Encontradas nuevas pistas que podrían explicar las disfunciones del aprendizaje

Un desarrollo cerebral tardío y la pubertad pueden ser algunos de los factores que explican la aparición en los niños de estas discapacidades

LUNES 21 de junio (HealthDayNews/HispaniCare) -- Según un estudio recientemente aparecido, un desarrollo cerebral normal pero lento y el inicio de la pubertad pueden ser factores importantes en la aparición de problemas del aprendizaje como, por ejemplo, la dislexia.

El estudio que aparece en la edición en línea del 21-25 de junio de Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere que los jóvenes con problemas de aprendizaje pueden tener cerebros inmaduros que simplemente no tuvieron el tiempo necesario para desarrollarse apropiadamente.

Los investigadores de la Northwestern University descubrieron que los niños con dislexia presentaban un desarrollo cerebral que era como de entre dos a cuatro años menor de lo que correspondería a su edad cronológica. Y, a pesar de que encontraron que los cerebros de estos niños podrían llegar a alcanzar un mayor nivel, la aparición de la pubertad parece que detuvo cualquier tipo de mejora en el desempeño.

"Los niños con disfunciones tienen un comportamiento esencialmente normal, sólo que actúan como si tuvieran tres años menos", afirmó Beverly Wright, una de las autoras del estudio y profesora asociada de ciencias y trastornos de la comunicación de la Northwestern University. "Estos niños también mejoran a medida que van cumpliendo años, pero cuando comienzan a mejorar ya van con entre dos y cuatro años de retraso".

Y "cuando no logran alcanzar el nivel que correspondería a su edad es cuando el cerebro se desarrolla durante la adolescencia", añadió Wright, ya que los autores creen que la aparición de la pubertad puede detener el desarrollo cerebral en niños con disfunciones de aprendizaje.

Para este estudio, Wright y su colega, Steven Zecker, evaluaron la habilidad auditiva de 115 voluntarios con edades comprendidas entre los 6 años hasta edades adultas. 54 participantes tenían algún tipo de disfunción del aprendizaje, como dislexia, problemas específicos del lenguaje o disfunción del procesamiento auditorio central. Los otros 61 participantes no tenían ningún problema de aprendizaje.

Wright y Zecker sometieron a cada participante en el estudio a cinco pruebas diferentes de audición en las que tenían que escuchar un tono específico aunque hubiera ruido de fondo.

Los niños con disfunciones tuvieron los mismos resultados que los niños sin problemas de aprendizaje pero presentaban un retraso de entre dos y cuatro años. Además, los investigadores descubrieron que si una de las tareas requería un desarrollo cerebral equivalente a los 10 años de edad, los niños con disfunciones ofrecían los mismos resultados que los niños sin disfunciones.

Sin embargo, si una de estas tareas auditivas requería un acto en el que entraba en juego el desarrollo cerebral que se produce durante la adolescencia, los niños con disfunciones siempre tenían problemas, lo que sugiere que el inicio de la pubertad detiene el desarrollo cerebral en este área, según los autores del estudio.

Por ejemplo, una prueba consistía en escuchar un breve tono antes de un ruido. El grupo que no presentaba disfunciones del aprendizaje podía escuchar el tono en una media de 35 decibelios, según Wright. Sin embargo, los que tenían problemas de aprendizaje no podían oír el tono hasta que éste se reproducía a un promedio de 58 decibelios.

"Lo que estamos demostrando es que estos niños tienen un rendimiento normal en algunas pruebas, pero en otras, existen claras diferencias", apuntó Wright. Normalmente, según el estudio, los cerebros de los niños seguirán desarrollándose y el rendimiento en estas pruebas mejorará.

Wright añadió que estos hallazgos sirven para apoyar la necesidad de una intervención temprana en los niños con disfunciones de aprendizaje.

"Si puedes identificar estos niños a una edad temprana, quizás se les pueda proveer lo que no obtienen naturalmente", señaló Wright.

La Dra. Renee Reymond, pediatra general del Ochsner Clinic Foundation Hospital de Nueva Orleans, apuntó que los resultados de este estudio "son, indudablemente, un apoyo a la idea de la intervención temprana".

"El cerebro es plástico y cuanto antes hagamos las cosas, como los implantes cocleares o la corrección de los problemas de visión, mejor será el rendimiento de los niños", apuntó Reymond.

El reto, señaló, consiste en identificar a los niños que puedan tener problemas de aprendizaje lo antes posible. Wright afirmó que los niños con estas disfunciones ya presentan cierto retraso en el desarrollo cerebral a los 2 años.

Reymond apuntó que a esa edad es a menudo difícil saber si un niño tiene un retraso en el desarrollo, porque la gama de lo que se considera normal es muy amplia.

Una buena directriz, afirmó, es hablar con el doctor si su niño de dos años no puede hacer frases de dos palabras, o si un niño aún más pequeño (de entre 12 y 15 meses) no utiliza más palabras específicas que "mamá" y "papá". Más adelante, las escuelas son un lugar en el que se suelen captar los problemas de lectura y otras disfunciones del aprendizaje, añadió Reymond.

Más Información

Para más información sobre disfunciones del conocimiento, visite el National Dissemination Center for Children with Disabilities.

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