La lactancia con el biberón podría no aumentar el riesgo de obesidad infantil

Una nueva investigación sugiere que la introducción temprana de alimentos sólidos tampoco incrementa el riesgo

JUEVES 9 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- Dar el pecho a los bebés, según la creencia actual, hace que sean menos propensos a tener problemas de peso futuros. También se cree que la introducción tardía de alimentos sólidos, en torno a los cuatro o seis meses, reduce el riesgo de padecer sobrepeso posteriormente en la infancia.

Pero los resultados de un nuevo estudio cuestionan esa creencia y sugieren que los bebés que beben biberón no están en mayor riesgo de aumentar de peso que sus contrapartes alimentados con lactancia materna.

"Hallamos que no había diferencias en cuanto a la grasa corporal [en general] a la edad de 5 años entre los alimentados con fórmula y los que recibieron leche materna", aseguró la investigadora principal, la Dra. Hillary Burdette, especialista en nutrición del Hospital Infantil de Filadelfia.

Su equipo tampoco halló asociación entre la introducción de alimentos sólidos más temprano que lo recomendado y el aumento excesivo de peso en los niños.

Los hallazgos aparecen en la edición de marzo del American Journal of Clinical Nutrition.

De acuerdo con la American Academy of Pediatrics, la alimentación exclusiva con leche materna se recomienda para los primeros seis meses de vida de un niño y la lactancia materna, complementada con alimentos, se recomienda hasta la edad de un año. Es mejor introducir los alimentos sólidos a partir de los 4 a 6 meses de edad.

"Muchos estudios se han realizado sobre la alimentación [infantil] y la obesidad", pero estos estudios "han producido resultados conflictivos", dijo Burdette, quien también es profesora asistente de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania.

En su estudio, Burdette y sus colegas midieron los niveles de grasa corporal de 313 niños de 5 años y recopilaron datos sobre el historial de alimentación con leche materna o fórmula de cada niño. También reunieron datos sobre el momento de la introducción de alimentos sólidos en la dieta infantil.

El equipo utilizó una técnica conocida como absorciometría de rayos x de energía dual (DXA) para medir la grasa corporal. Burdette anotó que los estudios previos se habían centrado en el índice de masa corporal (IMC), una medida convencional de la altura respecto al peso, para determinar la grasa.

"Lo que hace que nuestro estudio sea diferente es que medimos directamente la grasa, en vez de usar el peso corporal o IMC", dijo.

En el estudio, un cuarto de las madres nunca dio el pecho. De 231 que dieron el pecho, 88 lo hicieron por menos de seis meses, 77 de seis meses a un año, y 66 por más de un año. Cincuenta y dos de esas mujeres dieron el pecho por más de un año sin usar fórmula. La mitad de las madres siguió la recomendación de introducir alimentos sólidos a los cuatro meses, y sólo el 8 por ciento no empezó a introducirlos hasta los 6 meses.

Los investigadores no hallaron diferencias en los niveles de grasa entre los niños con lactancia con biberón y materna, ni entre los niños que recibieron alimentos sólidos más temprano o más tarde.

Burdette no cree que su estudio acabará con el debate sobre las asociaciones entre la alimentación infantil y el sobrepeso. Y, agregó, "que el estudio no sugiere que las recomendaciones actuales deban cambiarse".

Lo que su estudio podría hacer, señaló Burdette, es aliviar la culpa de algunas madres que no son capaces de dar el pecho o que no pudieron hacerlo por el tiempo recomendado. "Muchas madres no son capaces de dar el pecho, por numerosas razones, ya sea porque médicamente no pueden, o debido a su trabajo", apuntó.

Los resultados del estudio definitivamente "no son un ataque contra la lactancia materna", afirmó la Dra. Karen Hopkins, profesora asociada clínica de pediatría del Centro Médico de la Universidad de Nueva York. Los beneficios de la lactancia materna están bien documentados, dijo. "No hay azúcar añadido o grasa, ni grasas trans" en la leche materna, apuntó. Estudios han encontrado que la leche materna protege a los bebés de las infecciones del tracto respiratorio y de las infecciones de oído, al mismo tiempo que ayuda a mejorar su desarrollo cognitivo, entre muchos otros beneficios.

Pero, Hopkins cuestiona si la falta de una asociación entre la alimentación temprana con alimentos sólidos y el sobrepeso posterior se confirmará con el tiempo. Es necesario realizar investigaciones adicionales, destacó, debido a que "al menos de forma anecdótica parecen estar asociados".

Hopkins recomienda a los padres que traten de retrasar la introducción de alimentos sólidos hasta los seis meses. "La razón es que no es bueno que interfiera con la lactancia materna. Y los bebés no necesitan estos alimentos fisiológicamente", dijo. "También existe la posibilidad de que aumenten mucho peso demasiado rápido. La introducción temprana de alimentos sólidos también estuvo asociada al desarrollo de alergias a los alimentos".

La lactancia materna es ideal, destacó Hopkins. Pero en cuanto a si lactancia materna es factible por el periodo de tiempo recomendado "dependerá de cuál sea la situación de la paciente", declaró la experta de NYU.

"Digamos que vuelvan a incorporarse a sus trabajos cuando el bebé tiene 2 meses. Es posible extraer la leche materna con una bomba aunque es algo difícil de hacer, dado que en muchos lugares de trabajo no existen las condiciones para ello. Extraer la leche materna con bomba se lleva alrededor de 20 minutos dos veces al día, y la persona necesita un lugar privado y un sitio para almacenarla", destacó Hopkins.

Más información

Para aprender más sobre la lactancia materna, visite la American Academy of Pediatrics.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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