¿Son los ojos un espejo de la pérdida auditiva?

Un estudio plantea que las pupilas se dilatan como respuesta a los sonidos y que podrían constituir un modo para detectar problemas auditivos

MARTES 19 de febrero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los ojos no son sólo el espejo del alma, sino que podrían también proveer una visión clara del estado de otros sentidos.

Un nuevo estudio informa que los ojos pueden proporcionar pistas a los investigadores respecto a qué tan bien puede oír una persona. Este hallazgo podría ser especialmente útil para el diagnóstico de problemas auditivos en bebés, niños muy pequeños e individuos que no pueden tomar una prueba de audición de forma activa, como los que han sufrido una lesión cerebral traumática.

"Cuando la mayoría de animales detectan un cambio en su ambiente, sus pupilas se dilatan. Y mientras más bajo sea el volumen del sonido, menor será la dilatación", explicó el autor del estudio Avinash Bala, investigador asociado de la Universidad de Oregón en Eugene. "Una de las cosas para las que se puede usar es para ver cuándo un sonido es detectable".

Cerca de 28 millones de estadounidenses tienen algún grado de pérdida auditiva, según el National Institute on Deafness and Other Communication Disorders. Aproximadamente entre dos y tres niños de cada mil niños nacen sordos o con algún problema auditivo. En vista de que la audición es tan crítica para el desarrollo del habla y del lenguaje, los expertos creen que mientras más pronto se diagnostique el problema auditivo en bebés y niños pequeños, mejor.

Sin embargo, detectar problemas auditivos en bebés y niños pequeños puede resultar difícil, porque no responden a las pruebas auditivas normales como lo hacen los niños mayores o adultos.

Cuando Bala estuvo trabajando con lechuzas, se dio cuenta de que sus pupilas se dilataban en proporción al volumen del sonido. Bala subrayó que a esto se le llama "respuesta reflejo de orientación".

"Siempre que hay un cambio en nuestro ambiente, la reacción natural es girarnos para verlo", explicó. Al mismo tiempo, el ritmo cardiaco se ralentiza, la respiración disminuye y las pupilas se dilatan para evaluar la amenaza del cambio. Si el sonido se repite varias veces y no se detectan amenazas, los animales y los humanos aprenden rápidamente a ignorar esos sonidos, de acuerdo con Bala. Es lo que se conoce como habituación.

Bala y sus colegas pensaron que podían utilizar esa respuesta de dilatación pupilar (RDP) para medir la capacidad auditiva de una persona.

Para demostrar su teoría, reclutaron a 22 voluntarios sanos y les pidieron que escucharan una variedad de sonidos. Mientras escuchaban los sonidos, sus movimientos oculares eran registrados por una cámara. En este estudio, el sujeto mantenía la cabeza inmóvil al colocar la barbilla sobre un reposa barbilla, pero Bala apuntó que si una cámara se instalaba lo suficiente lejos del sujeto, éstos no necesitarían estar tranquilos. O, agregó, es posible que pudieran usar un par de anteojos especializados para detectar los cambios en el tamaño de la pupila.

Hallaron que cuando se introducía un sonido nuevo, las pupilas del ojo humano se dilataban y si el sonido se repetía varias veces, los voluntarios se habituaban rápidamente al sonido. Para contrarrestar esa habituación, los investigadores variaron los sonidos.

Los investigadores preguntaron a once participantes del estudio que también les dijeran cuando escuchaban un sonido determinado, y luego compararon esos resultados con los obtenidos en la respuesta pupilar y hallaron que los resultados eran similares, dentro de tres decibeles.

Los resultados del estudio serán presentados el martes en la reunión de la Association for Research in Otolaryngology en Phoenix.

Diane Sabo, directora de la división de audiología y trastornos de la comunicación del Hospital infantil de Pittsburgh, dijo que los hallazgos eran "intrigantes" y que una diferencia de tres decibeles era muy pequeña.

"Cada vez que se trabaja con bebés y niños pequeños, siempre se busca una respuesta fisiológica, porque ellos no pueden comunicarnos nada", destacó. Sabo expresó su preocupación de que en el estudio los participantes mantuvieran su cabeza inmóvil, porque eso definitivamente no sucederá con bebés y niños pequeños.

"El estudio parece muy interesante, pero aún queda mucho camino por recorrer para saber si se podrá traducir o no en una herramienta clínica útil", destacó Sabo.

Más información

Lea esta información de la Nemours Foundation para que sepa a qué signos debe prestar atención que pueden indicar que su bebé tiene un problema auditivo.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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