LUNES, 7 de enero de 2019 (HealthDay News) -- Sabemos que el aprendizaje temprano puede preparar a un niño para el éxito. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania encontró exactamente qué tan pronto debe comenzar ese aprendizaje: a los 2 años.
En este estudio, los padres rellenaron encuestas sobre cuántas palabras sabían sus hijos de dos años de edad, y entonces los investigadores los consultaron de nuevo tres años más tarde cuando sus hijos estaban en kindergarten. Los niños con un vocabulario grande eran más propensos a comenzar el kindergarten listos para leer y aprender matemáticas. También prestaban más atención en clases y tenían una mejor conducta. Este también podría ser el motivo de que a algunos niños les vaya mejor en la escuela.
La construcción de ese vocabulario proviene de unas interacciones muy tempranas y frecuentes con mamá y papá. Implicar al bebé solo conlleva cosas simples, como hablar y leer. De hecho, es difícil exagerar la importancia de leer a los bebés. Un estudio distinto de la Universidad de Iowa encontró que los bebés responden más a la lectura incluso que a jugar con juguetes o títeres, y a su vez, aprenden más de la misma.
Un bebé muy pequeño quizá solo balbucee en respuesta a escuchar su voz cuando le lea, pero cuando usted responde al repetir o ampliar su sonido u ofrecer una palabra con ese sonido, esta interacción ayuda con el desarrollo del lenguaje.
Algo más que plantea una diferencia importante en el desarrollo temprano de un niño es leer libros con imágenes vivas y oraciones sencillas en lugar de palabras individuales. Implíquese mientras lee para que su bebé desarrolle no solo un gran vocabulario, sino también un amor por los libros que le resultará útil a lo largo de toda la vida.
Más información
La organización Reading Rockets ofrece magníficos consejos para leer a los bebés.
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