Casi uno de cada tres adolescentes de EE. UU. tiene un historial de arrestos, según un estudio

Los pediatras pueden ayudar a los niños a mantenerse libres de problemas, afirman investigadores

LUNES, 19 de diciembre (HealthDay News) -- Para cuando tienen edad de votar, alrededor de uno de cada cuatro estadounidenses ha sido arrestado por lo menos una vez por actividad criminal.

Para los 23 años, hasta el 40 por ciento de los adultos jóvenes han sido arrestados al menos una vez, sin incluir las violaciones de tráfico.

Los autores de un nuevo estudio afirman que su análisis es la primera observación contemporánea de la prevalencia nacional de arrestos en este grupo de edad, desde una histórica investigación en los años 60.

"Los porcentajes en realidad no son tan distintos hasta los 18 años", apuntó el investigador principal Robert Brame. "Las mayores diferencias son de los 18 a principios de la veintena, y la mayoría ocurren en el rango de edad de 19 a 22".

Los pediatras tienen un papel en la prevención de las conductas poco seguras o violentas entre los pacientes jóvenes en riesgo, apuntó Brame, profesor del Departamento de Justicia Criminal y Criminología de la Universidad de Carolina del Norte, en Charlotte.

"No creemos que los arrestos de los niños sean un fenómeno aislado, suponemos que suceden otros problemas en sus vidas y deseamos que los pediatras lo tengan en cuenta e intenten comprender y comiencen una discusión más amplia sobre lo que sucede en las vidas de los jóvenes", comentó Brame.

La Dra. Paula Braverman, presidenta del Comité sobre la Adolescencia de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), se mostró de acuerdo.

"Los pediatras tienen la oportunidad de identificar los factores de riesgo asociados con mayores probabilidades de participación en conductas que pueden llevar a la delincuencia", señaló. Incluso durante los chequeos de rutina o las consultas por problemas médicos, "preguntamos sobre la escuela y lo que sucede en la familia. Preguntamos sobre el uso de drogas, y exploramos el estado de ánimo y los problemas de salud mental".

Las remisiones podrían ser para servicios de abuso de sustancias o consejería de salud mental, apuntó Braverman. En el abuso o la negligencia infantil, "lo reportamos a las autoridades adecuadas", dijo, pero la responsabilidad de un médico no termina ahí. "A través de esto, facilitaríamos remisiones al tratamiento adecuado y respaldaríamos a los niños".

El nuevo estudio aparece en la edición en línea del 12 de diciembre y la edición impresa de enero de 2012 de la revista Pediatrics. Los investigadores usaron datos de la Encuesta nacional longitudinal de jóvenes de 1997 a 2008, sobre 7,335 jóvenes entre los 8 y los 23 años de edad.

Para los 18 años, entre el 16 y el 27 por ciento de los jóvenes habrán experimentado al menos un arresto por actividad criminal, indican los resultados, y para cuando cumplan los 23, entre el 25 y el 41 por ciento de los adultos jóvenes tendrá un historial de arrestos.

Los encuestadores preguntaron sobre los arrestos, no sobre los crímenes específicos. Sin embargo, según las cifras de arresto de 2009 de la Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de la Delincuencia de EE. UU., los incendios provocados lideraron la lista, seguidos por el vandalismo, la mala conducta, los atracos, los robos y el robo de coches. Los investigadores dijeron que en investigaciones futuras observarán los problemas relacionados con la raza y el sexo.

El estudio no explicó por qué el riesgo de arresto aumentó tanto para los adultos jóvenes, pero los autores sugirieron un par de posibilidades.

"Hoy en día, el sistema de justicia criminal es más punitivo. En los sistemas de adultos, de 1972 a 1973, había cien presos por cada cien mil personas de la población. Hoy día, ha habido un aumento de unas cinco veces", comentó Brame. "Lo tenemos en cuenta".

Otro posible motivo es que la transición de la niñez a la adultez dure más que antes. "Especulamos que como sociedad estamos pasando por una fase de adolescencia extendida", añadió Brame. "El fenómeno tiene un nombre, 'adultez emergente'".

Braverman describió factores protectores para los niños, que incluyen "tener un temperamento elástico y relaciones cercanas con familiares, maestros y otros adultos y pares que les respalden; tener una fuerte orientación hacia el futuro; y tener creencias y expectativas que se asocien con el éxito en la escuela y la evitación del abuso de sustancias y la participación en el crimen".

"Llevar a estos niños al pediatra de forma regular probablemente sea la cosa concreta más fácil que los padres pueden hacer", aseguró Brame. "Y los niños podrían contar a los pediatras sobre problemas y experiencias que quizás no se sientan cómodos hablando con sus padres".

Afirmó que el mensaje principal es que "no es poco común, sucede mucho. Los pediatras pueden ayudar".

Más información

Para más información sobre la prevención de la delincuencia juvenil, visite el Departamento de Justicia de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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