Llevar dietas saludables en la infancia protege el corazón

Estudio halla que los niños que comen dietas bajas en grasa desde la infancia tienen arterias más sanas

MARTES 5 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Nunca se es demasiado joven para comer una dieta sana para el corazón, según los hallazgos de un nuevo estudio.

Investigadores finlandeses informan que una dieta baja en grasas saturadas aumentó la salud cardiovascular de los niños, resultando en menores niveles de colesterol en la sangre y arterías más limpias.

Los mismos resultados fueron observados en las niñas, pero eso podría cambiar con el tiempo, dijo el Dr. Olli T. Raitakari, profesor asociado de fisiología clínica en la Universidad de Turku y autor principal de un informe que aparece en la edición del 6 de diciembre de Circulation.

"Planificamos continuar el estudio al menos hasta la edad de 20 años [los chicos mayores tienen ahora 16 años]", destacó Raitakari. "Se plantearán las conclusiones finales después de eso".

Los beneficios para los chicos de una dieta baja en grasas saturadas fueron claros. Esas grasas contribuyen a mayores niveles de colesterol en la sangre, lo que puede conducir a depósitos que obstruyan eventualmente las arterias. Estas obstrucciones pueden causar ataques cardiacos y otros problemas cardiacos.

El estudio comprendió a 1,062 niños, la mitad de cuyas familias fueron instruidas para que les alimentaran con una dieta baja en grasas saturadas a partir de los 7 meses de edad. Estos padres también recibieron asesoría sobre la dieta y el estilo de vida dos veces al año.

Por ejemplo, se les dijo que el contenido de grasas saturadas de una dieta puede reducirse en un número de formas, tales como sustituir la carne roja por el pollo, cocinar la carne a la parrilla en vez de freírla, usar aceite vegetal en vez de mantequilla, así como utilizar leche baja en grasa. Las familias del otro grupo no recibieron tales consejos.

Todas las familias llevaron un registro de su ingesta de alimentos durante un periodo de cuatro días, dos veces al año. Estos registros mostraron que los niños y las familias que recibieron la asesoría de forma consistente consumieron del 2 al 3 por ciento menos calorías que los que estaban en el otro grupo. También recibieron del 2 al 3 por ciento menos de sus calorías de grasas saturadas.

Los beneficios de esas diferencias aparentemente imperceptibles se mostraron en las pruebas que se les realizaron a los niños a los 11 años de edad. Las imágenes por ultrasonido hallaron que las arterias de los niños con una dieta baja en grasas saturadas tenían mejor capacidad de dilatación, por lo que permitían que la sangre fluyera más libremente. Esta diferencia era pequeña, 9.62 por ciento más ancha, en comparación con el 8.36 por ciento más ancha en el grupo con la dieta ordinaria, pero fue estadísticamente significativa.

Sin embargo, no se encontró tal diferencia en las niñas. Esta falta de efecto relativo en las mujeres ha sido observado en algunos estudios en adultos, anotó Raitakari. "La razón para por ahora es desconocida, pero una explicación podría ser el estrógeno", señaló. El estrógeno, la hormona sexual femenina, afecta el número de receptores para el colesterol LDL, el tipo "malo" que obstruye las arterias, explicó Raitakari.

El análisis de los datos indicó que los beneficios procedían de comer una dieta más baja en grasas saturadas al principio de la vida en vez de posteriormente, señalaron los investigadores. Ese análisis "sugiere la importancia del control temprano y a largo plazo del colesterol sobre la influencia de la función vascular", apuntó Raitakari.

"Necesito enfatizar que utilizamos una dieta de grasa modificada en nuestro estudio, y no una dieta baja en grasa", destacó Raitakari. "Los niños necesitan la grasa de la dieta para un desarrollo normal. Pero creemos que adoptar una dieta con bajas cantidades de grasas saturadas justo después de la lactancia sería una buena idea que ayudaría a mantener a las arterias sanas en el largo plazo".

El informe es el más reciente en una serie sobre el estudio. Informes anteriores habían mostrado que empezar con una dieta baja en grasas saturadas al principio de la vida no perjudicaba el crecimiento del niño o el desarrollo neurológico.

"El mensaje es que una dieta sana al principio de la vida tiene potencialmente beneficios a largo plazo", dijo el Dr. Robert Eckel, profesor de fisiología y biofísica de la Universidad de Colorado y presidente de la American Heart Association. "La idea de que la enfermedad cardiaca empieza a los 50 ha sido sustancialmente descartada. Las grasas saturadas son siempre un enemigo de las arterias, a cualquier edad".

Más información

Para más información sobre dietas saludables bajas en grasa, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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