidense.

Pero algunos expertos advierten que podría contribuir a una reducción en la salud dental.

Aunque la mayoría de embotelladores de agua declaran que sus productos son 100 por ciento "puros", "limpios" o "naturales", pocas marcas contienen un ingrediente que la mayoría de estadounidenses da por sentado: el flúor.

El flúor, una sal formada por una combinación de flúor y minerales de la tierra y de las rocas, es añadido voluntariamente por la mayoría de estados y/o municipalidades locales (en vez de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.) al agua pública de todo el país.

El objetivo: ayudar a reducir el riesgo de caries.

Cuando se trata del agua embotellada, la decisión de añadir flúor o no depende completamente de los embotelladores individuales. La mayoría no lo hace.

Y dado que actualmente los estadounidenses consumen cada año casi 32 mil millones de litros (unos 8.4 mil millones de galones) de agua embotellada, según la Beverage Marketing Corp., algunos expertos señalan que dejar de usar el agua de la llave significa más caries y una peor higiene dental.

La peor preocupación es respecto a los niños.

El Dr. Burton Edelstein, presidente del Children's Dental Health Project (Proyecto de Salud Dental de los Niños) en Washington, D.C., y profesor de odontología, políticas y gestión de salud de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, describe la creciente prevalencia de las caries entre los niños como "alarmante".

"[Actualmente], uno de cada diez niños de 2 años, uno de cada cinco niños de 3 años, uno de cada tres niños de 4 años y casi la mitad de los niños de 5 años han experimentado caries visibles", apuntó, y añadió que "las consecuencias en términos de dolor, infección, disfunción y necesidades de tratamiento no satisfechas son significativas".

¿Pero tiene al agua embotellada algo que ver?

En 2009, un estudio de la Escuela de Medicina de Virginia Oriental publicado en la revista Pediatric Dentistry halló que casi el 70 por ciento de los padres encuestados dijeron que daban a sus hijos agua embotellada para beber, exclusivamente o junto con agua de la llave.

Los padres citaron la conveniencia de las botellas de agua, una preferencia por su sabor y olor, y el temor de que el agua de la llave estuviera contaminada.

Casi dos tercios de los padres dijeron que no tenían ni idea de si el agua embotellada que daban a sus hijos contenía alguna cantidad de flúor o no.

El Dr. Jonathan Shenkin, vocero de la Asociación Dental Americana (American Dental Association) y odontólogo pediátrico con sede en Augusta, Maine, señaló que para los consumidores sería difícil averiguar si un producto contiene flúor, e incluso si lo contiene, si la cantidad es significativa.

"Los estudios disponibles muestran que la mayoría de aguas embotelladas tienen menos de 0.3 ppm [partes por millón] de flúor, muy por debajo del nivel aceptado para el agua potable fluorada óptima", comentó. "La Administración de Drogas y Alimentos [de EE. UU.] no tiene el requerimiento de que la cantidad de flúor aparezca en la etiqueta del agua embotellada a menos que se haya añadido durante el procesamiento. Esto deja a los consumidores sin información sobre el contenido de flúor del agua embotellada que beben".

Pero la conexión entre el agua embotellada y la salud dental es solo una sospecha, sin pruebas científicas.

Shenkin reconoció que "no ha habido investigación para mostrar que el agua embotellada provoque caries". Al mismo tiempo, advirtió que algunos expertos creen ahora que el agua de llave fluorada reduce el riesgo de caries en alrededor de 25 por ciento, y que ninguna investigación ha descartado efectivamente la conexión posible entre el consumo de agua embotellada no fluorada y el aumento en el riesgo de caries.

De hecho, Shenkin ofreció un "recordatorio de que los Centros para el Control [y la Prevención] de Enfermedades de EE. UU. calificó la fluoración del agua como uno de los 10 grandes logros de salud pública del siglo XX".

Edelstein se hizo eco de la idea de que el flúor es una importante herramienta en la guerra contra las caries.

"El flúor, impedientemente de cómo llegue a las superficies dentales (mediante la pasta de dientes, el agua, los enjuagues, el barniz, los geles) es eficaz de muchas formas", aseguró. "Fortalece la estructura dental al mismo tiempo que inhibe la capacidad de las bacterias de producir ácidos a partir de los azúcares. Es más eficaz cuando se administra varias veces al día, al usar pastas dentales fluoradas dos veces al día y beber agua fluorada".

Edelstein señaló que "la ventaja del agua es que se consume varias veces al día", y añadió que el agua de llave es tanto conveniente como gratis.

"[Pero] cuando el agua embotellada sin flúor sustituye al agua de llave fluorada, la ventaja de las pequeñas cantidades regulares del flúor sanador se pierden, y niños y adultos tendrán mayor tendencia a la actividad de las caries en las superficies de los dientes", advirtió.

Dicho esto, tanto Edelstein como Shenkin también anotaron que todavía ningún estudio ha relacionado directamente un mayor riesgo de caries con el consumo de agua embotellada en lugar de agua de la llave.

"Algunos han atribuido este aumento y la prevalencia a la sustitución con agua embotellada", planteó. "Pero esto sigue siendo conjeturas, ya que otros factores (el aumento del azúcar en las dietas, los cambios en la demografía, las intervenciones dentales) también podrían explicar el cambio".

En un comunicado de prensa publicado en marzo, la Asociación Internacional de Agua Embotellada (International Bottled Water Association, IBWA) negó que el consumo de agua embotellada se asocie con un mayor riesgo de caries.

"No hay absolutamente ninguna correlación entre el consumo de agua embotellada y un aumento en las caries", aseguró la IBWA. "De hecho, el agua embotellada no contiene ingredientes que provoquen caries, como el azúcar". La organización también anotó que alrededor de 20 de sus fabricantes miembros en realidad producen agua embotellada fluorada "claramente etiquetada".

La IBWA añadió que "por tanto, los consumidores deben fijarse en cuánto flúor reciben como parte de su dieta general y deben comunicarse con su proveedor de atención de salud o de salud dental para obtener una recomendación".

Más información

Para más información sobre el flúor y el agua de la llave, visite la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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